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Capítulo 3

*Narra Amy*

 

Sonó la odiosa alarma solo que con una pequeña diferencia: hoy íbamos a verlos. Cogí mi toalla y me metí en el baño, me duché y salí. En la cama había dejado preparada la ropa que me iba a poner. Ayer por la noche tuve que llamar a Emma para que me ayudara con la ropa. Me vestí, me puse los zapatos y fui al baño a maquillarme como solía hacer.

 

Bajé las escaleras y estaba mi hermano, como cada mañana, esperándome para desayunar y llevarme a clase. Así podía dormir un poco más. Le di un beso y le di los buenos días, nuestra relación era bastante buena, no podía quejarme. Tomé el zumo y las tostadas que había dejado en la mesa y cuando terminé cogí mis cosas y salimos de casa. Mi hermano notó que estaba nerviosa, me movía muy rápido y me temblaban las manos.

 

-¿Qué te pasa Amy? -me preguntó preocupado.

 

-N-no pasa nada, solo que hoy tengo un examen importante.

 

Si le decía que iba a conocer a Janoskians me diría que estaba loca, que me dejara de tonterías y me pusiera a estudiar. A él le daba igual lo del canal, era la única persona que nos apoyaba pero aún así no le acababa de gustar.

 

Antes de ir a clase, pasábamos a buscar a Emma.

 

*Narra Emma*

 

El despertador sonó, e intenté pasar de él y seguir mi sueño, pero me di cuenta de que hoy era un día especial: hoy conoceríamos a Janoskians. Me levanté de un salto animada, y fui hacia la cocina. Me preparé un buen desayuno y acto seguido fui al baño a darme una ducha. Nada mejor para despejar las ideas y prepararse para aquél día. Al salir me vestí; ayer estuve hablando con Amy sobre la ropa, y ya estaba todo listo. Me maquillé y fui directa abajo. Justo en ese momento sonó el timbre. Era Betty.

 

- Jonás está durmiendo aún - le sonreí. Asintió y entró.

 

Revisé mis cosas para ver si estaban todas, y salí. No mucho después pasaron Amy y su hermano para acompañarnos a la universidad. Al ver el coche, cogí aire y entré. Me temblaban las piernas de los nervios.

 

- ¿Nerviosa? - Dijo Amy moviendo las piernas. Cómo me conocía. Y yo a ella, pues por ese movimiento supe que al menos ella sí lo estaba.

 

-¿Por qué tendríais que estar nerviosas? - dijo su hermano. Giró la cabeza hacia atrás en un semáforo y me sonrió - ¿qué pasa hoy?

 

- Pues… - empecé.

 

- ...ya te lo he dicho, exámenes - dijo Amy rápidamente. Giró la cabeza y me guiñó el ojo. Vale, su hermano no sabía nada.

 

- s-s-sí - contribuí - uno muy difícil.

 

- Bueno… - dijo su hermano dejándolo correr.