Nene

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Quiero compartir esta historia con ustedes, porque a pesar de no ser creyente de ninguna de estas cosas, siempre me ha fascinado todo lo que concierne al tema de lo paranormal, me encantan todas esas historias en las que seres que desafían toda lógica se dedican a atormentar a los vivos. A diferencia de una persona de quien te puedes defender, un fantasma, demonio, espectro o como lo quieran llamar es casi invencible, o por lo menos no lo podrías derrotar con armas convencionales, y es precisamente esa la razón por la cual me encanta lo paranormal

Bueno, me desvió del tema, como dije antes no soy creyente, soy totalmente ateo y tampoco creo en fantasmas, maldiciones, etc. Yo sé que todo lo que estoy por contarles ha de tener alguna explicación lógica, pero debo admitir que, aquello no fue para nada una buena experiencia.

Hace alrededor de ocho meses mientras caminaba de regreso a casa después de estar todo el día en la universidad fui víctima de un asalto, no fue gran cosa, ni siquiera me quitaron el teléfono, solo me quitaron el dinero que llevaba encima, doscientos pesos, y el tipo que me asalto ni siquiera utilizo un arma blanca, simplemente me exigió el dinero utilizando un tono amenazante; el lugar en donde estaba mi departamento no era el más inseguro, ni tampoco el más seguro, era el hogar de una banda de cholos que a decir verdad no eran un gran problema, rara vez se escuchaba que de algún problema que los tuviera como protagonistas; por lo general se la pasaban tomando y drogándose en la calle, sin embargo, aquel día quizá estaban cortos de dinero y por ello tuve la mala suerte de ser la víctima, aquello no me preocupo tanto, me parecía una anécdota de esas que cuentas en reuniones con amigos y ya está, nada resaltable, sin embargo, cometí el error de contárselo a mi madre, cuando la llame esa misma noche, y esta se puso como loca y comenzó a hablar cosas sobre la inseguridad y a regañarme sobre los horarios y rutas que elegía para volver a casa.

A partir de ahí, mi madre llamaba cada noche muy intranquila y preocupada por mí. Fue hace aproximadamente tres meses que ella me llamo como a las cuatro de la mañana hecha un mar de lágrimas, entre sollozos ella me decía que había soñado que los cholos se habían ensañado conmigo y que me habían matado. Tardé hasta que el sol salió en tranquilizarla, pero aun así, había llegado a la conclusión de que debía mudarme de aquel edificio, de hecho, vino en persona a ayudarme a buscar un "mejor departamento"

Tardamos como dos semanas en encontrar uno que complaciera a mi madre, y a decir verdad a mi también.

Estábamos de visita en aquel edificio cuando la primera cosa que yo calificaría como "paranormal" ocurrió, mirándolo en retrospectiva quizá solo estaba imaginando cosas, eran alrededor de las tres de la tarde, nos aproximábamos a la entrada del edificio cuando por el rabillo del ojo pude ver que, atrás de uno de los árboles del jardín que pertenecía al edificio, estaba una niña como de ocho años con vestido rojo la cual parecía estarnos observando con mucha curiosidad, aquello no fue nada extraño, la niña ni siquiera se veía macabra o algo así, lo extraño fue, que ella volvió la cabeza hacia atrás y parecía estar hablando con alguien, poco después se acercó nos dios la bienvenida y muy amablemente nos guio hasta la recepción.

Durante el corto trayecto mi madre sostuvo una pequeña conversación con ella, yo las escuchaba mientras caminaba atrás de ellas a la par que contestaba mensajes de whats app.

Mi madre le pregunto si vivía en el edificio y que si podía presentarle a su madre para que ella estuviera al pendiente de mí, debo admitir que sentí mucha vergüenza al escucharla decir eso a una niña de ocho años

Cuando llegamos a la recepción la niña se despidió de nosotros y su apresuradamente las escaleras, sin embargo, a los pocos segundos volvió a bajar se acercó a mí y me dijo que si veía a Nene que la saludara.

El cantar de las muñecasWhere stories live. Discover now