Secreto a Voces.- Parte 1

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Yo me acompañaba con las sombras esperando, y a la oscuridad le preguntaba a dónde pudieron haber ido. Me sentía tan sola, la única compañía que tenía eran los visitantes del templo, ellos en su mayoría eran turistas, cuando se acercaban, su mirada era cálida, me abrazaban, otros me cargaban, incluso se tomaban fotos conmigo; supongo que era feliz con ellos hasta que llegué a los 5 años de edad cuando comprendí que a sus ojos, yo era nada más que una atracción más del lugar; no era "alguien" más bien era "algo".

Esquivé innumerables veces a los trabajadores sociales del estado, aunque siempre me tienen en la mira; evito llegar temprano a casa, ya conozco su horario de trabajo, por lo que me quedo entre los estantes de la vieja biblioteca de la escuela buscando libros que me lleven a un mundo de fantasía y felicidad, para así poder esquivar la tormentosa realidad que me acompañaba cual maldición incesante.

No sé nada de mi pasado, no recuerdo los rostros de mis padres y mucho menos sus voces, el cómo llegué al santuario es un enigma aún mayor que carcomerá mis adentros para la eternidad, sin embargo este siempre fue el escenario fiel de cada episodio de mi vida, por lo que quiero convencerme poco a poco de que este fue mi hogar desde que vi la luz por primera vez.

Cuando cumplí los 6 años fue cuando me convertí en lo que soy ahora. Recuerdo una clase de Literatura, en la que un maestro nos pidió que escribiéramos un prólogo de un libro que contaría la historia de nuestras vidas; y ahora que lo pienso es un tema muy existencialista y profundo como para que unos niños de 6 años aborden. Llego el día y pasaron uno por uno mis compañeros de clase, todos narraban el cómo se conocieron sus padres, quiénes eran ellos y los describían en sus años de juventud que quedaron únicamente en recuerdos y fotos que conmemoraran hasta el fin de sus días, hasta que llegó mi turno y recuerdo claramente lo que dije:

"Me gustaría comenzar por lo tradicional, diciendo quiénes son mis padres; sin embargo, no puedo. A mi parecer, yo provengo del roce del agua y la tierra fértil del templo dónde crecí, cual brote de flor. Ahora quizás no sea completamente feliz como cualquier niño debería de ser, no tendré una figura paternal o maternal en casa, o alguien que cuide de mi, más yo sé que algún día llegará una persona con la que deje todo lo ocurrido en el pasado y viviré el cuento de hadas que tanto anhelo. Sólo soy una niña aún pero sé que las cosas mejorarán como en el caso de las princesas de los libros infantiles polvorientos de la vieja biblioteca. Estoy lista y ansiosa de ver qué ocurrirá mañana." Gracias.

Después de decirlo con tanta ilusión, el maestro me llamó a su escritorio para citarme en la hora de recreo, pues él quería hablar conmigo sobre algo importante, yo accedí contenta, de seguro de felicitará. Gran error. 

Tocó el timbre y mientras todos salían al receso yo me acerqué al escritorio del profesor con una gran sonrisa dibujada en mi cara.

- Muy bonito y todo. Pero, Kohina, yo pedí un prólogo de tu vida, y no quiero acusarte de habernos mentidos a todos en la clase, pero, es ilógico que una niña tan pequeña como tú, viva sola en un santuario. Me refiero a ¿Quién viene a las reuniones de padres de familia? - dijo el hombre que estaba en cuclillas, para estar a mi altura,mientras me observaba fijamente.

-  Nadie viene. - balbuceé.

- Es increíble, de todas maneras, si lo que dices es cierto, debes de buscar ayuda de adultos, mira, - sacó una tarjeta de su bolsillo y la extendió hacia mí - es de una amiga mía, ella trabaja con niños en estado de abandono, te puede ayudar.

- No quiero su ayuda, ellos me llevarán. - respondí aterrada.

- Como quieras. Y por último, un consejo, deja de leer cuentos de hadas, porque la vida nunca será una historia de fantasía, el mundo es cruel, y debes de aprender a verlo de ese modo. - pronunció y procedió a ponerse de pie e irse, dejándome en el salón.

En esos instantes, no sabía qué decir, sin embargo si sabía que en mi cuerpo y en mi mente percibía algo nuevo, como si todo se fragmentara en pedazos que nunca se podrían volver a unir.

Desde ese momento nunca más volví a ser la misma.

Ese día crecí y maduré.

No tocaba más los libros de fantasía, de hecho, los cambie por libros de ciencia, investigaciones, biografías de grandes pensadores, terror y misterio.

Y seguí así, hasta que una tarde , me volví a cuestionar mis orígenes; los libros decían que una familia disfuncional influía mucho en el carácter de los niños, y que, ese tipo de familias eran más probables de criar hijos con psicopatía. Tsutomu Miyazaki. A este paso seré él, solo que sin los cargos por violaciones. No quiero eso.

Desde ese día suprimí en mi ser todo rastro de humanidad. No quiero sentir. Seré un robot.

Aunque es imposible, hago mi mayor esfuerzo. ¿Si? Ya dejen de criticar mi forma de actuar.

Los niños son crueles. Quisiera creer que es porque son honestos, porque no tienen filtros al hablar, ellos solo dicen lo que ven sin maquillar la verdad. ¿Yo? Yo ya no soy un cachorro humano, y si tuviera que clasificarme en una de las etapas de su especie, me describiría como una mente de adulto joven atrapado en el físico de un niño.

Cada noche a las 10, me encierro en mi cuarto, y caigo en razón de que no soy un objeto inanimado, jamás lo seré, que tal vez para los demás si pueda ser catalogado como objeto, pero no lo soy. Yo siento incluso mas que los muchos que se burlan de mi.

Yo solo soy una niña pequeña, quiero una familia, quiero que me abracen, que me regañen, que me perdonen, que me digan que está bien y que está mal, quiero una madre que me cocine y me pregunte qué me gustaría cenar, y por fin poder decir en voz alta. "La comida que mami prepara, es la mejor", también deseo un padre, que me cargue en sus brazos y me diga que soy su "princesita". Quiero muchas cosas, soy egoísta. Debería de agradecer cada día de vida. Pero a final de cuentas, y de todo lo que quiera aparentar ante los ojos crueles y juiciosos de mis iguales, no soy más que una niñita asustada.

- ¿Y de qué vale anhelar todo lo que no tengo?- Me pregunto a mi misma por milésima vez en una hora.

- Tal vez sea el encanto de saber que jamás lo tendrás por mucho que desees.- Me respondo.

Esas son mis crisis emocionales, se presentan cada vez más preocupada. No está bien.

Tal vez sea hora de que cree a una familia para mí.



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Hola a todos, espero les guste este capitulo. ¡Vamos a por el grande!

Muy pronto sabremos a profundidad el por qué Kohina decidió jugar Kokkuri-san, esto se pondrá muy interesante.

Aunque por mientras exploraremos a nuestra protagonista un poco más allá de su disfraz de robot y sabremos por fin cómo se siente ella en realidad.

Pronto subiré la segunda parte, los amo ♥♥♥


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⏰ Última actualización: Jan 31, 2019 ⏰

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