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Taehyung se sentó en el borde de la cama, la pereza lo consumía pero no tenía sueño, ha estado toda la noche despierto mirando el techo. Observó a Namjoon y a Yoongi durmiendo como dos osos, desvío su mirada hacia la mesita y agarró su teléfono para prenderlo y mirar la hora.

— ¿¡Las seis de la mañana!?. — Habló algo sorprendido, pero cerró la boca al ver como se movían y se quejaban los dos osos. —mierda. — susurró.

El peli-gris salió del departamento y se dirigió hacía el gran ventanal para mirar el amanecer mientras se apoyaba en la barandal. Ya no tenía sueño, por supuesto, lo único que hacía que se mantenga despierto era la imagen de Jungkook en la arena, abajo de él y con el cabello desordenado. Le excitaba demasiado esa imagen...

De repente suena su teléfono en el bolsillo del pijama del mayor y sin dudar atendió. - ¿Hola? ¿Quién habla?. - habló mirando hacia el mar.

—Ya averigüe todo lo que querías. — Se escuchó una leve risa a través del teléfono.

—Ajá y pues, dime que es lo que conseguiste. — Taehyung rodeó sus ojos.

— Tiene dos padres que viven en Busan, es hijo único. El objetivo fue a una escuela en busan, muy conocida. —El hombre dejó de hablar por unos segundos. - Ah, tuvo un novio y unas chicas detrás suyo. El ex novio se llama Mark Tuan y duraron 1 año juntos. - Dejó de hablar.

— ¿Eso es lo único que sabes?. — Frunció el ceño.

— Hay algo muy grave con él... —Susurró el hombre. - Tiene el síndrome de Estocolmo.

—¿Esto... Qué? ¿Qué es eso?. —El peli-gris elevó su voz.

— Estocolmo es... Ah. — suspiró. —El síndrome estocolmo quiere decir que el objetivo
Desarrolla vínculos emocionales mayormente positivos hacia su secuestrador por el trauma del cautiverio.

—Y... ¿Cómo sabes que él lo tiene?. —inclinó su cabeza.

— Cuando tenía 14 años, lo secuestraron, sólo fue un día entero pero le había cogido cariño a uno de sus secuestradores. — Se escuchaba la respiración a través del teléfono. —Este caso salió en todos lados de Busan y los padres lo mandaron al psicólogo. Ahora dicen que está normal...

—Mmh bueno, gracias por todo. Pídele a mi padre el dinero que te debo, Richard. Dile que es para mi y quédatelo. — Habló sin ningún gesto y cortó la llamada. — Estocolmo. — susurró pensativo.

De repente sale Jungkook de su departamento, éste se resfregaba los ojos y enseguida miró a Taehyung. — ¿Tae? ¿Tampoco puedes dormir?

— No. — susurró mirándolo. — ¿Qué te mantiene despierto?

— Boberías y jugando con mi teléfono. ¿Y a ti? — Lo miró curioso colocándose al lado del mayor.

—Tú, tú estas en mi cabeza. —Respondió sin mirarlo. —El menor cambió su mirada a sorprendido y el peli-gris siguió. —Estas en mi cabeza toda la noche, pensaba en el momento de ayer.

— P-pero, sólo fue un momento, no pasará de nuevo. — Susurró lo último.

— Es que es eso... Yo quiero que pase otra vez, no es por desesperado, tú me gustas mucho, desde el primer día que te vi. — Lo miró y agarró la mano del menor. 

—Tú también me llamas la atención, Tae. — Sonrió mirando su mano. — Pero no sé porque tengo una sensación rara contigo y temo por eso. — Apartó su mano del tacto del otro.

— Confía en mi. Quiero ganarte. — Lo miró con cierto brillo en sus ojos. — Te prometo que no te fallaré... Tengamos una cita, en donde tú quieras. ¿Qué te parece?

My Kookie Doll. [Taekook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora