Doctrina de las artes.

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  • Dedicado a los alumnos de la belleza.
                                    

Alza la mirada,

La luz la ciega.

Cuello altivo siempre deber mantener.

Grácil en su postura,

Pasos firmes.

Arte con sus pies.

Un giro,

Luego otro

Y otro más

Rompiendo esquemas,

Crea figuras en el aire con sus piruetas perfectas.

Publico anonadado,

Ovaciones de pie.

Irónica careta el pensar,

De quien puede parecer una pérdida de tiempo y sin embargo vociferar que contempla arte en movimiento.

Para ellos es simple deber

Precioso deber,

Para con el universo y su repartición de perfecciones.

Giros, sonrisas,

Suaves ademanes, frente altiva,

Languidecentes pensares, aplausos con finales,

Danzares que mueren.

Fascinante y misteriosa musicalidad que encierra y cubre de magia el acto de un bailarín.

Violines acusadores se camuflan en sonatas de impresionismo.

Piano que emite, en susurros, los secretos de su pianista.

Chelo que sigue la exactitud de una partitura que clama al cosmos una estrella en su nombre.

La orquesta continua, magistral, su magnífica labor.

Bailarines inundan el escenario.

Poetas trazan rimas.

Músicos cobijan de esperanzas cada nota.

Todos artistas, ahogan de euforia un público con excitación ascendente.

Bello el pensar de crear arte con tu ser, trazar caminos de libertad, efímeros, caminos de ímpetu que resuenan bajo la mano de quien dirige una orquesta, o quien se deja encaminar bajo los mandatos de su pincel y sus lápices de carbón.

Continua,

no te detengas.

Manchemos de belleza la lúgubre alma de ciegos personajes.

Asesinos de la pureza.

Artistas; dotados por el cosmos, dotados de cosas extraordinarias.

Aquel que es músico y te sobrecoge el alma.

El que danza con finura y te hipnotiza con un ademán de sus pies y aleteo de sus brazos, giro de cabeza y una extraordinaria presentación.

Quien tiene el ojo de retratar paisajes de asombro, pinta sobre la pupila una pizca de maravilla.

El que sosteniendo un lápiz, o con rápida oscilación de sus dedos tatúa en donde le plazca preciosos pensares, algunos rimantes amantes de las artes.

El que te entrega sus gestos, palabras y circunstancias a través de una cámara, o sobre un teatro citando con maestría un guión.

El que con trazos de un pincel, o por obra de lo que observe crea un esplendido retrato del alma.

Entonando melodías, son los gritos del alma, las palabras de una sirena dormida en sus entrañas, meciendo la conciencia de quien escucha perplejo la voz del cantante que escupe el arte desde su voz, pasando por su garganta, aire comprimido en el diafragma, aire compuesto de hechizos y conjuros del cosmos para ser apreciado el arte.

Necio quien no comprende de las artes y no se esfuerza por detener su rumbo a admirarlas.

Preciosa la vida, extraordinario el mundo, juega con los alumnos de la belleza.

Revota tu nombre de un lado a otro en los ojos del universo, prometiendo otorgar a una estrella tu nombre.

La constelación de las artes,

Nacida de una doctrina de esplendido arte.

Doctrina de las artes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora