Capítulo 2

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Decidimos ir a la playa después de almorzar. Compramos unos sándwiches en un kiosko que está cerca del hotel y los comimos en la habitación.
Emma y Cara están muy emocionadas, quieren estrenar ya sus nuevos bikinis. Yo tengo el mismo traje de baño deportivo desde hace dos años.
-Quiero hacer amigos aquí, así que espero que les guste socializar mucho- dice Emma, mirándome especialmente a mí.
-Mientras no me involucres a mí, haz lo que quieras- le contesto.
-¡En algún momento tienes que tener diversión con otras personas!
-No quiero.
-Pues, te obligaremos.

Nos pusimos nuestros trajes de baño, y fuimos a la playa.
Hay muchos niños para mi gusto. Solo espero que ninguno se acerque a molestarnos.
-¡Vamos al agua!-dice Cara, sacándose su ropa y corriendo hacia las pequeñas olas que se formaban en el agua. Emma la siguió.
Supongo que tengo que ir yo también.
Al momento de dejar mi ropa en la toalla que pusimos sobre la arena, un par de niños pasaron corriendo al lado de ella, y la llenaron de arena.
Definitivamente mi paciencia va a ser puesta a prueba.

Cuando llegué a donde estaban Emma y Cara, ellas me empiezan a salpicar con el agua, como era de esperarse.
-¿Ya te llevas bien con el mar?- me dice Cara.
-Tal vez.-le contesto.
El agua es cristalina, y puedo ver las ostras que hay entre la arena.
Nos vamos un poco más adelante, para que el agua, que está bastante fría, nos cubra más.
-¡Chicas!-nos grita el guardavidas-¡Tengan cuidado con la profundidad!
-¡Estamos bien!-Le contesto.
Estamos a cierta distancia de él, pero aún así puedo ver que es demasiado guapo. Incluso para mí, que no estoy interesada en tener novio.
Es rubio, y tiene un cuerpo que parece esculpido por los dioses.
Aleja de la vista de nosotros, y se concentra en otra cosa.
-¿Vieron lo lindo que es?- dice Emma.
-Si tan solo supiéramos su nombre- sigue Cara.
-No es para tanto- les digo- es sólo un chico.
-Sí lo es.- dice Emma- y será para ti.
Espera... ¿¡Qué!?
-¿¡Qué!? ¡No!
-Sí. Tienes que conocer a más personas.- dice Cara.
-No quiero conocer a nadie, estoy bien así.
Se miraron entre ellas un segundo.
-Está bien-dice Cara-no te forzaremos a estar con alguien si no quieres.
Por alguna razón, siento que esa frase es mentira. Pero, de todas formas, decido creerles.
-Ok. Muchas gracias por entenderme.

Estuvimos en la playa toda la tarde.
Cuando volvimos al hotel, tomamos turnos para bañarnos.
-¡Chicas!- dice Cara- ¡Hay una fiesta en la playa esta noche!
-Genial-dice Emma- ¿Quién la organiza?
-Alguien de éste hotel. Ya nos voy a anotar.
No le ví sentido a quejarme. Me va a anotar de todas formas.

Mientras me ducho, escucho que Emma y Cara se ríen, pero de esas risas que intentas que no se escuchen. Supongo que es para que no escuchen en la habitación de al lado.

Salgo, y ellas ya habían terminado lo que sea que estaban haciendo.

Cenamos en un restaurante. Intentamos no excedernos mucho con los gastos, pero estamos en Río. No nos podemos perder la gastronomía.
-Subí una foto de mi plato a las historias de Instagram, ¿Ya soy lo suficientemente sociable?- les digo, entre risas.
Éste primer día está siendo genial. Espero que en la fiesta no pase nada raro.

Llegamos a la fiesta. Hay bastantes adolescentes, lo que no me sorprende. Me siento incómoda. Éste no es mi lugar. Mi lugar es entre estanterías llenas de libros, y CD's de bandas de rock.
Emma y Cara compraron tragos, y hablan con cualquiera que les diga la más mínima cosa.
En un momento, alguien toca mi hombro. Me doy la vuelta.
-Tus amigas me dijeron que querías verme. ¿Es cierto?

Verano InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora