Mi media naranja

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¿Mi media naranja?

Hermosa expresión que intenta hacer referencia a aquella persona ideal, perfecta y única, que ha sido creada para compartir la vida con otra que es, a su vez, su mitad.


¿Pero de donde nace tan romántica e idealista expresión de los enamorados? de un mito narrado por Platón en su obra "El banquete".

Este narra que, en el inicio de los tiempos, cuando los dioses dominaban esta tierra, los seres humanos eran redondos y perfectos. Los mortales eran criaturas casi puras, totalmente esféricas, con dos caras, cuatro brazos, cuatro piernas y dos órganos sexuales. eran totalmente individuales, independientes y solitarios. Incluso algo que llama la atención es que estos poseían tres géneros, el femenino, descendiente terrestre, el masculino, descendiente del sol, y el andrógino, descendiente de la luna. Es así como cada individuo se movía como el quisiera, girando siempre sobre sí mismo.

Sin embargo, todo mito tiene su nudo e inexorable destino. Se creían poderosos, libres de realizar todo a su gusto. Tal fue su arrogancia que decidieron atentar contra los propios dioses. Es así como Zeus, sin ser capaz de destruir sus débiles y endebles almas, decide dividirlos a todos por la mitad. Momento desde el cual cada mortal vagó triste por la tierra, tratando de hallar su pedazo correspondiente.


Lo cierto es que ese castigo sigue aún vigente, más nos sentimos sentenciados a buscar entre nosotros semejanzas, gustos, planes, verdades y secretos que puedan descifrar quien será aquella persona que pueda complementarnos. Sí, quizás caí en el maravillo cliché de escribir sobre el amor, el destino, y dos personas enamoradas. Asumo, a todos nos pasa alguna vez.

El amor, un sentimiento muy fuerte, que, a pesar de ello, no veo como algo perfecto. Perfección, esa palabra es incluso más complicada, engañosa y peligrosa. La búsqueda de la perfección es incluso más inconsciente y resbaladiza que el propio aire y las mariposas que vuelan en él.


Claro, todos solemos pensar que debemos encontrar a nuestra media naranja, a una persona "ideal". Solía pasar lo mismo con la búsqueda de nuestro príncipe azul. Cada uno cree lo que quiera creer, pero no me parece justo que le deban su propia felicidad a alguien más. Esperar a ese alguien especial antes de quererte a ti mismo, antes de conocerte a fondo y ser feliz contigo mismo me parece algo sin sentido. Obvio, la soledad no es algo que nos traiga felicidad, pero no dependemos de una persona para ser felices, completos y sentirnos llenos de vida. La felicidad es un camino, nuestro camino, y esa persona decide acompañarnos. Esa persona nos complementará, o incluso volverá nuestra vida patas para arriba, pero nunca traerá la felicidad en sus manos. Simplemente porque, al igual que tú, que yo, esa persona se encuentra también en la búsqueda de su media naranja.

Y es que a veces no nos detenemos en los detalles. Sí, hermosa manera de divisar al amor, como un todo, como algo simétrico, redondo, sin fin, sin limitaciones, sin vértices, sin diferencias. pero eso es algo irreal. No todas las naranjas son iguales, ni por dentro ni por fuera. Existen naranjas más grandes o redondas que otras. existen unas más dulces y sabrosas, más vivas o muertas. Incluso esta perfección armoniosa es algo imposible, algo delirante, hermoso, pero trastornado, idílico.


Quizás no tenemos media naranja, quizás amamos a alguien que no encaja ni con nosotros mismos. Quizás su sabor es mas amargo que el nuestro, o quizás sea tan jugosa que nos ahogamos en su propio néctar, nos sofocamos en su embriagadora esencia. No existe naranja completa, perfecta, sin diferencias, sin bordes, líneas o un final. Eso es lo lindo de amar, nunca para de sorprendernos.




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⏰ Última actualización: Jan 23, 2019 ⏰

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