Capítulo Ocho

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Eran las diez de la noche, Joel se
había quedado a dormir en casa de
Taishmara como lo hacía la mayoría  de los días.

Y como la mayoría de los días que
él se quedaba en su casa... Bueno, ya
saben, ¿no?

Joel estaba sobre Taishmara, besando cada rincón de su tersa piel de
porcelana.

Con una de sus manos acariciaba su cuerpo mientras que con la otra aguantaba el su propio peso para
no aplastarla.

Taishmara se encontraba usando su
lencería celeste pastel, y en lo único en lo que podía pensar era en que Joel
se la quitara.

Quería sentirlo dentro suyo, quería sentir ese placer que solo él le hacía sentir.

Cada vez que sentía como la mano de
Joel se paseaba de arriba abajo por el borde de su tanga, sentía un cosquilleo placentero, pero para su desgracia en ningún momento se la quitó.

Por ello, decidió ella misma quitarle sus bóxers para acelerar el proceso.

Ni bien sus manos comenzaron
a bajarle su ropa interior, Joel se
aparto rapidamente como si tuviese un resorte en las piernas.

Taishmara apartó sus manos y se quedó contemplando la actitud extraña de Joel.

El mismo se sentó en el borde de la cama con las piernas flexionadas.

Tenía la mirada baja y su respiración se había hecho más irregular.

Taishmara se incorporó y se acerco al
joven, le preocupaba su estado.

-Amor, ¿Qué sucede?-Preguntó
tomándolo por el brazo.

-Esto no está bien, está mal

-¿Qué está mal?

-Lo que hice. -Elevó la mirada para
verla-. Lo que le hice a Erick.

-¿Por qué? Tú mismo te sentiste
orgulloso.

-Sí, lo sé... pero no, no puedo estarlo.
Hoy... hoy.-Mojo sus labios con su
lengua. No podía hablar de los nervios- Su rostro... tenías que ver su rostro.. estaba sufriendo por lo que yo le hice y eso no está bien, ¿entiendes? No lo está.

-Mi amor, no tienes porque sentirte
culpable. -Comenzó a acariciarle los
hombros.

-Sí, si tengo. Yo...-Su ceño se frunció
y su rostro cambio por completo.

Taishmara lo observo detenidamente pudo darse cuenta de que él se había
dado cuenta de algo-. La calle tenía un
cordón... Un cordón de cemento. Si el se hubiese golpeado con él... -Sus ojos
se clavaron en Taishmara-. Lo hubiese
asesinado.

Ante aquellas palabras la alteración
comenzó a reproducirse a lo largo de
todo su cuerpo.

-Lo hubiese matado... Taishmara... Yo..

-No, no, no. -Dijo tratando de calmarlo.- Tomo su rostro delicadamente y pudo notar como estaba al borde de las lágrimas-. Tú no lo hubieses matado, Y si fuese así, no tienes porque ponerte triste. Joel, escúchame... Lo que Erick
quiere es hacerte esto. Hacerte daño,
que sufras ¿Qué no te das cuenta?
Erick ya lo tiene todo planeado, quiere que sientas compasión por el para así dejarme a mi.

-No. Jamás podrá hacer que me
separe de ti.

-Eso es. No se lo hagas tan fácil,
Lucha! Porque ni bien caigas en sus
redes te lavara el cerebro y te pondrá
en contra mío, haciéndote olvidar todo lo que pasamos juntos.

-Sobre mi cadáver-Su rostro de
tornó sombrío-. Ni Erick ni nadie
podrán separarme de ti, Y el que lo
intente... se las verá conmigo.

-Ese es el Joel que conozco -Se
acerco para besarlo y Joel no dudo
en corresponderle.

A medida que los segundos pasaban el beso se iba haciendo cada vez más intenso, hasta el punto en que por fin ambos tuvieron una noche de placer.

Las clases eran aburridas como siempre, pero ahora todo mundo estaba un poco alterado con el período de exámenes que se acercaba.

Joel había sacado algunos libros
de la biblioteca para ya ir estudiado
Todavía había tiempo pero era mejor
ir empezando desde ahora.

Los profesores parecian exigir más de
lo que dieron en el año, y tener una
información más solida de lo que se dio aseguraba una buena nota.

Estaba guardando los libros en su
casillero cuando sintió que alguien le
tocaba el hombro.

Inmediatamente se volteó y una mirada de repulsión apareció en su rostro ni bien sus ojos se encontraron con Erick.

-¿Qué quieres?-Le habló de mala
gana.

-Hablar contigo.

-Pues qué lástima, yo no deseo hablar
contigo. -Cerro con fuerza la puerta de
su casillero para demostrar su enojo.

-No te pido permiso. Apoyo sus manos en su cadera-. Quiero saber qué es
lo que sucede contigo. Primero eras mi mejor amigo, luego me diste vuelta la cara, despues pensabas dejarme tirado en el suelo, ayer pareces deprimido por lo que me sucedió y ahora te haces el enojado. ¿Qué diablos te sucede?

-Nada que te incumba. Además, ya te
dejé claro que no quiero saber nada de ti.

-¿Por qué? ¿Por qué piensas que te
quiero separar de Taishmara? ¿Por eso? -Se cruzó de brazos-. Dime, ¿Qué más te dijo ella que te lo creíste?

-¿Disculpa?

-¿Qué no te das cuenta de que te está
manipulando? ¡Abre los ojos, Joel! Te
estás quedando sin nadie a tú alrededor y estas volviéndote una persona vengativa... Tú no eras así.

-A veces las personas cambian. Y
El que se está quedando solo es otra
persona.

-¿Qué no te das cuenta de que te están
manipulando? ¡Te puso en contra mío!

-¡Ella me abrió los ojos!

-¡Pues de una forma retorcida!

-No tengo por qué creerte y mucho
menos porque estar escuchándote.

-¿Por qué? ¿Por qué sabes que lo
que te digo es verdad? ¿Qué pasaría
si esto fuese al revés? Que yo fuera el
que actúa de la misma forma que tú y
tú te pones en mi posición, dime, ¿Qué harías?

-No tengo por qué contestarte eso- Dijo serio.

-¡Sí, lo sabes! ¡Contéstame! -Le
exigio.

-¡Que te calles!-Le grito con rabia y
automáticamente alzó su mano.

Erick abrió los ojos de par en par.

¿En verdad iba a golpearlo?

Al observar el desconcierto y temor en la mirada de Erick, algo se estremeció dentro de Joel.

Miró su propia mano y la bajó inmediatamente.

No podía creer que hubiese estado a punto de golpearlo ¿Pero de qué se queja? El se lo merecía.

El que no haya podido golpearlo era un signo de debilidad, y no podría mostrarse débil.

Estaba en juego su relación con Taishmara si no ponía a Erick al margen.

Respiró profundo tratando en vano de
calmarse.

Estaba furioso.

-No vuelvas a acercarte,
comprendes?-Y se marchó sin más.

Erick aún estaba en shock por lo que
había estado a punto de suceder.

No podia creer que Joel, su mejor amigo de toda la vida estuviese a punto de golpearlo.

Nadie podría sacarle de la cabeza que aquello fue obra y gracia de
Taishmara.

Ella fue quien le enseñó eso.

Esa maldita arpía le había lavado el
cerebro y lo había puesto contra de el.

Aun así, Erick sabía que lo que Joel hacía no era su intención, sino que por culpa de Taishmara.

Y no descansaría hasta recuperar al Joel que el conocía.., al Joel del que se
había enamorado.



¡Por Fin un Nuevo Capítulo! Disculpen la demora, pero no he tenido Wifi estos dias :'v

MANIPULADO» JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora