Capitulo 11

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Lamento las faltas de ortografía :/

Terminé la tarea de mi hermana. Me quedé exausta y con una pregunta que aún no me quedaba clara ¿Que hacia Diego aquí?, ¿tiene una relación con Sara?, ñe, a la mierda su relación.

Me fuí a duchar, como habia dicho estaba cansada, esa tarea si que era larga muy... larga.

Prendí la bañera y comenzé a enjabonarme. Recuerdos de mi padre me invadían y hacían que lagrimas corrieran por mis mejillas, recordaba los cuentos y lo juegos que inventabamos, las salidas en familia, tantos recuerdos.

Terminé la ducha y me vestí con algo cómodo, me cambié el arete de la lengua y bajé a la cocina.

- Hija, hola, ¿como te fue? - tan sínica mi madrastra.

- Bien - contesté.

- Ah, Vanessa, hoy con las niñas saldremos, lava ... - la interrumpí.

- Si lo sé, no se preocupe, cuando vuelva tendré todo límpio - dije seca.

- Bien dicho - me miró por unos instantes - trabajaras en la tienda de deportes que están construyendo, como es mía, tu trabajaras ahí ¿entendido?- finalizó.

¿Esta señora está loca?, eso se llama explotación infantil, si esque no sabe... pensaba.

- Entendido- respondí.

Dicho eso se fue con mis hermanastras.

Llamé a mi tío para que me hiciera un tatuaje y más un pircing.

(...)

- Te digo algo niña, no sufras, has lo que tu madrastra quiere que hagas, para que no tengas problemas, te lo recomiendo- dijo mi tío.

Mi tío llegó hace dos horas, me hiso un tatuaje y un pircing en la boca, si, esa es mi forma de liberarme.

- Tío, ya no sé que hacer, mi vida es una mierda, me dan ganas de morirme, nosé, pero igual, ya no soporto esto, a esta familia, estoy tan cabreada, lo único que voi hacer es... es... - no quíse seguir.

- Bueno, si tu lo dices- dijo- yo me tengo que ir a la tienda, además, los clientes me van a reclamar- rió.

- Esta bien- dije - gracias por el pircing y tatuaje,  ah, y gracias por tu "charla motivacional"

Besó mi mejilla y se marchó.

Me eché un rato en la cama, mirando el techo y pensando lo que haría con mi vida. No sé pero tengo esa extraña sensación de que mañana, algo bueno no va a pasar...

Bajé las escaleras y me puse a limpiar. Estaba harta de esta mierda, algún día voi a mandar todo esto a la mierda.

Dos horas despúes llegó mi madrastra con la chicas.

- Supongo que hiciste lo que te dije - dijo mi madrastra mientras ponía las compras en la mesa.

- Si, ya lo hice, ahora ¿puedo dormir? - preguntó

- Claro, recuerda que mañana tienes escuela... buenas noches - dijo con un sonrísa que de lejos, se notaba que era falsa.

Subí las escaleras sin decir buenas noches ni nada por el estilo.

Me acosté y toqué mi barriga. Nosé porqué lo hice, pero igual.

Empezé a cerrar los ojos lentamente, hasta caer en un sueño profundo.

(...)

- Bueno niños, para mañana quiero un poema hecho por ustedes- dijo la profesora de lenguaje.

Si claro, me voi a inspirar en el amor, ja, que ridiculo, odio los poemas y sobre todo si son de amor, que asco.

- Oye, Vanessa ¿estas bien? - preguntó Kenai sacandome de mis pensamientos.

- Si, estoy bien, no te preocupes- sonreí.

Tocaron el timbre, y me encontré con la persona más despreciable que podía haber. Diego.

-¿Que quieres Diego?- le dije.

- Verte, princesa- contestó.

- En primer lugar: Tu y yo no somos nada para que me llames así. En segundo lugar: Antes muerta pensaría en tener algo contigo, ahora si me disculpas debo irme... ¿okey?.

Me agarró de la cintura y me apoyo contra la pared.

-¿Hasta cuando vas a guardar tus sentimientos hacia mí Vanessa?, ¿no ves que yo te quiero? - se acercó a mi oido - y mucho.

- Diego sueltame, yo no siento nada por tí.

Me atrajo más hacia el, y el corazón se me aceleraba.

-¿A caso me vas a negar que te pones nerviosa cada vez que me acerco hacia ti?- preguntó.

- Diego, sueltame - intenté zafárme de él, pero obiamente, el era más fuerte que yo.

- No te soltaré.

- Diego, sueltame por la mierda, ¿no escuchas?, te estoy diciendo que me sueltes de una puta vez.

-¡Sueltala!- dijo alguien detras de Diego. Era Kenai..., ¡esperen! ¿Kenai?, ¿encerio?, ¿vino a defederme?, este chico cada vez me sorprende más.

- Y... ¿Quien eres tu?, ¿el guarda espalda?- dijo Diego irónico.

- No, pero, las estas lastimando y así no se trata una mujer.

- A no, ¿y quien lo dice?- dijo Diego.

"La noche", dije mentalmente y me puse a reir, ganandome las miradas de los demás.

- Diego sueltame - dije por tercera o cuarta vez consecutiva.

- No - gané como respuesta.

-¡Que la sueltes!- dijo Kenai y le pegó un combo, haciendo que éste sangrara.

-¿Y las papas fritas donde quedaron? - dije en forma burlésca.

- Callate, tonta enferma- dijo Diego tratandose de parar.

Kenai se tiró encima de él haciendo que Diego se pegara con la cabeza en el suelo.

Los chicos que presenciaban esta escena gritaban "pelea, pelea"

-¡¿Que está pasando aquí?!

Oh, oh, el director...

HOLA, ¿COMO ESTÁN?, CREO QUE ME DEMORÉ EN ESCRIBIR EL CAPITULO, LO SIENTO, HE TENIDO QUE ESTUDIAR, BUENO AQUÍ LES DEJO UN CAPITULO.

ESPERO QUE LES GUSTE. ♥♥

POR FAVOR VOTEN Y COMENTEN, SERÍA BIEN  COOL Y GENIAL...

ADIÓS NOS VEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO... CUIDENSE Ü ^-^

La CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora