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M A Y A

Llevo dos días sin salir del despacho de la empresa, quiero solucionar esto de una vez y llevar por fin las riendas de mi vida. Después del susto que me dió Aaron supe que algo no andaba bien así que me puse a investigar.

Llame a Alexander, me cité con el para poder poner fin a la tiranía de mi madre y ahí me puso al tanto del divorcio y de otros muchos temas de los que no tenía ni idea.

Con su ayuda y la de Anthony pudimos comenzar tramites legales para que mi madre desapareciese de mi vida de una vez por todas y joder, hay razones para parar un tren.

¿Cómo no me di cuenta antes?

Vuelvo a beber del vaso de Whisky y me centro en terminar el papeleo cuanto antes pero dos días sin dormir pasan factura y cuando me quiero dar cuenta me he dormido.





Me despierto de golpe cuando un estruendo resuena en toda la sala, miro a mi alrededor y una vez que diviso al causante desearía haber puesto la estantería en la puerta como barricada.

-Por fin te encuentro.- Dice mi madre recorriendo la habitación de los nervios.

-La intención era la contraria.- Recalco masajeándome la sien para tranquilizarme.- ¿Cómo demonios has entrado?

-Te recuerdo jovencita que está empresa sigue siendo mía.

-Era.- Concluyo mientras busco entre los papeles de mi mesa y le muestro uno de ellos.- Ahí tienes tu revocación y un cheque firmado con tus acciones de la empresa.

Ella se acerca y lo lee, por la mueca de disgusto debe ser que aún no tenía idea de ello, a pesar de que se le informó con antelación.

-Yo no he firmado nada.- Revoca altanera devolviéndome los papeles.- Por lo que esto es ilegal.

-No lo es cuando tenemos pruebas de tu despilfarro de dinero, uso indebido de la tarjeta de la empresa y la firma de petición de todos los socios.

-¿Me habéis puesto un detective?- Pregunta y yo carcajeo.

-No ha echo falta, no te has cortado un pelo y todas tus transacciones a nombre de la empresa en tus supuestos viajes de captación de socios están registrados.- Le informo.- Cito: Supuesto viaje a las Vegas para gala benéfica, que contradictorio que al investigarlo el jet de la empresa se había desviado a las Bahamas donde ciertos socios te vieron disfrutar de unas "Buenas vacaciones merecidas".

Su cara era todo un poema, no sabría decir si estaba cabreada o le estaba dando un ataque cardiaco.

-Esto no se va a quedar así.- Vocifera cogiendo los papeles y guardándolos en el bolso.

-Por supuesto que no.- Añado rebuscando de nuevo y sacando una carpeta.- Aquí tienes tu última oportunidad de firmar los papeles de divorcio.

-¿Porque tienes tú eso?

-Porque Alexander sabía que tarde o temprano vendrías a verme y tomó la precaución de dejarme una copia si se daba el caso.

-Yo no...

-Vamos madre firma.- Le incito mientras me levanto de la silla y la observo con indiferencia.- Llevas desde que te pidió el divorcio alegando que nunca recibías los papeles y alargándolo a placer. Se acabó.

La observo como se acerca con lentitud a la mesa y coge un bolígrafo, no se molesta siquiera en leerlos, los firma sin miramientos y clava su mirada en mi.

-¿Como puedes hacerle esto a tu propia madre?- Musita en un susurro.- Yo que te di la vida y todo lo que tienes, no estarías aquí de no ser por mi.

-¿De verdad tienes la insensatez de preguntarme eso?- Murmuro sintiendo como se me forma un nudo en la garganta.- Tú que me arrebataste al amor de mi vida, que me quitaste a mi hijo...

Al pronunciar las palabras lo confirmé, levantó la cabeza de golpe y me miró aterrada.

-Hija...

-¡Ni se te ocurra llamarme así!- Vociferé.- ¿Cómo fuiste capaz de hacer tal atrocidad? Por dios...

Siento como las piernas me tiemblan y me siento en la silla antes de que me fallen, bebo un trago del vaso que quedó anoche, el whisky me arde en la garganta y mi corazón va a mil por hora.

-Te pido por favor, que cojas lo que te ha dejado Alexander y desaparezcas de mi vida.- Le digo sin siquiera mirarla.- El ha tenido la paciencia y la compasión de dejarte algo para que rehagas tu vida lejos de nosotros, pero yo no voy a compadecerte.

-Maya por favor, ese niño era fruto de la irresponsabilidad..

-¡Ni una sola palabras más!- Grité levantándome de golpe de la mesa y sintiendo como las lagrimas ruedan a borbotones por mis mejillas.

De repente la puerta del despacho se abre y veo a Aaron aparecer por el umbral, al verme corre en mi dirección y sin decir nada me abraza.

 Siento como me devuelve las fuerzas con cada segundo que pasa abrazándome.

-¿Estas bien?- Me pregunta separándose un poco y yo levanto la mirada mientras asiento con la cabeza.

Me giro en dirección a mi madre y reviso los papeles de divorcio para comprobar que están bien firmados, una vez termino de leerlos siento la mirada de Aaron y de mi madre clavadas en mi.

-Toma la copia y vete.- Le digo sacando la copia del acuerdo de divorcio, ella la coge y hace el ademan de hablar cuando yo la interrumpo.- Ni se te ocurra decir nada mas o no respondo.

Ella simplemente asiente y se va, cuando la veo salir siento como toda la rabia y el odio desaparecen con ella.

Miro al amor de mi vida que me observa en silencio y por fin sonrío.

-Soy toda tuya Aaron.

-Siempre lo has sido.- Concluye besándome.

¿Hermanastros? ¡Nunca!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora