Molly Hooper es una mujer lista y capaz.
Por lo tanto Molly Hooper sabe que las miradas que se lanzan el señor Sherlock Holmes y el señor John Watson no son solamente amistosas...
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Molly Hopper es una persona inteligente.
Molly Hopper no es la niñita enamorada que John Watson cree que Molly Hopper es.
Molly Hopper es la persona necesaria y existente que Sherlock Holmes sabe que es Molly Hopper.
Es por eso que cuando Sherlock Holmes le habla de forma amable a Molly Hopper, ella sabe perfectamente que Sherlock Holmes realmente la aprecia.
Sin embargo al ser Molly Hopper una persona tan lista y necesaria sabe que como la Molly Hopper que es, no tiene ni quiere una oportunidad para estar con el señor Sherlock Holmes como una pareja.
Porque Molly Hopper sabe, cada vez que mira al señor John Watson al lado del señor Sherlock Holmes que no se vería tan bien como John Watson a lado del señor Sherlock Holmes, es por eso que Molly Hopper no se hace ilusiones.
Tal vez alguna vez Molly Hopper, quizá, a lo mejor una sola vez, solo una, tuvo un dudoso y vibrante pensamiento al imaginarse tomada de la mano con el señor Sherlock Holmes. Pero, inmediatamente después desechó aquella torpe idea.
Pero más allá de aquel pensamiento turbio, Molly Hopper se había dicho que nada más, o algo parecido, volvería a cruzarse por sus pensamientos. Aunque Molly Hopper sabía después de todo que nadie entraría a su mente. Ni siquiera la penetrante mirada gris del señor Sherlock Holmes.
Después de todo Molly Hopper sabe que gracias a su inteligencia y al increíble sexto sentido que como mujer Molly Hopper tiene, que por mas bien controlados que tuvieran sus sentimientos, que por más pocas miradas fugaces que se lanzaran el señor Sherlock Holmes, estaba, en cierta forma, enamorado del señor John Watson.
En cierta forma, claro. Porque Molly Hopper sabe, como una mujer perspicaz e intuitiva, que el señor Sherlock Holmes, a pesar de su gran y enorme inteligencia, ha escondido por tanto y tanto tiempo a su corazón y que precisamente ahora, cuando todas y cada una de las cosas que el mismo señor Sherlock Holmes se guardó para que ni siquiera él mismo se pudiese enterar, quería en una persona para que le acompañase y le amase toda la vida. Se diera cuenta de que todo estaba en el señor John Watson.
Así que Molly Hopper como la mujer sentimental y romántica que es, se impuso una misión. Una que pondría en riesgo su propia vida. Una que haría a las rocas temblar de miedo. Una en la que si salía viva, escribiría un libro mostrando todas sus heroicas acciones. Si, la decisión de Molly Hopper ya estaba tomada, lo haría. Molly Hopper no tenía idea de cómo o siquiera por dónde empezar, pero ya estaba todo decidido, no se iba a arrepentir y ni lo pensaría en el futuro. Definitivamente emprendería aquel largo, cansado, y largo camino.
Molly Hopper sabía que no sería nada fácil, desde luego. Pero como la Molly Hopper que era, no se rendiría nada más tropezar con algún obstáculo.
¡¡Pero lo haría, porque su nombre era Molly Hopper!!
