La puerta se abrió y la directora pasó con gran firmeza en sus tacos de punta. Mientras la vista de los individuos se mantiene en el escritorio frente a ellos.
-Buen día... -Voz seca, labios pintados de rojo fuerte.
-Buenos días... -Dijeron los tres.
-¿Padre de Kim?
-Acá. -Afirmó el hombre y miró molesto a su mujer. Habían discutido de nuevo hoy en el auto.
-¿Madre de Park JiMin? -Preguntó.
-Correcto. -Afirmó con la cabeza y con sus manos finas y temblorosas, tomó entre sus dedos la cruz que colgaba de su cuello, acariciándola.
-Sus hijos están teniendo un comportamiento inadecuado...
-Sabía que tu hijo era extraño... -Dijo la mujer en susurro y reprocho, mientras su marido trataba de controlarse. -Está muy cerca de TanamGi.
-Señores... no me interrumpan.
-Lo siento. -Se disculpó el hombre.
La directora agarró una lapicera y la golpeó contra una carpeta, intimidando a las familias.
-Y como saben... En este colegio hay reglas. -Resaltó. -Y HAY QUE CUMPLIRLAS. -Golpeó la mesa con brusquedad. Haciendo que el cuerpo de la progenitora de JiMin de un pequeño salto sobre su asiento y apretara la cruz entre las yemas de sus dedos.
~👬~
TaeHyung abrió la puerta de la habitación y la cerró después de que JiMin pasó. Dejando tirado su mochila y abrigo, aproximándose a JiMin, quitándole el celular mientras el de cabellos castaños reía.
-Deberías ser modelo. -Dijo JiMin, sonriendo y agarrando una de las manos de TaeHyung, quién lo empujó suavemente sobre la cama, posándose sobre el cuerpo más pequeño y sin sacar su sonrisa.
-Algún día... -TaeHyung sonrió y acercó al rostro ajeno, dejando sus labios ser presionados con dulzura, mientras las sábanas cálidas los envolvían y JiMin tomó de su nuca a las risas.
-¿Por qué nadie nos quiere? -Cuestionó de la nada. TaeHyung tubo una punzada en su pecho y garganta. Tomó una mano de JiMin y la besó con suavidad.
-No es que no nos quieren... Simplemente ellos no nos conocen... Y aunque lo hagan, somos diferentes...
-Tae...
-Sshhh... -Lo calló, volviendo a los labios más gruesos y dulces.
-Tae... Respóndeme. -Insistió. TaeHyung dejó caer su peso sobre el cuerpecito y lo abrazó con fuerza, dejando sus labios en el cuello cálido y sudoroso.
-A veces el amor es una locura...
-Una linda. -Interrumpió JiMin.
-Una linda, amor. -Corrigió.
TaeHyung estiró sus brazos, y por inercia y costumbre, JiMin se la quitó con delicadeza y precaución al igual que TaeHyung se la sacó a JiMin.
Los dos a abrasaron, sintiendo sus cálidos cuerpos y su pieles calientes y reconfortantes como estufa.-¿Me dejarías...
-Te dejo. -Contestó con rapidez, TaeHyung formó una sonrisa y acarició las piernas desnudas de su amado, posando sus manos en la cintura y apretándola ligeramente.
Los largos dedos se colocaron en el elástico del short y dió un tirón, sacándolos con la ayuda del castaño y dejándolos a un lado, volviendo a sus labios con paciencia y suavidad.
-¿JIMIN? -La voz de una mujer los hizo separarse. El nombrado agarró su ropa baja y se la colocó con rapidez, mientras los nervios invadieron a TaeHyung y la puerta abriéndose con fuerza no ayudaba para nada.
JiMin se tapó con la remera en su mano y ambos miraron incrédulos a la mamá.
-¿Qué hacen? -Dijo irónica y firmó una sonrisa con asco. -¡Ya afuera de mi casa! -Señaló a TaeHyung.
-¡No mamá! -JiMin sintió sus ojos picar, pero la mujer lo miró con frialdad.
-¡Cállate y vístete! Y TÚ, VETE DE MI CASA. -TaeHyung no pudo hacer nada más que agarrar su mochila y abrigo y sostener con fuerza su remera en la otra mano.
-Él no hizo nada... - Trató de cubrir a su amado.
-Cállate y sale. - Ordenó.
Ambos chicos sintieron aquel horrible nudo en sus gargantas. Cerraron sus ojos y se repitieron: El amor es una locura... Una locura hermosa. Y volvieron a sonreír.
JiMin trató de ignorar los gritos de su madre hacia él y guardarse el llanto en vano.
Todo por ellos... Por los dos.
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단결; 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬
Fanfiction→JiMin era todo para TaeHyung, y TaeHyung todo para JiMin. ¿Por qué el mundo quería separarlos?