Nota: Obviare la pelea. Porque ya tengo demasiado tiempo en esto. Así que. A lo que sigue.
Disfruten el milagro de cuarentena.
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"¡Ranma! ¡Maldición! ¡Ranma Contesta!"
Ryoga se arrodilló frente al cuerpo tembloroso de Ranma mientras Akane continuo tratando de que el muchacho le contestara.
Los labios de Ranma sangraban por la fuerza con la que estaban siendo mordidos, los espasmos en su cuerpo, eran visibles y tensos como una cuerda.
Ryoga sabía que Ranma estaba haciendo un valiente esfuerzo por mantener cualquier sonido a raya, así como la necesidad de aliviarse a sí mismo, sobre todo por la forma en que sus puños se aferraban al suelo, aún con forma desesperada en la que sus piernas se presionaba entre sí.
"Ranma aguanta porfavor"
Un estremecimiento recorrió todo el cuerpo de Ryoga cuando Ranma no pudo contener un sollozo angustiado al ser movido por Akane, quien intentaba apoyarlo en su regazo.
"Akane por favor, duele. Quema"
"Oh Ranma" Esta vez fue el turno de Akane para sollozar.
La piel de Ryoga se erizo ante la vista.
Sus sentidos se habían agudizado al estar expuesto de lleno a las hormonas que desprendía el cuerpo de su rival.
La vista de la piel sonrojada y vibrante de Ranma estaban haciendo estragos en la propia inexperta naturaleza de Ryoga.
Al igual que Ranma y Akane, Ryoga también estaba sufriendo. Él quería genuinamente ayudar a Ranma, tanto el hombre como el alfa sufrían a causa del dolor que estaba presenciando.
"Dios mío. ¿Qué puedo hacer?"
Su alfa interno se retorcia con la necesidad de morder al omega, detener el dolor del celo y encargarse de la situación de la manera que los instintos dictaban.
Pero el hombre que era Ryoga no podía imaginar hacerle eso a Ranm. Por mucho que le doliera admitirlo, Akane estaba de por medio para ambos. Ryoga la amaba y estaba seguro que Ranma también lo hacía.
Akane también tenía sentimientos profundos por Ranma. Por lo que no podía permitirse lastimarla en el proceso de una decisión apresurada.
"Pero él es lo más parecido a un compañero de manada que he tenido en años. Maldición. Ranma es lo más parecido que tengo a un mejor amigo"
Tenía que hacer algo.
"Airen"
"Ran-Chan"
Ryoga rugio a sus espaldas observando ha las alfas que apenas se habían recuperado de la refriega.
Ukyo y Shampoo retrocedieron ante el enorme alcance del alfa que ahora era Ryoga.
Los colmillos del muchacho perdido estaban a la vista, filosos, amenazantes. Todo su lenguaje corporal prometía dolor y muerte a cualquiera que se atreviera ha acercase.
"Ryoga"
Ryoga volteó al llamado suave de Akane.
Ranma se había recostado boca abajo, con el pecho en el regazo de Akane y el rostro completamente rosado de lado, respirando con la boca abierta en pesados jadeos.
Su espalda estaba tensa y temblorosa mientras sus caderas se alzaba inseguras por sus rodillas débiles.
Estaba presentándose ante el alfa con miedo al, obviamente, haber sentido su enojo.
La angustia de Ryoga presionó fuerte en la boca de su estómago y dio un peso enorme en su corazón.
Unas cuantas lágrimas se deslizaron por el rostro del muchacho colmillo. No soportaba verlos así.
Por lo que permitió al alfa hacerse cargo.
"No no no. Tranquilo, no estoy molesto contigo "
En contra de su mejor juicio, con sus colmillos doliendo por la necesidad de morder, se movió hacia la pareja en el suelo.
Maniobro a la beta y al omega de forma que ambos estuvieran entre su regazo. No quería quitar a Ranma de los brazos de Akane cuando sabía que este se sentía más seguro al lado de su compañera beta.
Ryoga se apoyó hacia adelante para tener mayor estabilidad con ambos cuerpos en sus brazos.
Ranma estaba en medio de Ryoga y Akane, descansando su rostro lloroso en el hombro de su prometida, su cuerpo temblando rendido contra su rival.
"Akane, Ryoga, porfavor. Ya no lo soporto"
Ryoga y Akane compartieron una mirada preocupada mientras Ranma continuó aferrandose a ellos como a un salva vidas.
Ryoga estaba seguro que ambos ya habían notado lo obvio, lo que Ranma estaba pasando era todo menos normal.
El aroma de su celo era intenso, ácido e inmaduro. El efecto en el cuerpo del chico era violento y fuerte, claro sí el lagrimeo en los ojos del tipo más orgulloso de Japón tenía algo que decir al respecto.
"Es un celo forzado. Su cuerpo aún es demaciado inmaduro para soportarlo correctamente"
Ryoga y Akane deslisaron sus dedos suavemente en el cabello de Ranma, tratando de brindarle algún tipo de consuelo mientras éste se apoyaba temblorosamente a su tacto.
"¿Qué hacemos?"
Finalmente, las lagrimas habían comenzado a rodar por las mejillas de Akane mientras ésta se apegaba más contra el cuerpo de Ranma.
Ryoga abrazo firmemente ambos cuerpos midiendo su fuerza para no lastimarlos.
"Tranquilos. Lo tengo. Los tengo"
Ryoga sabía lo que debía hacer, al menos para calmar la necesidad del cuerpo de Ranma que estaba reaccionando tan violentamente para atraer un compañero que se ocupará de él.
El joven Hibiki apretó los ojos con fuerza, maldiciendo por las consecuencias que vendrían de sus próximas acciones. Hacerlo le llenaría el alma de remordimiento, pero tampoco podría permitir que alguien más lo hiciera.
No sería capaz de perdonarse de otra manera.
"Tranquilos. Yo me encargo. Lo haré mejor, lo prometo"
Se aferró a ambos cuerpo, meciendolos suavemente, intentando que la situación no lo superará.
"Ranma, Akane lo siento"
Movió a Ranma lo suficiente para que este apoyará su frente en el hombro de Akane.
Sus dedos continuaron deslizándose, junto a los de la beta, por el cabello y la espalda de su angustiado muchacho buscando relajarlo para lo que vendría.
Movió el cabello trenzado de Ranma hacia un lado y lo sostuvo de manera firme para mantenerlo quieto, procurando ser lo suficientemente gentil para evitar alterarlo más.
Mientras tanto Akane hundió su rostro en el cabello de Ranma apretando su brazos al rededor de su prometido.
Los gritos de comprensión y asombro, resonaron de fondo a medida que sus adversarios se recuperaban, observando junto con los alumnos de Furinkan que se aglomeraban al rededor la escena que los tres jóvenes estaban montando.
Pero nadie tuvo el valor se acercarse. No es que tuvieran una posibilidad de detener a un contrincante como Ryoga Hibiki.
"Lo siento. Porfavor, perdónenme "
Entonces, ignorando amenazas y gritos, Ryoga se inclinó a la nuca de Ranma.
Y Mordió.
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¿Una relación en manada?
FanficRyoga Hibiki un alfa que se sabe entre los 10 mejores artistas marciales en Japón ha pasado mucho tiempo enfrentandose a Ranma Saotome como su eterno rival por muchas razones, desde el hecho de dejarlo plantado en una pelea hombre alfa a hombre alf...