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Hoseok miraba a su hermana y a Jimin mientras entregaba pedidos de algunos clientes, el día estaba siendo aburrido, sin mucho trabajo y con un clima asqueroso que normalmente los beneficiaria pero por alguna extraña razón hoy habían menos clientes que días anteriores.

Tocando el timbre para llamar a cada persona por su café, vuelve la mirada hacia su hermana y la ve reír sin ningún tapujo, ahora mira al peli naranja y lo ve con sus mejillas rojas y una sonrisa tímida. No entiende mucho que pasa entre ellos porque la mayoría del tiempo el solo está en la cocina, así que no entiende en que momento Noona y el chico nuevo se hicieron tan cercanos.

Habían pasado dos semanas desde la conversación con su hermana y realmente no creía que aquel chico fuera lo suficientemente bueno en este trabajo, está bien, no era un gran trabajo o difícil, pero para él era importante y esta cafetería no podía tener a cualquier persona trabajando para ellos y quizás solo quizás había juzgado al chico solo por su cabello zanahoria, no lo volvería a hacer, menos si hace reír de esa manera a su hermana.

Al momento de dejar el último vaso de café en el mesón con su respectivo dueño, voltea en dirección a la cocina otra vez, pero su camino se ve interceptado por su nuevo ayudante.

- Te llamé hyung – su sonrisa es demasiado bonita  – supongo que estabas distraído y no me escuchaste.

Hoseok solo lo miraba esperando que continuara, por algo había venido hasta el ¿no?

- Ah, le pedí a noona tu ID de kakotalk espero no incomodarte pero es que como ella irá por el fin de semana con sus amigas a la playa, pe...pensé... pensé que podría tener tu contacto para poder comunicarme contigo y no molestar a noona – su nerviosismo era notorio y Hoseok se preguntaba si era por el hecho de que se sentía atraído para con él o por la mirada que los ojos del castaño proyectaba, que dejémoslo claro era una completamente seria – si te molesta está bien no es ningún problema, no te molestaré o escribiré.

- ¡Jimin! – Jimin voltea al oír la voz de jiwoo llamándolo, la pelinegra se acerca a paso apresurado – Hoseok, le di tu contacto a Jimin para que pudiera comunicarse contigo este fin de semana ¿está bien cierto? – y este con solo un asentimiento de cabeza hacia su hermana y Jimin, se retira.

Jimin ya no sabía que concepto tener del castaño, tenía claro que el mayor no era un arrogante, menos un ególatra, le intrigaba cada vez más cuál era la verdadera personalidad de Hoseok.

Lo ve alejarse y desaparecer por la puerta de la cocina, Jimin suspira con el solo pensamiento de que quizás acercase al chico no será para nada fácil.





...

Las horas pasaban para Hoseok más lento de lo usual, hoy su hermana no estaba con él y el nerviosismo era evidente en todo su cuerpo. Salir al mesón se volvía una pesadilla, porque solo el hecho de pensar en estar a solas con el chico de pelo naranja lo ponía más ansioso que nunca.

No estaba a solas con un chico desde hacía mucho tiempo y ese chico lindo no era una buena iniciación para su vuelta a las canchas.

Jimin parecía el típico chico rompe corazones que no daba ni un peso por nadie, el tipo de chico que solo buscaba ligues de una noche, sonaría cliché, pero eso parecía Jimin para él.

Como ser humano uno suele juzgar sin conocer, sin saber, es como si estuviera en un manual de cómo ser una persona "Debes saber juzgar" porque seamos sinceros es algo que hacemos a la perfección y nadie nunca nos enseñó a cómo hacerlo, solo uno empieza con pequeñas cosas y luego ya es un maestro, quien diga que no lo hace, es un mentiroso de clase ejecutiva.

Es por esto que Hoseok sentía que estaba fallando a su "yo no juzgo sin conocer" lo estaba haciendo, lo había hecho y sin darse cuenta y a medida que las semanas pasaban se dio el tiempo de observar al peli naranja y con esto se había dado cuenta que las apariencias engañan y ese chico que se veía tan rudo y playboy no era más que un hombre que amaba mucho la vida, a su hermano menor y que sonreía como un loco con cada cosa buena por más mínima que fuera y lo más importante, hacia reír a su hermana como nadie lo había hecho en muchos años.

Park Jimin no era cualquier chico y eso es lo que más lo aterraba, no quería repetir la historia, no quería sentir más curiosidad sobre un chico, acercarse al menor y después obtener un corazón roto y no hablaba necesariamente por el propio.

Hoseok no era un chico problemático, menos un chico con un pasado tormentoso y tampoco tenía una familia disfuncional, solo no era bueno en las relaciones. No podía expresarse, al menos no como le gustaría.

Pensar en el chico nuevo en su cafetería le aceleraba el corazón y aunque sabía que quizás no fuera una buena idea acercarse a él o entablar una relación con él –del tipo que sea- su corazón quería tener un poco de vida, quería volver a latir y sentirse vivo por unos momentos más.

Quizás conocerlo un poco no sea tan malo

Quizás acercarse a él le haría bien

El peli naranja le transmitía un sentimiento de paz que no había sentido hacia mucho tiempo y para ser bastante sincero estaba sediento de un poco de eso.

Quizás podría llegar a tener un amigo que no fuera Nam o Kookie, alguien más que fuera distinto, alguien que no le recordara el pasado, alguien que tuviera su pelo naranja y una sonrisa de ojos preciosa.

Alguien como Jimin.

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no había notado cuando Jimin entro a la cocina, más si el olor de su colonia llego a sus fosas nasales haciéndole saber que el menor había entrado a su lugar. Girándose a mirarlo, sus ojos encontrándose, y al ver su sonrisa iluminar todo en la cocina, se dio cuenta que si quería acercarse a Jimin, que quería tener un nuevo amigo y gracias a su hermana sabía que el menor y el tenían varios gustos similares.

Hear Me  [J.H.S x P.J.M] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora