Shikamaru Shinden: Una Nube Bailando en Pétalos Caídos Abandonados.

Capitulo 16

"Voy a la Tierra del Hierro hoy. Regresaré pasado mañana", dijo Shikamaru, poniéndose su abrigo blanco.

Temari estaba detrás de él. Por una vez, Shikadai estaba sentado en la mesa de la cocina, comiendo con su familia.

Fue a hablar con Shikadai antes de irse.

"¿Estás fuera del trabajo hoy?", Preguntó.

"Sí..." la respuesta perezosa regresó, Shikadai no levantó la vista.

Debido a la guerra en construcción en el País de la Tierra, había una gran cantidad de ninjas congregados en Konoha en este momento. Obviamente habían sido notados por el joven genin.

Pero terminaría pronto. Pronto todos volverían a la normalidad, o enfrentarían el campo de batalla. Todo cayó en la reunión de mañana.

"Bueno, entonces, volveré", le dijo Shikamaru a su hijo, dejando la casa.

"Papá..." gritó Shikadai con voz tensa.

Shikamaru regresó al corredor para ver a su hijo. Con su plato de comida todavía en su mano derecha, Shikadai tenía la boca abierta.

"Acerca de Konoha, ¿qué está pasando?" Preguntó Shikadai.

La ansiedad sincera de un niño, sus palabras estaban llenas de ella.

"Shikadai..." comenzó Shikamaru.

Tenía los ojos penetrantes de su esposa. Shikadai se puso de pie derecho.

"No te preocupes de nada, volveré pronto y las cosas volverán a la normalidad. No te descuides solo porque tienes un descanso, ve a pasar el rato con Chocho e Inojin," se rio Shikamaru.

Su rostro se torció, pero luego se rió, Shikadai asintió con la cabeza. Lo que sea que estuviera sucediendo en su tierra, la mayoría de los shinobi ya lo sabían. Shikadai y Temari no sabían por qué el pueblo se estaba preparando para luchar, y él no quería que supieran. 

 Shikamaru nunca habló sobre el trabajo en casa, así que tanto Shikadai como Temari no tenían idea de lo que estaba pasando.

Se puso en cuclillas al lado de su hijo y le dio unas palmaditas en la cabeza. Mientras acariciaba suavemente su cabello, sintió a Temari mirar en silencio.

"Tu viejo es el brazo derecho del Séptimo Hokage, por eso, no necesitas preocuparte. Mi esposo estará bien", dijo Temari.

"¡Sí!", Gritó Shikadai, frotándose la nariz.

Shikamaru se preguntó si estaba llorando. Frotó el cabello de su hijo una vez más antes de ponerse de pie.

"Volveré", le dijo a su hijo.

"¿Papá?" Dijo Shikadai.

"¿Hm?" Tarareó Shikamaru.

"Es un fastidio, pero haz tu mejor esfuerzo"

"De todos modos, es muy fastidioso ir y morir", dijo Shikamaru, caminando hacia la puerta.

Se sentó en el genkan (tipo de alfombra o tapete de bienvenida donde se quitan los zapatos, algo comun dentro de la cultura japonesa) y comenzó a ponerse sus zapatos. Temari estaba en silencio detrás de él.

"Todo listo", se rió Shikamaru y se levantó.

Miró a Temari y sonrió. Con la misma mirada de siempre, ella lo miró fijamente.

"Regresaré pasado mañana", dijo Shikamaru.

Temari asintió.

"Sabes que hay dos personas que nunca te traicionarán, pase lo que pase. Nunca olvides eso", dijo Temari.

Ella y Shikadai.

Su familia.

Insustituible.

Él sonrió y asintió con la cabeza,

"No necesitas decir eso", dijo Shikamaru.

"¿De Verdad?"

"Sí"

Ninguno sonrió. 

"Oye, Shikamaru", dijo Temari de repente.

"¿Qué sucede?", Preguntó.

"Incluso si no recordaras nuestro aniversario, realmente no importa". Bueno, me enojé un poco en ese momento", dijo.

Eran muy parecidos como para que ella se molestara. Temari estaba tratando desesperadamente de transmitirle sus sentimientos. Solo eso fue suficiente para Shikamaru, Temari dejando las cosas como estaban. Incluso si Shikamaru no le gustaba, entendió lo que estaba diciendo.

No...

Estaría en problemas si no fueran similares. Shikamaru se detuvo en la entrada y esperó a que hablara, sin preocuparse por sus palabras.

"Nunca hablas de trabajo en casa, nunca. Sé que es porque no quieres que nos preocupemos, pero es frustrante", dijo Temari.

Eso fue verdad. Sin embargo, había otra razón por la cual este era el caso.

Beber en casa, hablar sobre el trabajo no era el tipo de vida que quería después de todo. No delante de su familia, era lo mismo para mucha gente. Era mucho más fácil guardar todo adentro que simplemente contarles a todos sobre eso.

Quería sentirse cómodo, pero sabía que tenía que mantener su mente en la realidad. Incluso si le dijera a la gente sobre sus preocupaciones, sería una gran cantidad de tonterías. Se decía a sí mismo que sería diferente de quejarse.

"Por favor, solo dímelo la próxima vez", dijo Temari.

Los ojos de Temari estaban rojos, y le hicieron recordar algo. Eso fue, como Darui, Kurotsuchi y Chojuro, Temari era un ninja de un pueblo diferente. En la Unión Shinobi, todo tipo de ninja se encontraron en la Tierra de Hierro. Shikamaru y Temari eran esos ninjas.

Se había colado en la Tierra del Silencio para asesinar al líder de ese país, Gengo. En la conferencia, Shikamaru no había revelado esto a sus aliados. Estaba preocupado. Shikamaru había sido diferente de lo habitual, y Temari lo había notado antes que nadie. Ella había querido ayudarlo y él la había rechazado.

"¿Te acuerdas?", Le preguntó a su viejo amigo, ahora su esposa.

Temari, por supuesto, no entendió la pregunta.

"Antes de ir a la Tierra del Silencio, me golpeaste en la cara", dijo.

Él no le había dicho nada, quería evitarla. Su cara se había torcido en rabia y tristeza. En ese momento, ella estaba llorando.

"No tengo esperanzas. Sigo haciendo lo mismo", dijo. 

 Antes de que Temari hubiera ayudado a reparar su corazón, ocultó todo su dolor. Todavía se había derramado.

Los ojos rojos de Temari giraron a un lado.

"Estás haciendo lo suficiente, ya no necesito más". Eres un buen hombre", dijo.

Estaba tan contento de poder confiar en ella con esto, más que nada.

'¡Puede ser un fastidio, pero haz tu mejor esfuerzo!'

'Eres un buen hombre'

Las palabras de su familia calentaron el corazón de Shikamaru hasta su núcleo, donde antes no había habido nada.

Eran su mayor apoyo, siempre estarían allí para animarlo.

"Ponte en marcha Shikamaru. Y a medida que avanzas, quiero que ganes y nunca más vuelvas a perder. Hasta que lo haga, esperaré aquí ", dijo Temari.

Los ojos de Shikamaru se humedecieron, pero retuvo su expresión. Odiaba mostrar debilidad, pero para su hijo, era más difícil que nada.

Ella era una esposa maravillosa. Una madre 100% perfecta también.

"Es un fastidio, pero me voy ahora", dijo.

"Vuelve seguro", dijo ella.

Con su corazón lleno de calor, Shikamaru entró por la puerta de su campo de batalla.