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[ Maya ]

Mamá me dijo que esta noche no podía pasarme por su casa, normalmente suelo ir para entregarle papeleo que debe firmar y eso me extrañó, pero no le di demasiada importancia.

Me adentré en el gran despacho y me senté en la silla dejando caer mi peso en ella y haciendo que esta rodara levemente.

No me podía creer aún que hubiera llegado tan lejos.

De repente las puertas del despacho se abrieron dejando ver a mi chico con un par de cafés en la mano.

-¿Como se ha levantado hoy la chica mas bonita del mundo?- Preguntó acercándose y dejando los cafés en la mesa.

-De maravilla.- Dije levantándome y rodeando la mesa para quedar frente a el.- ¡Me lo han concebido!- Grité emocionada y el abrió sus ojos como platos.

De repente sus brazos me rodearon y me elevaron escasos centímetros del suelo,  juntando sus labios con los míos en un largo y apasionado beso.

-¡Al fin seras completamente mía cariño!- Dijo el sonriendo sin separarnos y yo sonreí tristemente.

En estos dos largos años había soñado con la vuelta de Aaron y como sería vivir con el, me dolía que no fuera el con quien estaba compartiendo este momento, pero debía asumir la realidad de que el había muerto, que aunque no lo había hecho físicamente, mis recuerdos y mis sentimientos se fueron con el paso del tiempo.

Y para mi es como su hubiese muerto esa parte de mi que le pertenecía a el.

Besé de nuevo a Anthony, esta vez con mas intensidad, su cuerpo me pegó a la mesa y sus labios se separaron de los míos sin aviso.

-Esta noche será fantástica.- Dijo el sonriente y yo suspiré.

-Si, lo será..- Musité decepcionada.

A pesar de que Anthony era una persona increíble, nunca hemos tenido relaciones fuera de la cama y eso me martirizaba ya que Aaron era un morboso descarado que encontraba hasta el lado mas pervertido de mi interior y si estuviera el en su lugar ya le hubiera faltado tiempo para tumbarme en la mesa y deshacerse de mi ropa para hacerme suya.

Mis pensamientos produjeron que mi corazón se estrujase, dolía, ya que el era la pieza que encajaba a la perfección conmigo.

De repente voces fuera del despacho llamaron mi atención y corté la distancia con Anthony para salir a ver qué estaba sucediendo.

-¿Que es este estruendo?- Pregunté al salir y al dirigir mi mirada al fondo de la sala no lo pude creer, Aaron estaba ahí, era el y no estaba en un sueño.- ¡Aaron!

-¡Maya!

El hizo lo mismo, se soltó de los dos guardias, corrió hacia mí hasta que nos fundimos en un abrazo que parecía eterno, finalmente nos separamos un poco y sus manos sujetaron mi rostro.

-Estas preciosa.- Su voz ronca inundó mis oídos como si fuera auténtica música haciendo que mi piel se erizara, tanto tiempo sin verlo ni oírlo había conseguido que olvidara lo que producía en mi.

De repente unos pasos detrás y un brazo rodear mi cintura llamaron mi atención y al separarme de Aaron vi la figura de Anthony a mi lado.

-Te veo en la noche.- Dijo el sonriente.

-Vale...- Musité en un susurro y plantó un veloz beso en la comisura de mis labios.

Lo observé irse y al volver a conectar mi mirada con la de Aaron pude ver como el dolor emanaba de ellos, sentí como las lágrimas amenazaban con salir y volví a enrredarlo en mis brazos.

Sentí su olor, su respiración, su corazón acelerado pero de repente algo me separó de el.

-¡Ni se os ocurra llevároslo!- Exigí.

-Tenemos órdenes de sacarlo del edificio señorita.

-¿Quieren perder su trabajo?- Pregunté molesta y ambos se miraron.

-No..- Dijeron al unisono.

-Pues suéltenlo ahora mismo.- Ordené y me hicieron caso alejandose de el.- Señorita Harrys.- Ella me miró atenta y yo seguí.- No quiero recibir ninguna llamada hasta que mi hermano abandoné mi despacho.

Ella asintió y yo arrastré a Aaron hasta el interior de mi despacho y cerré la puerta con llave.

-No tendremos mucho tiempo hasta que mamá llegue y te saque a patadas de aquí.- Suspiré.

-Eso no me importa, ahora solo me importas tú.- Se acercó a mí y pasó sus manos por mi cintura.- Estás hecha toda una mujer nena.

Su contacto me producía mil y un sensaciones, añoraba su tacto, sus ojos clavandose en mi y sus labios.

Mi corazón chocaba con mis costillas a gran velocidad, estaba emocionada, feliz y no me podía creer que el estuviera aquí, delante mío.

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Bueno lector@s!!
No tenía pensado subir ningún adelanto mas pero...
HEMOS LLEGADO A LOS 100K!!!!
Estoy muy ilusionada!
Y por eso he decidido subir un adelanto mas :)
Os amo❤️

¿Hermanastros? ¡Nunca!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora