Llegada al país de los Idols

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Al aterrizar en el aeropuerto de Incheon no pude evitar soltar un grito desaforado. Mi madre tuvo que mantener los auriculares en sus oídos para no escucharme. Estaba desbordada de felicidad y la euforia que sentía en mi cuerpo, era como la mismisima adrenalina. No podía esperar para bajarme del avión e ir a recorrer la ciudad.

Desde que tenia diecisiete años había querido viajar Seoul. Desde el momento en que descubrí el mundo de los k-dramas y la música coreana. Me había obsesionado con absolutamente todo lo que tenia que ver con la cultura coreana. Mis familiares entendían mi obsesión, pero había veces que simplemente era demasiado para ellos de sobrellevar; especialmente cuando se involucraban idols. El grupo que yo amaba mas que nada, el que me robo el corazón mas que cualquier otro... fue BTS. En coreano "Bangtan Sonyeondan".

Me había vuelto fanática de ellos en el año 2016. Sentía que tenia mucho con lo cual ponerme al día acerca de ellos, debido a que ellos habían debutado en el 2013. Al instante comencé a investigarlos, a ver vídeos introductorios y también había comenzado a leer blogs informativos. No me fue muy difícil aprenderme sus nombres y tampoco fue difícil amarlos desde el principio. 

Con 21 años, finalmente pude cumplir mi mayor anhelo de viajar al país donde mis mayores ídolos tenían sus raíces. Obviamente sabia que había posibilidades remotas de poder encontrarlos y verlos en persona, por eso el mero hecho de pisar su tierra ya era mas que suficiente para mi. Mama había accedido a acompañarme porque a ella también le interesaba la cultura de Corea, sumándole el hecho de que ella era una amante empedernida de los viajes. 

-Que suerte que estudiaste coreano antes de que viniésemos- comento mama mientras estábamos esperando por la cinta para tomar nuestras maletas- No entendí nada de lo que dijo la señora de inmigraciones.

-Aun me falta perfeccionar muchas cosas- dije haciendo un puchero- Hubo ciertas palabras que no me salieron con tanta fluidez. 

Mama soltó una carcajada y tomo su maleta color lila de la cinta. Lo único que faltaba era mi maleta, esperaba que no la hubiesen golpeado demasiado en el viaje. Siempre tuve ese pánico con los viajes; que mi maleta se perdiera o que la golpearan tanto que las cosas de adentro se arruinarían. 

Finalmente mi maleta llego y la tome con sumo alivio. Era una maleta negra personalizada con dibujos en graffiti del logo de BTS. Mi madre era una gran entusiasta de la pintura y el arte así que ella se había ofrecido a decorarla; la verdad que se había esmerado mucho en su trabajo y había quedado genial ¡amaba esa maleta! sabia que llamaría algo la atención, era como tener un gran letrero con luces de neón en la frente  diciendo "AMO A BANGTAN". Ciertamente varias personas nativas miraron mi maleta con diversión y para luego reirse en voz baja. 

No me importaba en lo mas mínimo lo que los coreanos pensasen de mi fanatismo. No iba a negar nada y tampoco iba a insultarlos por mirar la obra maestra que era mi maleta. Tampoco perdí tiempo pensando en mi atuendo para ir por el aeropuerto; En efecto estaba vestida haciendo una especie de "cosplay" de  V, alias de Kim Taehyung, osea el puto amo de los atuendos de aeropuerto. Obviamente no era ropa de marca, era imposible para mi conseguir algo de Gucci porque eso si que estaba mas allá de mis limites económicos. 

Opte por una boina negra lisa, anteojos transparentes con un marco dorado y un barbijo blanco simple. Habia teñido mi cabello de rojo, el color que mas había amado de todos los que V se había hecho; no era un rojo brillante como el que V había tenido pero se acercaba bastante y me gustaba mucho como me quedaba. 

-¿No te incomoda ese traje Zi?- pregunto mama mirándome de arriba a abajo. 

Negué levemente con la cabeza y sonreí. 

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