Capítulo 2

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Señor sarcasmo y Chico engreído.

Cuando reaccioné vi que aquel chico venia hacia mí, y lo único que se me pasó por la mente decir fue:


--¡Lo siento! Yo ya me iba --hice ademan de marcharme de aquel lugar--. No fue mi intención enserio disculpa si...

--¿No me digas? --me cortó abruptamente--. ¿Quién eres?, ¿Sabes que es de mala educación espiar a las personas? --su tono de voz se escuchaba más a un reclamo y eso comenzó a molestarme--. ¿Qué, no piensas decir nada?

--¡Quien te crees para hablarme así! --le refuté. El rodó los ojos añadiendo:

--Como quieras no tengo tiempo. --su actitud me desencajó, ya me estaba hartando.

--¿Tiempo? --fruncí el entrecejo--. ¿Quién te pide tiempo a ti? ni siquiera se tu nombre. --él ni siquiera respondió mi pregunta, me sentía ridícula y enojada al mismo tiempo. Hice ademan de marcharme cuando él dijo:

--Adriano. --voltee a verlo confundida. El sacó un cigarrillo para encenderlo. Sus manos parecían arte mientras le daba una calada proporcionándole un aspecto mucho más sexi, inmediatamente tiré ese pensamiento a la basura.

--¿Perdón? --él sonrió, era un minúsculo intento de sonrisa.

--Mi nombre es Adriano. --rodee los ojos marchándome de ahí. Cuando salí de aquel lugar podría jurar que escuché el atisbo de una ligera risa, pero lo deje pasar...



***

Caminaba por el área de la piscina de Fonta cuando un leve recuerdo se me vino a la mente: "Adriano: El diferente, es serio, sarcástico y frio"

--Así que él era al que había visto minutos antes, Lilian cuando lo describió no se equivocó, su mirada era fría, todo lo que hablaba infundía sarcasmo, pero a la vez elegancia. La forma en la que tocaba ese piano... y aquel cigarrillo, no entiendo cómo le permiten fumar aquí...

--¿Sabes? cuando pones cara de psicópata pienso seriamente en buscarte un psiquiatra.

Alcé la vista y me encontré con mi mejor amiga mirándome toda divertida. Estaba en el área de la piscina sentada en unos de los taburetes del bar Móntela que había dentro de Fonta, todas sus maletas que serían unas 3 más o menos estaban apiladas una encima de otras. Comencé a reírme con ganas para no llorar, pero al instante cambié mi expresión a una más seria.

--Se puede saber dónde estabas. Llevo buscándote hace rato. --mi voz tenía un dejo de molestia.

--¡Lo siento! --se acercó para abrazarme efusivamente, ella sabía que no podía estar por mucho tiempo enojada--. Me perdí, pasó un tumulto de personas y después ya no te vi, pero conocí a un chico que nos ayudara a encontrar nuestras habitaciones.

--¿Un chico? --fruncí el ceño

--Si déjame ver si lo veo. --comenzó a buscar por los alrededores hasta que se topó con un chico de tez blanca y cabello castaño--. ¡Mira es el! --cuando traté de ver quien era un golpe en seco me noqueó por completo haciéndome caer a la piscina. Oh sí, que linda mi suerte ¿No?

--¿Alia?

Oía murmuraciones a lo lejos, no pude evitar sonreír.

--Alia.

Aquella voz sonaba cada vez más urgente, todavía me sentía en una nube flotando. Traté de abrir los ojos, pero una luz me cegó por completo.

--¿Dios eres tú? --pregunté asustada. De repente sentí como movían mi cuerpo con fuerza haciendo que abriera los ojos de golpe.

--Está reaccionando. --cuando logré abrir los ojos el primer rostro que vi fue el de Paula que estaba metiéndose unas papas fritas a la boca, ¡Enserio! A su lado se encontraba Alex Evendane, si señores y señoras sonriéndome de una forma que hasta el hombre más macho se derritiera. Enseguida me puse de pie, mi cabeza dolía como si me hubieran pasado cien monos saltando.

--¿Estas bien? --un chico más bajito de complexión debilucha me miró aterrorizado--. Lo siento el balón se desvió. --yo por mi parte solo asentí, no tenía ganas de hablar.

--Tranquilo Alan ella está bien. --mientras decía eso Alex estaba sonriendo, su sonrisa era reconfortante, y su actitud no era prepotente. Nada comparado a lo que había visto horas atrás en el pasillo. En aquel momento era notorio a simple vista que su actitud reflejaba seguridad, elegancia y poder.

--Alex, ella es Alía mi amiga de la que te había hablado. --sonreí forzadamente, el chico asintió

--¿Te sientes bien? --me dio una amplia sonrisa más parecida a esas de propaganda. En sus ojos reflejaba complicidad pero a la vez elegancia. Sin duda el gen de los Edenvane era notorio. Claro excluyendo al insoportable de Adriano Evendane.

--Si, solo quiero llegar a mi habitación. --y como no, si parecía gato mojado. Mi rostro estaba todo chupado y más blanco que un fantasma con harina en la cara.

Mi amiga asintió al igual que Alex. Fijé mi vista en Paula y no sé porque me dio la sensación de que le cayó muy bien.

--Con gusto las ayudo, les conviene estar conmigo el primer día de instituto. --lo miré confundida

--¿Cómo porque nos conviene? --inquirí frunciendo el ceño.

--El papá de Alex es el Director Evendane. --exclamó Paula

--Tienes sus ventajas. --ok si dije que Alex no es prepotente olvídenlo--. Como hacer lo que quieras y donde quieras. --No sé por qué esas palabras tomaron doble sentido para mí, si lo se estoy enferma.

--Me habías dicho que sigues fotografía ¿En qué año estas? --inquirió Paula interesándose en la plática.

--Segundo año, tendría que estar más adelantado, pero me atrasé porque no decidía si seguir fotografía o piano.

La sola mención del piano me hizo recordar mi encuentro con Adriano Evendane, sentí la furia recorrer todo mi cuerpo, si, definitivamente me mantendría lejos de tipos como él.

--¿Y qué es lo que te gusta de la fotografía? --no pude evitar preguntar.

--La fotografía es un arte, amo poder captar momentos mediante una foto, ya sea por el simple hecho de que aquello dure para siempre plasmado a través de una cámara.

Es fascinante escuchar hablar a Alex con tanta pasión sobre lo que le gusta, se nota que la fotografía es lo suyo.

Miro a Paula que está con cara de "me interesa este tema". No puedo evitar que me de gracia ver a mi mejor amiga como lo escucha atentamente.

Me distraigo abruptamente, a lo lejos veo pasar al insoportable señor sarcasmo, viene caminando sin camisa y unos pantalones jeans hacia el bar Móntela, lleva puestas unas Raivans color negras y un cigarrillo en su mano. Típico. A su lado está una chica pelirroja. Ella le va hablando de algo que por la cara que el lleva no creo que le interese mucho el tema, pero por educación solo asiente a los que sea que le esté diciendo. Llegan hasta el área de pedidos donde ella lo toma por el rostro dándole un beso, él se aleja enseguida, le dice algunas cosas que a ella parece no agradarle y se va.

Frunzo el ceño. Señor sarcasmo parece sentir el peso de mi mirada porque sus ojos se topan con los míos. Agacho el rostro enseguida sintiendo como los colores suben a mi rostro. Solo espero que nadie note lo roja que estoy y el calor que me ha dado de repente...

Hola como están Mesterianos espero que muy bien en sus casitas, aquí está prometido el segundo capitulo ya editado, no me maten se que he cambiado bastante la historia, pero a mi parecer se ve mucho mejor aparte de que no es que cambiara mucho la actitud de Adriano o Alex.

Prometo subir el capitulo 3 mañana los amooo.

Posdata: No se olviden regalalarme una estrellita y comentar, los quiero💜

AliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora