En un mundo paralelo al nuestro, existe una joven llamada Victoria, cuyo asombroso parecido con Saber de la franquicia "Fate" es innegable. Aunque Victoria vive en el mundo real, su vida cambia drásticamente tras un trágico accidente que le arrebata...
En el vibrante corazón de México, en un rincón donde el pasado y el presente se entrelazan, vivía una joven llamada Victoria, aunque su círculo cercano prefería llamarla "Tori". Con 20 años de edad, Tori era una universitaria con un enigmático aura que la rodeaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De estatura imponente, con sus 1.75 cm de altura, Tori era una figura que atraía miradas allá donde iba. Su físico esculpido, fruto de sus arduas sesiones en el gimnasio, daba fe de su devoción por el deporte y el bienestar físico. A pesar de su apariencia atractiva y saludable, su naturaleza introvertida la llevaba a preferir las conversaciones internas y los momentos de reflexión sobre las algarabías sociales.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El gimnasio era su santuario, el lugar donde encontraba paz y satisfacción en cada repetición y cada gota de sudor. Las pesas eran su compañero constante y el esfuerzo se convirtió en su idioma silencioso. Aunque muchos la admiraban desde lejos por su tenacidad y dedicación, Tori nunca había encontrado la confianza para dejar que alguien se acercara lo suficiente para ver más allá de su exterior.
A pesar de su vida activa, un velo de soledad la rodeaba. No había tenido novio hasta ese momento, y esa parte de su vida la mantenía cerrada y resguardada. Sin embargo, en el centro de su mundo se encontraban dos personas que ocupaban un lugar especial en su corazón: su madre y su hermana Samantha.
La relación con Samantha, su hermana mayor, era un vínculo inquebrantable que se había forjado a lo largo de los años. A pesar de las diferencias naturales entre hermanos, Tori valoraba la conexión única que compartían. Samantha era como una guía y un apoyo constante, una fuente de consejo y aliento en los momentos difíciles. Aunque las peleas eran inevitables, el amor que sentía por su hermana trascendía cualquier discordia momentánea.
Pero la vida de Tori estaba a punto de dar un giro inesperado..........Un accidente
El sol poniente pintaba el cielo con tonos cálidos mientras Tori salía de la universidad, despidiéndose de sus amigos con sonrisas y promesas de verse pronto.
"¡Nos vemos mañana, Tori!" exclamó Jesus, uno de sus compañeros más cercanos.
"Toma cuidado, ¿de acuerdo?" agregó Ana, mientras le guiñaba un ojo.
