✡ one; first day at school ✡

1K 100 47
                                    

Mis ojos se abrieron con pesadez, siendo impactados por unas franjas de luz que se colaban a través de la persiana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis ojos se abrieron con pesadez, siendo impactados por unas franjas de luz que se colaban a través de la persiana. Totalmente desorientada y adormilada, protagonicé una serie de estiramientos matutinos que sólo consiguieron darme más sueño aún. No fue fácil, pero una vez que conseguí incorporarme, consulté la hora en mi teléfono, las 7:30.

—¡Diablos!— maldije levantándome con brusquedad. Por poco tropecé al quedar con los pies enredados en las sábanas.

Benny vendría por mí a las 8:00 para irnos juntos a la escuela y debía de estar lista lo antes posible.

Mamá trabajaba por las noches, así que prácticamente no existía en las mañanas. Nada más acabar su turno, regresaba rendida y agotada, decidida a nadar entre las colchas del somier. En cuanto a la tía Amanda, a las 6:00 comenzaban sus lecciones de yoga. Por eso, tan solo contaba conmigo misma y una alarma chillona — la cual no escuché— para despertar a horario.

Corrí hasta mi guardarropas con la intención de tomar lo primero que se me cruzara, desconociendo que me quedaría titubeando un par de segundos sobre si debía usar la camiseta de Benny o no. Él dijo que se me veía bien, además, no era como si tuviera una sola camiseta en todo su closet ¿verdad?.

<<Ya qué>> aparté mis dudas lejos, tomando la prenda de algodón estampada.

Acabando de vestirme, me dirigí al baño y coloqué un poco de maquillaje negro contorneando mis ojos claros, haciéndolos resaltar. Mi cabello era una criatura salvaje, sin embargo, no contaba con el tiempo suficiente para enfrentarlo junto a mi espada, mejor conocida como la plancha. Opté entonces por dejarlo al natural, pareciendo un pequeño león castaño.

Una vez acabé con mi higiene personal, bajé rumbo a la cocina, tomé la leche de la nevera y una caja de cereales para fusionarlos en una tradicional y deliciosa combinación de sabores.

Justo cuando acabé el desayuno, unos golpecitos familiares sonaron en la entrada principal, indicando claramente la llegada de mi amigo. Antes de abrir la puerta, aparté un mechón de cabello lejos de mi cara.

—Buenos días, preciosa.— Me recibió con una sonrisa de oreja a oreja al verme, misma que se ensanchó considerablemente al notar lo que llevaba puesto.— Luces bien— agregó, señalando la camiseta de Star wars con la cabeza.

<<Preciosa>> Benny siempre me llamaba de ese modo. No recordaba con exactitud a partir de cuándo comenzó a hacerlo, sólo tenía muy claro que era de forma amigable. No debía ilusionarme.

—Supongo que tú también— dije tratando de sonar esporádica.

—Créeme, las rayas serán la nueva moda esta temporada— bromeó refiriéndose a su ropa, la cual podría haber hecho ver como un tonto a cualquiera, menos a él siendo la excepción.

Negué sonriente.—¿Listo para tu primer día en la preparatoria?— inquirí levantando una ceja.

—Por supuesto que sí — afirmó sujetando las tiras de su mochila con entusiasmo.

Ambos nos encaminamos rumbo al instituto, discutiendo durante el trayecto sobre cuál superhéroe era el mejor y por qué. Mientras nos desplazábamos por las calles de Whitechapel, Ethan me envió un mensaje diciendo que no iría con nosotros, sino que lo llevarían sus padres. Por lo que Benny me contó, la noche anterior se habría metido en problemas al descuidar peligrosamente a Jane. Una leve sensación de culpa me invadió, estaba segura de que nada de eso hubiera ocurrido de haber estado yo presente. Sólo rogaba por el bien de la menor de los Morgan.

Apenas llegamos, sentí cómo varios pares de ojos me analizaban, chicas y chicos por igual. La preparatoria no era nada diferente a la secundaria a fin de cuentas. Débiles pero perceptibles murmullos ocasionaron que me sintiera juzgada e incómoda. Seguro pensarían que mi ropa era horrenda o que mi cabello parecía un nido de pájaros. De manera inconsciente, mi mandíbula se tensó y me forcé a ocultar mi nerviosismo, derrochando una falsa fachada de autoconfianza que tanto me caracterizaba.

Opuesto a mí, Benny cruzaba el establecimiento totalmente relajado, lanzando miradas descaradas a varias chicas que pasaban a nuestro lado, típico de él. Antes no me importaba demasiado, pero últimamente sus múltiples intentos de ligar lograban fastidiarme con facilidad.

—¿Deberíamos esperar a Ethan?— pregunté girando la cabeza de un lado a otro, buscando indicios de su llegada.

—Sus padres también deben ir llevar a Jane, así que por qué no mejor vamos a buscar nuestros horarios mientras tanto— propuso.

—Me parece bien.

_________________________________

—¡No puedo creer que nuestra primera clase sea literatura!— protestó Benny, leyendo disgustado el papel que indicaba las asignaturas que tendríamos.

—Podría ser peor, deja de quejarte, pareces un bebé— me mofé de su berrinche dándole un pequeño codazo.

—¿A quién le dices bebé?— amenazó devolviendome el golpe con suavidad.— Además ¿qué podría ser peor que literatura?

—¿Educación física?

—Habla por ti. Prefiero ver chicas lindas corriendo tras una pelota, que al inepto del profesor leyendo poesía del año 1.600.

<<Idiota>> lo insulté mentalmente y rodé los ojos.

—Oye ¿te sientes bien?— Su semblante se tornó preocupado en exceso de repente.— Estás sangrando.

No fue hasta que toqué mi nariz que me di cuenta de que, en efecto, lo que goteaba de la misma era sangre y no estaba resfriada como creía.

—Descuida, no es nada— musité sin darle importancia para tranquilizarlo un poco.

De todos modos, mis palabras no fueron lo suficientemente convincentes como para que dejara de interrogarme.

— ¿Estás segura de que te encuentras bien? ¿Cuántos dedos ves? ¿En qué año se publicó el primer cómic de “Spider man”?— me atosigó con preguntas absurdas que podría haber contestado sin problemas.

Tardé en percatarme de lo cerca que Benny se encontraba de mí al intentar obtener un diagnóstico. La corta distancia entre nosotros era una sensación ambigua. Por un lado, deseaba tenerlo tan cerca de mí como pudiera, por otro, quería alejarlo a toda costa.

—Estoy bien, en serio… emm, voy al baño, enseguida regreso.— me encaminé por el pasillo, cubriendo con mi mano la insignificante hemorragia.

No obstante, incapaz de dejar a un amigo intranquilo y tan sólo luego de dar unos pocos pasos, me giré hacia Benny y solté— El primer cómic de “Spider man” fue publicado en 1962.

Por un instante, nos miramos el uno al otro con un sentimiento que no sabría explicar. Le regalé una última muestra de bienestar enseñando mis dientes y retomé la ruta hacia los sanitarios.

<<Demonios ¿qué fue eso?>>

_________________________________

Primer capítulo, "preciosas", ojalá les haya gustado. Ya puedo informar que las actualizaciones serán mínimamente dos semanales. Gracias por leer ♥️

𝘩𝘢𝘤𝘩𝘦.

him; benny weir (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora