3. maldito viejo

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"Kasumi. ¿No crees que hiciste demasiado incluso para nosotros?"

La hija mayor de los Tendo miro a sus hermanas menores con una sonrisa consiliadora.

Bueno. La verdad es que si había cocinado bastante hoy, un poco más de lo usual. Al menos para recibir a otras dos personas en la mesa de la familia Tendo.

Pero estaba bien. Ella aveces tenía el presentimiento de cuando necesitaría un poco más de comida, Ya fuera por una pelea especialmente difícil o por nuevos visitantes. Ella siempre estaba preparada con algo para ofrecer.

Era parte de su instinto como omega. Ella simplemente sabía está clase de cosas, siempre que necesita tener algo más o cuando es el momento de convivir, Kasumi siempre estaba lista.

"No se preocupen. Estoy segura que necesitaremos esto."

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" Ah Ryoga. Que gusto. ¿Estas de paso? Ha sido un tiempo desde tu última visita. Pasa por favor"

Ryoga levantó la mirada apoyado en su cayado de viaje.

En algún punto del camino había perdido el aroma actual de Ranma en medio de algún mar de gente cerca del parque de Nerima. Sin embargo su nariz había captado el fantasma de un aroma menos reciente del chico Saotome. Fue una verdadera fortuna que en realidad lo trajera al camino del dojo Tendo.

"Algo así. Gracias Kasumi. También es un gusto verte"

Ryoga dio una reverencia ligera para avanzar por el umbral de la entrada de la propiedad del dojo. Tomó un nuevo registro del aroma dulce y maternal que Desprendía la hija mayor de los Tendo y lo guardaba en su memoria con Comodidad. Si de ahora en adelante su nariz iba a comenzar a servir como su guía, debía guardar los aromas de personas familiares lo mejor que pudiera.

"Oh mi" La pequeña muestra de sorpresa de su anfitriona llamó la atención del chico perdido. Ella tenía una mano en sus labios con una cara de ligera sorpresa.

Kasumi dio unas ligeras y disimuladas olfateadas al aire que desprendía su invitado para estar segura de sus suposiciones. Con alegría en su rostro supo que sus anteriores instintos habían sido los correctos.

"Oh. Felicidades por tu presentación Ryoga. Puedo ver que finalmente dejaste de ser un cachorro. Ahora eres todo un alfa, uno bastante fuerte y peculiar por lo que se puede sentir"

"Muchas gracias Kasumi. " Ryoga se movió un poco cohibido por la atención recibida. Ambos caminaron hacia la entrada en un tranquilo silencio.

Kasumi se apresuró a poner las cosas de Ryoga en la habitación de invitados donde se quedaban los Saotome mientras Ryoga se daba un baño. Se apresuraría con sus hermanas y les diría que hoy tenían una razón para celebrar.

Ryoga era prácticamente como de la familia, y ahora que finalmente era un alfa era una situación para celebrarse.

En definitiva su instinto no le fallaba cuando necesitaba cocinar.

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"Ugh. Akane es mas brusca que yo".

Ranma estaba algo frustrado. Sobre todo estaba sorprendido de que seguía hambriento de todas las cosas.

Había estado camino de regreso ha casa, encontrándose con Akane a la mitad y siendo echado a volar por la misma luego de algunas acusaciones absurdas sobre sus otras novias y la mala cocina de su prometida.

Ha decir verdad era bastante obvio que la cocina no era ni seria el fuerte de Akane en ningún momento pronto. Pero para Ranma ella no tenía que golpearlo por eso, no de la manera en que lo hizo cuándo menos.

¿Una relación en manada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora