Capítulo 3: La declaración

1.5K 254 126
                                    

El sistema continuaba funcionando. Con nuevas reglas, otras modificaciones, pero servía. A veces a dura penas, pero lo hacía.

Cassie e Iván continuaron siendo pareja de química la siguiente clase. Y también la siguiente y la que seguía de esa. Di por sentado que sería así siempre, así que Zaid y yo seguimos juntándonos a observar células y le mantenía al tanto de mis intentos en agradarle a Cassandra. La semana pasada, por ejemplo, ella había olvidado su cartera en casa y le hacían falta unas monedas para comprar una gaseosa en la maquina expendedora. Yo se las presté.
Y cuando no había hecho su tarea de cálculo, le dejé copiar la mía. Ella, después de darle un vistazo y asegurarse de que todos los números estaban donde debían estar, la copió. Hasta me dijo "muchas gracias". Quiero decir, pudo haber dicho gracias y ya.

Ese día Iván llegó a azotarme un beso en los labios en el receso. Me sorprendí. No solíamos darnos picos en el colegio.

—Gracias—susurró apretándome la mano cuando vio a Cass acercarse.

Me alegré de que Iván fuera consciente de mis intentos. La mayoría del tiempo sentía que no notaba tanto mi presciencia cuando éramos los tres, pero saber que lo hacía (que de verdad se fijaba en esos pequeños detalles), me animó. Además, parecía que él no era el único en darse cuenta de ello.

—Zaid—lo llamé—. Eh, Zaid. Creo que ha habido progreso—le dije sonriente.

Él no dijo nada. En su lugar, tomó mi cuaderno y escribió: "¿De verdad?". Yo giré lo ojos. ¿Estaba de broma?

"Por favor, me preocupa la salud de tus ojos. Sueles darles muchas vueltas. ¿Segura que eso es normal?".

Casi se me escapa una risa, pero cuando vi que el profesor terminó de copiar los ejercicios en la pizarra y se giró a vernos, me contuve.

"Te prometo que no le causo más problemas de los necesarios a mi oculista." Anoto. "¿No somos muy grandes para esto? ¿Quién escribe notitas en clase? A los profes no podría importarles menos".

"No correré el riesgo de que a uno le importe más que menos. En fin, cuéntame".

"Ella me invitó al cumpleaños de su hermana. Personalmente. No a través de Iván ni nada. Siento que comienzo a agradarle :)".

"¡Buenísimo! Hoy es un buen día para agradecer a quién inventó los signos de admiración porque me encantaría expresarlo con mi propia voz, pero me temo que estoy a poco o nada de que este hombre me repruebe. Y no quiero tentar al destino, pero me alegro por ti Ariadne. En serio. ¡¡¡¡¡!!!!".

"Hey, la última nota se vió muy forzada. Hasta suena sarcástico una vez que la relees, pero te juro que no lo digo con esa intención. Estoy genuinamente feliz por ti".

":)".

Me sentí con la personalidad de un signo de admiración por el resto del día. Estaba contentísima. Sabía que no me había ganado la confianza de Cassandra en su totalidad. Era consiente de la existencia de aquel muro que aún nos distanciaba. Sabía que todavía no se fiaba de mí para ser la novia de Iván o la chica que te pasa la tarea en la clase de matemáticas, quizás siempre lo revisaría antes, sin embargo, era evidente que habíamos dado un paso adelante desde que nos conocimos. Bromeábamos de vez en cuando y hablábamos de Gilmore Girls y de por qué Rory se volvió insoportable a partir de la cuarta temporada e incluso lo hacíamos cuando Iván no estaba. Hasta nos unimos en un duo interpretando una canción de Taylor Swift en el auto de él, burlándonos de que no se la sabía.

Las cosas iban bien. Y el beso robado en el receso daba fe de ello. Por otro lado, aún sentía esa sensación rara en el estómago.


Iván es hijo único. Cuando apenas nos estábamos conociendo y fuimos a nuestra segunda cita, me contó que casi tenía un hermano pequeño, pero que su madre sufrió un aborto en el quinto mes de embarazo. Estaba a punto de darle mi pésame cuando recuperó la sonrisa. Sonrió en grande cuando descubrió que tenía la oportunidad de hablarme sobre Cassandra y la describió como a la hermana que jamás tuvo. La adora y sé que también su familia lo hace. He oído que Lola, la madre de Iván, se refiere a ella como una hija. Y no como el "hija" por compromiso que te dicen tus tías o a las mejores amigas de tu madre. Es más bien de la clase "eres parte de mi familia. Ojalá lo fueras literalmente".

Yo tampoco tengo hermanos. Tengo primos, decenas de ellos y los adoro, sin embargo siempre me pregunté que se sentiría vivir bajo el mismo techo de alguien, más pequeño o más grande, similar a mí. Alguien con quien compartir infinidad de chistes íntimos y conversaciones en la madrugada. Alguien a quien molestar cuando estuviera de mal humor y a quien llamar por apodos ridículos que sólo se usaran dentro de las paredes de nuestro hogar. Alguien con quien pelear por el control remoto y a quien extrañar y molestar con quedarme con su habitación cuando deba partir a la universidad.

No tuve nada de eso, pero Iván tuvo y tiene la buena suerte de haber encontrado algo muy similar. Una Cassandra. Y si, para él era tan importante, no podía ser tan malo.

Procuro repetirme lo último una y otra vez cuando llegamos y Cassandra hace un chiste en referencia a mi labial y propone que intente entretener a los amigos de su hermana asumiendo el puesto improvisado de payasa.

—Son un encanto. Te adorarán—aseguró.

Yo no supe cómo decir que no, a pesar de odiar la expresión "encanto" viniendo de ella, así que accedí a ponerme la nariz (sólo la nariz) y a contar chistes de los que nadie se rió por al menos 10 minutos, que sinceramente se sintieron como dos horas. Estoy segura de que al final mi cara acabó siendo del mismo color rojo vibrante de aquella nariz de plástico.

Volví a repetirme aquellas palabras cuando derramó gelatina sobre mi blusa o casi me golpea en lugar de a la piñata.

—¡Ups! Yo y mi torpeza. ¡Lo lamento, Ari!

—¡Ay, mi error! Espero que la mancha se quite. Es cereza, pero ten, toma una, están buenísimas.

Si se debía a una falta de cuidado, vaya, ¡qué torpeza la de ella! Si se debía a un mal día, no lo demostraba con Iván, con él era toda risas. Conmigo en cambio, me trataba como a un saco con el cual descargas tu ira. Una almohada. Y no me parecía para nada.

Durante toda la tarde se dedicó a soltar bromas y comentarios disfrazados con cumplidos con el único motivo de hacerme sentir mal y, al menos para mí era bastante evidente. No podían ser tantas coincidencias. No tenía ni la menor idea de qué había cambiado desde su invitación hasta este momento, pero sin duda algo había ocurrido, y no me parecía que quisiera hablar de ello.

Había estado conteniéndome toda la fiesta y me constaba que había hecho mi mejor intento en ser paciente las últimas semanas, pero no estaba segura de soportar un insulto más. No estaba acostumbrada a ser tratada así y ella no parecía tener problema en hacerme explotar.

Cuando Iván se dirigió la baño, ella se acercó a mi y me ofreció una rebanada de pastel con una sonrisa socarrona.

—No, gracias. No me apetece—respondí procurando ser amable.

No te lo tomes personal, Ari. Que no te afecte. Encuentra tu círculo. Céntrate. Probablemente te lo estás imaginando. La chica es un amor.

—Menos mal. Me parece que, desde que te conocí, has subido un poco de peso. ¿Siempre comes así? No es que sea malo, pero, digo, me doy cuenta—comenta encogiéndose de hombros y antes de irse niega con la cabeza un par de veces y se gira de nuevo hacia mí—. Qué imprudente soy. Olvida lo que dije—. Parte una rebanada y la deja frente a mí—. Estás bellísima, Ari. Tú come, ten.

Y se va. Sin más. Me quedó con la boca abierta.

No es su comentario lo que me ofende sino cómo lo dijo. Se estaba burlando. De mí robando comida del plato de Iván, de él llamándome "maniaca de la comida" de cariño. Le parece bobo. Tonto.

Llámenme loca, pero siento que esta chica literalmente me ha declarado la guerra aquí y ahora.

n/a: ¡EHHHH! Estoy muy contenta por todos los comentarios que dejaron en el capítulo pasado y porque la historia esta a nadita de llegar a las 990 lecturas y nO ME LO CREOOO. Esto está creciendo muy rápido y es muy bonito leer que lo disfrutan conmigo.😭🥰❤️

Ahorita estoy tratando de escribir varios capítulos y adelantar lo más posible en el especial de San Valentín que hay en mi cuenta cada año, así que estén atentooos.👀 MIL MIL GRACIAS POR TODO

Abrazos,
Liz.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 24, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Interponiendo el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora