Capítulo 1

14 2 0
                                    

Por fin, terminamos nuestro último año de secundaria y las vacaciones de verano empezaron. Para festejar, fui con mis mejores amigas, Emma y Cara, a un Starbucks.
-Sigo opinando que el chico que trabaja aquí es hermoso- dice Emma.
-Nunca dije que no lo fuera- sigue Cara.
-¿Pueden dejar de pensar en chicos por un minuto? El verano acaba de empezar. Sé que van a pensar en fiestas más que en otra cosa.
-Tú deberías ir a fiestas más seguido, Lina- dice Cara- te pierdes toda la diversión. Además, eres hermosa, todos se van a enamorar de tí.
-Ni pienses que me voy a acercar a una fiesta. Las fiestas no son lo mío. Tampoco soy hermosa. Estoy muy lejos de serlo.
-¿No crees? Vamos a verlo. -Emma me toma de las muñecas.
Salimos del Starbucks, y vamos a la casa de Emma.
Entramos a su habitación, y me muestra ropa que ella usa. A mí no me gusta ese tipo de ropa, es muy revelador. Yo prefiero usar jeans, una camisa y un par de Vans.
-¿Qué top te gusta más?- me dice Emma, levantando un par.
-Ninguno. Odio este tipo de ropa.- contesto.
-Creo que elegiremos por ti.
Eligieron un top negro y una pollera corta de cuero blanco.
-Te queda genial, Lina.- dice Cara.
-Desearía ser pelirroja como tú.- dice Emma.
-Ser pelirroja no es nada del otro mundo. Sólo es tener un determinado color de pelo.-digo, tratando de desviar un poco la atención. Soy muy tímida, y no me gusta que hablen mucho de mí.
-Ahora- empieza Emma- ¿Irías a una fiesta estando tan linda?
-No. En serio, las fiestas no son lo mío.
-Eres tan aburrida- dice Cara.-Siempre rodeada por tus libros. ¿Porqué te rehusas a divertirte?
-Leer es divertido. Sólo déjame leer.
Cara se quedó en silencio unos segundos. Entonces, se le iluminó el rostro.
-Hagamos un trato. Emma y yo te dejaremos leer, si vienes a la playa con nosotras.
-¿Iremos a la playa?-dice Emma.
-Sólo si Lina acepta el trato.
No sé qué contestar. No me gusta ir a la playa, pero tampoco quiero que me alejen de mis libros.
Lo medito unos segundos.
Creo que no tengo opción.
-Ok-digo- iré. SOLO si cuando volvemos me dejan leer.
-¡Sí!- festeja Cara- ahora hay que organizar todo. ¡Estoy muy emocionada!

Es difícil aguantar a Cara cuando se pone un objetivo. En menos de dos días, ella ya reservó todo. Iremos a Río por dos semanas.
Mi tía no tiene problema en que vaya. Ella es mi tutora. Mis padres murieron en un accidente cuando yo era pequeña, así que tuvo que hacerse cargo de mí. Le dimos la excusa del viaje "de fin de secundaria" y me dejó ir.

Emma y Cara están muy emocionadas. Yo lo hice por obligación, Así que no tengo otra opción. Saldremos mañana a las 08:00 del aeropuerto. Honestamente, quiero que ese viaje pase lo más rápido posible.

Para ir preparando el ambiente, nos quedamos a dormir las tres en mi casa.
Por alguna razón me sorprendí al verlas a las dos con valijas llenas a más no poder de ropa, mientras la mía está casi vacía.
-Es que no tengo mucha ropa.- les digo.
-Te prestaremos si quieres- dice Emma.
-no, gracias. Tu ropa no es de mi estilo.
-Lo será pronto.
-Lo dudo.
-¿Quieren escuchar leyendas urbanas de Río?- nos interrumpe Cara.
-¡Sí! Apaguemos la luz primero.- le contesta Emma.
Emma se levanta y apaga la luz. Vuelve a la cama, y le pide a Cara que empiece a contarlas.

Gracias a las leyendas urbanas de Cara, terminamos yendo a dormir muy tarde. Y cuando nos despertamos, ya casi era hora de ir al aeropuerto.
Desayunamos rápidamente, y nos subimos al auto de mi tía, quién nos llevó lo más rápido que pudo al aeropuerto.
Hicimos el check in, y nos despedimos de todos.

Arriba del avión, intentamos no hacer mucho ruido por respeto a las demás personas.
Todos los asientos tienen una pantalla, lo que le encantó a Cara.
-Aunque no podré ver nada por qué el viaje es corto, me encanta que tengan pantalla personal y no una sola para todos como en los autobuses. Y, de hecho, los títulos son mejores.-dijo Cara, claramente emocionada.

El viaje se nos hizo rápido. En dos horas y media, ya llegamos a Río.
Pedimos un taxi, y fuimos al hotel. Tenemos la habitación 200. Desempaqué, y me tiré a la cama.
Dormí muy poco. Necesito acostarme, aunque sea, cinco minutos más.

Verano InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora