Prince

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NamJoon estaba cansado por lo ajetreado del día y su mente no dejaba de pensar en todos sus futuros deberes como el nuevo emperador de Baekje, lo que menos necesitaba era que el consejo real le presentara una nueva mujer en ese momento que se supo...

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NamJoon estaba cansado por lo ajetreado del día y su mente no dejaba de pensar en todos sus futuros deberes como el nuevo emperador de Baekje, lo que menos necesitaba era que el consejo real le presentara una nueva mujer en ese momento que se suponía que era para su disfrute en compañía de sus personas cercanas como lo eran sus hermanos menores y el príncipe SeokJin, quien había estado ocupando sus pensamientos.

—Su excelencia, me gustaría presentarle a una chica que puede ser agradable compañía esta noche. —el viejo sonrió hacia él con picardía e hizo que la muchacha diera un paso hacia adelante.

—Es un placer poder ser presentada ante usted, su majestad. —la rubia se inclinó ante él, y por la cabeza de NamJoon únicamente pasaron recuerdos de la primera vez que SeokJin se presentó e hizo una perfecta reverencia de noventa grados.

El pelinegro... solo lo había visto de reojo por unos cortos segundos cuando finalmente fue coronado. SeokJin lucia tan hermoso como siempre, pero su apariencia esta tarde era todavía mucho más brillante. No escucho más de lo que le decía la chica y el anciano que se la presento porque su mente ya estaba siendo totalmente ocupada por una persona.

Sus ojos vaguearon toda la sala en busca del "pequeño príncipe" como le había apodado cuando este estuvo en cama por su herida y se olvidaron de las formalidades. NamJoon termino consolándole en esos días y descubriendo que ciertamente Jin era un pequeño pretencioso y niño mimado; haciendo pequeñas rabietas, burlándose de sus palabras, curioso por todo y volviendo a sentirse triste, por todo aquello NamJoon supo que no le importaría cuidar y mimar al más joven, quien apenas había cumplido sus diecinueve años y trataba de ser el señor madurez con los que lo rodeaban.

—Si me disculpan, debo de ir atender otros asuntos. —mintió con una sonrisa, dejando a la rubia con la palabras en la boca y saliendo lo más rápido del lugar para encontrar al pelinegro.

Se dirigió a la puerta por donde vio a Jin irse unos momentos atrás y empezó a caminar por el lugar, parándose a preguntar a varios de los guardias si habían visto al príncipe extranjero pasar por esos caminos, los cuales le dieron afirmativas. NamJoon camino unos pasillos más y llego hasta una de las terrazas donde encontró a Jin apoyado en el barandal observando el cielo. Estaba oscuro al ser más de las ocho y la luz de la luna alumbraba vehemente el delicado perfil del menor quien parecía absorto en pensamientos tortuosos por la expresión melancólica que yacía en su delicado rostro.

—Bonita noche, ¿verdad? —susurro captando la atención de Jin, quien se giró sorprendido para verlo; preguntándose que hacia el emperador en ese lugar apartado cuando podía estar disfrutando de su fiesta de coronación.

—Su majestad... ¿Qué hace aquí? —Pregunto un poco pasmado mientras veía a NamJoon apoyarse de la pared con una expresión serena— Digo, ¿no debería estar celebrando y pasándola bien antes de que todos sus deberes le quiten el tiempo?..

Little Prince |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora