Capítulo 3: Quédate Conmigo.

1.1K 64 9
                                    

Abro los ojos exhaltado.

Los latidos de mi corazón son rápidos.

Me siento un poco desorientado, elevo un poco la vista hacía el cielo, he perdido la noción del tiempo.

Todavía me encuentro en posición fetal al igual que Lisbeth que sigue en su profundo sueño.

Estamos más cerca de lo que recuerdo, un movimiento en falso y nuestros labios podrían chocar.

Antes de que pueda salir de esta situación, Lisbeth abre los ojos y reacciona alterada al entender lo mismo que yo.

Ella se aleja bruscamente y de forma bastante agitada.

Ambos miramos hacía otro lado.

Pasan los segundos y ninguno se atreve a mirar al otro.

Nos vemos interrumpido por un gruñido.

— Lo siento — comenta Lisbeth avergonzada.

— No tienes de que preocuparte, hemos pérdido mucho tiempo en este lugar, será mejor que vayamos al pueblo, también tengo hambre.

— Está bien, conozco un buen lugar — se pone de pie.

— Si tu lo dices — sonrió.

Mientras me levantaba del suelo, observo una flor de color rosa llamando mi atención entre las demás flores, es única... al igual que Lisbeth.

Sin dudarlo la arranqué y me levanté.

— Ten, esto es para tí — le ofrezco la flor, demostrando un gesto de romanticismo que supera mis expectativas.

Deberían dar puntos de experiencia por eso.

— Anzerg... — recibe la flor con delicadeza, llevándola a su pecho con ambas manos

Caminamos sin prisa alguna de vuelta a Lindars.

Ella no podía dejar de contemplar la flor que le regalé; en cambio yo, no podía dejar de contemplarla a ella.

————————————————————————————————————

Nos detuvimos en un restaurante que Lisbeth me recomendó, el ambiente es muy grato, muy familiar en mi opinión: Mesas y sillas de madera, cuadros de personas ilustres, y música de carácter medieval.

La camarera toma nuestras órdenes y se aleja de nuestra mesa para comentarle al chef de nuestro pedido.

Distraído, miro hacía las personas presentes, me cuesta asimilar que la gente puede divertirse sabiendo que este mundo es virtual y que posiblemente no salgan con vida de aquí.

Un nudo se asoma por mi garganta al recordar todos los horrores que he cometido dentro se este juego.

Mis manos están manchadas de sangre.

— ¿Qué hay de tí? — interrumpe Lisbeth mis pensamientos.

— ¿Qué quieres saber? — replico.

— Lo que tú quieras — responde en un tono pervertido acompañado de una mirada traviesa.

Verla así hace que las ideas impuras vaguen por mi cabeza, aunque no estuvieron por mucho tiempo ahí.

Su pregunta me incomoda, no puedo decirle toda la verdad a alguien que acabo de conocer:

— Además de luchar en la línea delantera, soy un mercenario dentro de S.A.O — trato de recomponer mi postura — acompaño a algunos jugadores de menor nivel a las guaridas de los jefes para que puedan subir de piso, a muchos no les agrada mi forma de trabajar, ya que mis precios son altos y mi esfuerzo es...mínimo.

Quiero Estar Contigo (Lisbeth X Male Reader)[SAO, Lector Masculino, Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora