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"Corre y no mires atrás."

Todavía escucho la voz de mi papá en mi cabeza. Es como si ese día estuviera en un disco roto. Un disco que constantemente repite sus últimas palabras. Es una maldición que me persigue desde ese dia. Ese día está grabado en mi mente. Recuerdo como estaba nublado y lo fuerte que corría el aire. El único ruido que había eran nuestras pisadas. Estábamos en paz.

Todo eso fue antes de que llegara el cazador. Junto a el, tres de sus compañeros nos rodearon.

"¡Cuidado!" gritaba mi papa mientras rasguñaba el rostro del cazador. Mi corazón se partió al ver como lo derribaron para colocarle cadenas a mis papas. Mi cuerpo entro en estado de shock. Mis piernas no me contestaban. Mi papa me rogaba que corriera, pero mis pies estaban clavados.

"Corre y no mires atrás." Grito y fue como si mi cuerpo despertara y así lo hice. Corrí mientras mi vista se nublaba con mis lágrimas. Corri mientras escuchaba los gritos de mis padres mientras los torturaban. Corrí sabiendo que nunca más podría volver a ver a mis papas. Sabiendo que estaría sola.

Desde ese día me hice una promesa. Nunca más dejaría que el miedo me detuviera

También, me propuse que iba a seguir mi vida conforme las reglas que mis papas me dieron. Las reglas me mantendrían a salvo, así como lo hicieron desde que nací.

Regla 1: Corre hacia el norte.

No estoy segura que hay en el norte. Solo se que mis padres sabían que ahí estaríamos seguros.

Regla 2: En la noche no duermas en espacios abiertos. Si no encuentras un lugar donde descansar, no duermas. Mantente alerta siempre.

Regla 3: Si alguien te está siguiendo, corre y por más que quieras NO mires atrás. No importa si te piden que pares. No debes parar.

Regla 4: Y la más importante de todas estas reglas, NO TE TRANSFORMES. Los cazadores y otras manadas te pueden rastrar por tu olor. El olor de un lobo aumenta cuando esta en su forma natural. Los cazadores o alfas no tienen piedad a un lobo y mas si no tiene manada.

No me he transformado desde el día que perdí a mis padres. No creo que valga la pena transformarse y arriesgar mi muerte. Aunque no todas estamos de acuerdo con mi decisión.

"¿Verdad, Amanda?"

<< "Es muy fácil para ti tomar esa decisión, yo necesito correr." >> dice Amanda en mi mente.

Los hombres y mujeres lobos, como yo, nos podemos comunicar con nuestro lobo. El lobo y el humano son diferentes.  Mientras el lobo es más salvaje y tiende a seguir su instinto, el humano analiza más. Es el perfecto balance.

"Ha! Como si fuera opción" contesto rápidamente. Puedo sentir como Amanda gruñe y yo solo niego mi cabeza. "Amanda, sabes que no podemos".

Y ahora que me recuerda mi querida lobo. Tengo que cubrir mi olor. Alcanzo a escuchar agua a lo lejos y sigo inmediatamente ese sonido. Al llegar, rapidamente me quito toda mi ropa y me sumerjo en el agua. Llevo ya 3 semanas sin bañarme, encontrar este lago es como un regalo de la Diosa de la Luna. La Diosa de la Luna es la que protege y vigila a todos los lobos. Mi papa siempre la describía como alguien maravillosa.

Mientras estoy en el agua me doy cuenta que hay una cueva cerca del lago donde podre pasar la noche. ¡Bingo! 2x1. Me enjuago un poco y salgo. Antes de ponerme la ropa cubro mi cuerpo de lodo para proteger mi olor de cazadores u otras manadas.

<< "¿Para qué te limpias si como quiera te vas a ensuciar?">> reclamo Amanda con asco "¡Ay no! Hueles horrible. De todo lo que pudiste a ver agarrado, esto es el peor. ¡Mira Carola! Hasta las moscas te huyen." >>

"Amanda no seas exagerada. No huelo tan mal" Contesto mientras volteo mis ojos y me pongo mi ropa. Amanda y yo tenemos una relación muy especial, sin ella ya me hubiera vuelto loca. Han sido ya tres años desde que mis papas fueron asesinados. Si no pudiera hablar con ella, me sentiría muy sola.

Mientras sigo caminando abrazo mi cuerpo. Es invierno y caminar sola en este frio es un infierno.

<< "Carola, está demasiado frio como para que duermas así. Se que va contra las reglas, pero transfo...">>. Amanda empieza, pero no pude evitar interrumpirla con un fuerte gruñido

"No Amanda, lo único que nos ha mantenido vivas han sido estas reglas."

Amanda no me contesta y tomo eso como una señal de que me entendió. Dado a que nuestra pequeña discusión termino, empiezo a juntar madera para una fogata. Al meterme a la cueva, armo nuestra mini fogata y me acuesto. El suelo esta horriblemente frio y no puedo evitar temblar. Abrazo mi cuerpo lo más fuerte posible. No dure mucho acostada porque mi estomago empezó a gruñir. Llevo días caminando sin poder comer. Es imposible no sentir y notar como mi cuerpo se debilita.

<< "Se que las reglas nos han mantenido vivas, pero papá y mamá no quisieran vernos así de débiles. Déjame ayudarnos casando algo rápido.">>

Debió ser el cansancio, el frio o lo débil que me sentía, por que sin darme cuenta accedi. No tomo mucho para que Amanda decidiera tomar el control

Senti como mi lobo, Amanda nos guiaba all correr. Al transformarme, puedo aun tener el control, aunque hay veces, como hoy, que simplemente dejo que Amanda lleve todo el control. Al pasar el lago no pude evitar admirar mi lobo. Mi pelaje es blanco como la nieve. Mis patas negras como la noche. Es muy raro y único.

Aunque siempre diga que transformarme es lo peor, no sé qué haría si no lo pudiera hacer. Al igual que Amanda, he extrañado esto por tanto tiempo.

Nos dirigimos hacia el centro del bosque. Olfateamos tratando de buscar comida cerca. No nos queríamos alejar mucho de nuestro refugio. Entre el silencio de la noche escucho ruido y no puedo evitar voltear.

<< "Señorita, le parece un ciervo para su cena">> Amanda dice en un tono juguetón. Mi estomago truje de simplemente pensarlo. Sentí la brisa correr por nuestro cuerpo y como nos llenábamos de adrenalina al perseguirlo. El ciervo era rápido y se estaba alejando, pero no era tan rápido como nosotras.

<< "Ya casi lo tengo.">> Amanda me dice emocionada. Justo cuando Amanda iba a atacar al ciervo escuchamos un gruñido que hizo que desenfocara mi atención del ciervo y hacia el lobo enorme oscuro lobo. Su miraba desafiaba la de Amanda. Pronto, sus gruñidos se multiplicaron. Atrás de él aparecieron más lobos dispuestos a atacarnos en cualquier momento. .

"Mierda, entramos al territorio de una manada." Murmure. 

MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora