Lluvia del corazón [TERMINADA]

Capítulo XX: Entre libros

Al pasar de los días ella insistía en seguirme buscando, no entendía cuál era su objetivo pero me gustaba que de alguna manera me prestara interés, no sabía que tan lejos ella podría llegar ni tampoco tenía en mente cuánto daño sufriría por todo esto, nos dejamos de hablar algunos días, pero algo en mí no quería perder contacto con ella, no sé si estuvo mal que también la buscara, ya que no teníamos establecido si esto con el tiempo se llegaría a transformar en algo formal o solamente sería un juego para ella, y si esto era así me gustaría formar parte...

Comenzamos hablar de nuevo, sobre varios temas, pretendíamos que las cosas no habían pasado, y de alguna manera lo intentábamos de nuevo, ya en este punto no quería involucrarme tanto ya que no quería tener más problemas y en cierto aspecto me llegue a sentir sucia por eso, ya sea por intentar conquistar a una chica que salía con 2 personas a la misma vez, pero veía que tenía una mínima oportunidad y quería intentarlo sin importar las consecuencias.

Pasaron los días y recuerdo que en una noche nos desvelamos hablando, conociéndonos más a fondo era una conversación que no tenía fin, me gustaba saber más de ella y al mismo tiempo lograba ver el interés que tenía en mí, llegue a conocer poco a poco sus gustos, las maneras en que podría conquistarla y más allá de lo que esperaba, al encontrarnos platicando recuerdo que me había mencionado que ella me había escrito una carta que al día siguiente me entregaría ya que era importante para ella hacerlo aunque el pensarlo la ponía muy nerviosa en cierto aspecto, yo al conocer de esto de igual manera entre en un estado de nerviosismo ya que sería la primera vez que alguien me había escrito una carta, fueron varias emociones juntas y solamente esperaba que el tiempo pasara volando para poder verla a ella y de igual manera para leer esa carta, tenía tanta curiosidad y al mismo tiempo tantas ganas de poder entenderla un poco más...

Llego la madrugada y de igual manera dio la hora de asistir a clases, no recuerdo si dormí ese día de la emoción o si solamente me la pase pensando en que cosas podrían ocurrir y en si podría existir una esperanza de que se convirtiera en mi novia, muchas ideas volaron por mi mente, al encontrarme de camino a la escuela me encontraba nerviosa tanto que no tenía deseos de entrar a clase, pero de igual manera sabía que durante el transcurso del día la vería afuera de mi edificio esperándome, y así fue...recibí un mensaje de ella diciendo que se encontraba afuera de mi edificio esperándome al comenzar a bajar de mi salón pude observar que ella no llego sola, si no acompañada por aquella chica que conocí en aquel evento (Lorena), solamente baje y tome la carta, hablamos muy poco y se retiró a su salón y yo al mío, al momento no quería leerla si no hasta llegar a mi casa, pero la curiosidad pudo más, y comencé a leerla, muchos sentimientos comenzaron a surgir en mí, muchas cosas nuevas comencé a sentir, puedo decir que me enamore de ella aún más al terminar de leer esa carta, no sabía cuánto tiempo transcurriría para que pudiera volverla a ver de nuevo, durante todas mis clases no podía sacarla de mi mente, no podía olvidarla ni un instante, hasta que llego el final de mis clases y acudí a la biblioteca de la facultad para realizar varios pendientes de clases, al poco tiempo me llego a parecer absurdo, ya que fue mucha coincidencia que Karen también se encontraba ahí, ella me miro y se acercó, tomo asiento frente a mí y comenzó a platicar, hablamos un rato, existieron momentos de absoluto silencio, momentos en que ella no hablaba mucho y eso me intrigaba, pero creo que no lo llegue a notar mucho porque me perdía en su mirada, en especial en una... la cual no sé cómo podría describirla, pero si sabía que podía perderme completamente en ella, que me movía cada uno de mis sentimientos cada vez que la llegaba hacer, una mirada como pocas...era profunda, atrevida, intensa, dominadora, fuerte, misteriosa...entre tantas cosas más, esa mirada solo provocaba una cosa en mi... besarla.

No pude resistir mucho, así que intenté robarle un beso y ella sabía que era capaz de hacerlo, pero cuando estaba a punto de darlo, ella simplemente se marchó...