born to die ━━ wizarding world

𝘁𝗵𝗿𝗲𝗲

━━ FALLEN TRUTH ᕯ CH 003

El partido avanzaba a una velocidad vertiginosa, cada jugada era más intensa que la anterior, y el ambiente aumentaba con la adrenalina. A medida que el juego se volvía cada vez más violento, con choques bruscos y jugadores cayendo en picada, sangre por todos lados y varias peleas, Nelly apenas podía apartar la vista del campo. Aunque el caos reinaba en el aire, estaba completamente fascinada: aquello era Quidditch como nunca antes lo había visto.

-Levski... Dimitrov... Moran... Troy... Mullet... Ivanova... De nuevo Moran... Moran... ¡Y MORAN CONSIGUE MARCAR!

Pero apenas se pudieron oír los vítores de la afición irlandesa, pues fueron tapados por los gritos de las veelas, los disparos de las varitas de los funcionarios y los bramidos de furia de los búlgaros. El juego se reanudó enseguida: primero Levski se hizo con la quaffle, luego Dimitrov... Quigley, el golpeador irlandés, le dio a una bludger que pasaba a su lado y la lanzó con todas sus fuerzas contra Krum, que no consiguió esquivarla a tiempo: le pegó de lleno en la cara.

La multitud lanzó un gruñido ensordecedor. Parecía que Krum tenía la nariz rota, porque la cara estaba cubierta de sangre, pero Mustafá no hizo uso del silbato. La jugada lo había pillado distraído, y nadie podía reprochárselo: una de las veelas le había tirado un puñado de fuego, y la cola de su escoba se encontraba en llamas.

Sin embargo, entre todo el caos, Lynch, el buscador irlandés había empezado a caer repentinamente, había visto la snitch.

Sólo la mitad de los espectadores parecía haberse dado cuenta de lo que ocurría. La afición irlandesa se levantó como una ola verde, gritando a su buscador... pero Krum fue detrás, dejando tras él un rastro de gotas de sangre, pero se puso a la par de Lynch, y ambos se lanzaron de nuevo hacia el suelo...

Pero entonces, Lynch chocó contra el suelo con una fuerza tremenda, y una horda de veelas furiosas empezó a darle patadas. Nelly se encontraba de pie, gritando junto a los aficionados de Irlanda, apegada a la muralla de la tribuna.

-La snitch, ¿dónde está la snitch? -gritó Parvati a su lado.

-¡Krum la tiene...! -gritó la señora Patil.

Krum, que tenía la túnica roja manchada con la sangre que le caía de la nariz, se elevaba suavemente en el aire, con el puño en alto y un destello de oro dentro de la mano.

El tablero anunció «BULGARIA: 160; IRLANDA: 170» a la multitud, que no parecía haber comprendido lo ocurrido. Luego, despacio, como si acelerara un enorme Jumbo, un bramido se alzó entre la afición del equipo de Irlanda, y fue creciendo más y más hasta convertirse en gritos de alegría. Nelly se había volteado hacia Padma y celebraba con ella, saltando en su lugar muy feliz.

-¡IRLANDA HA GANADO! -voceó Bagman, que, como los mismos irlandeses, parecía desconcertado por el repentino final del juego-. ¡KRUM HA AGARRADO LA SNITCH, PERO IRLANDA HA GANADO! ¡Dios Santo, no creo que nadie se lo esperara!

Los jugadores del equipo de Irlanda bailaban de alegría bajo una lluvia de oro que les arrojaban sus mascotas. Por todo el estadio se agitaban las banderas, y el himno nacional de Irlanda atronaba en cada rincón.

-¡Y mientras la selección irlandesa da una vuelta de honor al campo, escoltada por sus mascotas, llega a la tribuna principal la Copa del Mundo de quidditch!

Cuando subió el equipo de Irlanda a la tribuna principal, Troy y Quigley levantaron la Copa en el aire y la multitud expresó estruendosamente su aprobación. A Nelly le dolía la garganta de tanto gritar. Al final, la selección irlandesa bajó de la tribuna para dar una última vuelta de honor sobre las escobas, dando el partido por terminado.