Al finalizar el año, me empecé a sentir mejor, mi cuerpo estaba con mas kilos que meses anteriores y realmente me sentía bien. A pesar de todo, terminé el año muy bien, creo que hasta en esa navidad recibí mas regalos que lo abitualmente.
Empecé otro año con muchas cosas nuevas, como por ejemplo dejé la escuela pública e ingresé a una escuela privada totalmente diferente.
Comencé mi primer y último año de primaria en el Estrada, el primer día, con pollera, camisa blanca, zapatos negros, medias y corbata; de llevar un guardapolvo blanco a un super uniforme, para mi, era un gran cambio. Recuerdo claramente que era muy vergonzosa, bueno quien no en su primer día con uniforme extraño, profesores extraños, compañeros extraño y todo extraño. Tan vergonzosa que olvidé mi división y me fui a un curso que no era el mio, se llamaba 6to F, y aunque solo pasé 20 minutos en ese salón me entusiasme con los chicos de ahi, eras muy copados, pero tristemente me llevaron a mi 6to D, no digo que eran malos porque me recibieron de la mejor manera, pero hubiera preferido quedarme en el anterior.
Obvio que nunca falta la "antipática y peleadora del salón", yo la tenia y su nombre era Milagros, el milagro que no tuve porque la aguanté durante 3 años como compañera y como principal rival, vale aclarar que no solo era ella porque una divina trae de guardaespaldas a mas divinas. Tuve muchísimas diferencias y peleas, ya que era esa nena que no decia nada y que siempre la hacían callar.
Tampoco faltaban esas personas que te miraban de la coronilla hasta la punta de los pies por ser ex alumna de una escuela pública.
Creo que me siento orgullosa de mi misma, porque no cualquiera aguanta varios años con personas asi, como no aguantó mi compañera, se llamaba Mora y era hija de uno de mis profesores de secundaria. Eran muy amigas con Milagros, hasta que se acabó la amistad y se convirtió en una guerra de perros y gatos, finalmente el cansancio le ganó y se cambio de escuela; Su padre, cada vez que hablaba de ella en una explicación, nos recordaba que su hija siempre le decia que no queria volver a tener relación con ningún chico de su ex escuela, yo era una de sus compañeras pero sin embargo la entiendo.
Yo no fui asi, empecé a creer que ya era tiempo de dejar ese traje de nenita"victima" que le pasó muchas cosas malas y de dar lástima, estaba muy claro que ese papel no lo iba a usar toda mi vida y además de nada me sirvió tenerlo. Asi que fui esa que sacó las garras y empezó a hacerse respetar, con mucha ayuda de mi madre que me enseñaba a que nadie es mejor que otro, a que tenia que aprender a defenderme y que de ninguna manera tenia que tolerar la falta de respeto.
Sin duda tuve los mejores momentos que compartí con mis amigos y compañeros ya que a la siguiente cursada la mayoria nos separabamos de división o se cambiaban de colegio.
Ese año creo que no lo podría olvidar nunca, porque ademas de que vivi momentos muy bonitos, fue trecer año de secundaria cuando terminé de cambiar por completo.
