♾ Miedo (Parte III/III) ♾

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Thomas gimió de dolor y él celular, que aún sostenía en su mano izquierda, cayó al suelo, después él también cayó, quedando de rodillas, aún sosteniendo su herida con su mano derecha. Erika no tenía expresión alguna, se veía como si esto lo hiciera todos los días y que ya se hubiera acostumbrado. Ella soltó el cuchillo y dio unos pasos al frente para recoger el celular y colocárselo en la oreja, tú aún seguías en la llamada.

(Desde la llamada)
____: amor... ¿sigues ahí? Contesta por favor. ¡Amor!
Erika: él está bien. Ahora yo lo cuidaré por ti.
(Fin)

Y Erika colgó. Aventó el celular hasta el otro lado de la sala, que probablemente se quebró por el impacto, y se acercó a Tom.

— ven — dijo ella y lo tomó bruscamente de los brazos, levantándolo y obligándolo a caminar. Thomas se quejó, pero no tuvo otra opción más que recargarse en ella, pues era el dolor más grande que había sentido en su vida y estaba seguro de que no podría caminar sólo.

Erika lo guió hasta el sillón donde había estado antes y lo dejó caer, dejando escuchar un leve grito de dolor proveniente de Tom. Ella fue a recoger otra vez el cuchillo, regresó y se sentó en el suelo frente a él. Erika miraba a Tom fijamente a los ojos mientras jugaba con el cuchillo, pasándolo de una mano a la otra.

Thomas también la miraba, pues tenía miedo de lo que pudiera hacerle. Tenía miedo de no volver a verte.

— esa maldita no nos molestará más — dijo después de unos minutos.

Tom frunció el ceño y se quejó mientras hablaba— n-no tienes de-recho a hablar a-así de ella. ¡Es mi esposa! — gritó y después se quejó, presionó más en su herida para tratar de contener el dolor, aunque eso solo evitara vagamente la hemorragia.

— todos cometemos errores — comenzó a decir ella — y el más grande de tu vida fue casarte. Bueno aún no me conocías, así que podría considerarse como justificado. Pero ahora estamos aquí, los dos — concluyó. Tom seguía quejándose y la mancha de sangre en su camisa crecía más — ¿cómo la conociste? — empezó a apuntar el cuchillo hacia Tom — dime.

— en un tren — dijo rápidamente y después se quejó.

— anda, dime la historia completa — acercó más el cuchillo a él.

Thomas se acomodó en el sillón, dejando escapar un grito de dolor — ¡Ah¡ — esta vez usó la mano izquierda para taparse la herida — ella estaba perdida y la ayudé a llegar. Jamás c-creí que la llegaría a amar t-tanto —Erika se levantó al oír eso y acercó peligrosamente el cuchillo al rostro de Tom.

— ¡Es a mi a quien amas! — dijo con furia, el cuchillo temblaba levemente en sus manos. Después se calmó y habló con un tono de voz más suave — . Pero no te preocupes, pronto lo aceptarás.

— ¿p-por qué? — preguntó un Tom, podría decirse que, agonizando. Las dos manos que tenía sobre la herida ya no servían de mucho para controlar la hemorragia y ahora ambas estaban cubiertas con su sangre.

— porque si no lo haces te mataré — contestó Erika con un tono neutro.

Thomas abrió los ojos ante esto, empezó a respirar pesadamente y se puso a pensar. ¿Cómo es que habían llegado hasta este punto?, ¿donde estabas tú? Sus esperanzas casi se fueron cuando sintió el cuerpo pesado, no aguantaría más tiempo despierto.

One Shots ||Tom Hiddleston||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora