My

20.8K 2.1K 737
                                    

            El peli café observaba con una faceta inexpresiva su reflejo en el espejo de cuerpo completo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

           
El peli café observaba con una faceta inexpresiva su reflejo en el espejo de cuerpo completo. Ya era un hombre mayor; uno el cual estaba y necesitaba hacer importantes cambios en su vida para él mismo como para su futuro imperio.

Las sirvientas fielmente le ayudan a vestirse y arreglar sus rebeldes cabellos de manera formal como era costumbre y digno del sucesor al trono. El futuro emperador de Baekje.

Kim NamJoon estaba más que seguro que lo primero que veías en sus oscuros orbes cafés era un gran abismo de emociones llenas de amargor, y el príncipe heredero siempre lo comprobaba en los momentos como esos en los cuales se miraba fijamente en el espejo.

Reiteradamente se arreglaba para conocer a una de las concubinas enviadas por los ancianos del consejo imperial que pedían a gritos que se casara antes de tomar el trono. Era indigno que a esas alturas el gran príncipe no tuviera un cónyuge e hijos. Incluso seria pasable el hecho de que NamJoon tuviera una concubina predilecta, ¡Pero ni aquello! El peli café no tenía a un elegido, ni siquiera a alguien que le llamara la atención, y eso ciertamente no era bien visto por la sociedad, por lo que exiguos rumores se había convertido en ingentes cotilleos entre los trabajadores del palacio y el pueblo.

NamJoon no era de oídos sordos, él sabía más que bien que estaban dudando de su futuro liderazgo únicamente porque no era capaz de elegir a uno de los concubinos, porque sí, el harem del príncipe era diverso entre los dos géneros e incluso razas; habían individuos de piel lechosa como de piel oscura, personas de cabellos color carbón al igual que melenas tan brillantes como el oro. Si tan solo fuera por casarse NamJoon ya lo habría hecho, pero su futuro esposo y progenitor de sus herederos tenía que ser alguien a quien de verdad amara y llenara ese vacío que crecía cada vez más desde la partida de su adorada madre. NamJoon no quería un compromiso en el cual fuera infeliz y necesitara llenar vacíos del matrimonio arreglado con más cortesanos como hacían muchos emperadores.

Su madre antes de morir le había contado tantos relatos sobre el amor, que él fielmente aun esperaba que llegara esa persona que le hiciera sentir aquellos sentimientos que decían las leyendas antiguas sobre el estar enamorado y encontrar a la persona que el destino había elegido para estar a tu lado.

Con un poco de pesar camino hasta llegar a los aposentos del harem donde se encontraban todas aquellas señoritas y pajes que aguardaban ser elegidos para estar con él, el hijo del emperador; queriendo ser bendecidos por la diosa de la fertilidad y por fin darle su primogénito al futuro rey, pero para mala fortuna de las que ya habían sido elegidas para una noche: no solían salir embarazadas y NamJoon no se acostaba con la misma persona más de una vez, pues ninguno le llama la atención; solo lo hacía para satisfacer al consejo y a su padre el emperador, quien quería verlo tener hijos que aseguraran el trono, algo terrible al pensar de NamJoon.

—¡Su majestad! Traigo un comunicado urgente. —uno de sus mensajeros se inclinó ante él haciendo que se detuviera a mitad de los pasillos a escuchar las nuevas.

Little Prince |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora