Encuentro Iracundo

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Al final de cuentas decidí dormir un poco. pero ese poco resulto ser el resto del día que yo tenia pensado salir y visitar un poco la zona en la que nos encontrábamos. No pudimos hacer turismo en el primer día pero si dormimos una larga siesta. 

al despertar, casi me caigo de la maldita cama. No me di cuenta que estaba en otro lugar hasta que mi trasero dio con el suelo. Con un ojo medio abierto y el otro cerrado tantee la mesa de noche donde había dejado cargando mi celular, lo tome y mire la hora. Eran las 9 am. 

-¡Mama!- grite- son las 9 am, ¡despierta!

Mi madre no movió un pelo, seguía profundamente dormida. Así que no tuve mas opción que lanzarle una almohada a la cabeza, seguro después me gritaría un poco y me escupiría pero bueno... ¡Todo sea por Corea!

-¡¿Que haces Zoe Analia Cortez?!- grito mi madre devolviendome la almohada.

-Ya es martes mama- le informe desde una distancia segura- Nos quedamos dormidas ayer y no nos levantamos. 

-Ay me lleva la puta...- insulto la mujer con fastidio- ya me levanto.

Mi madre tardo alrededor de diez minutos en levantarse por completo, ella era como un perezoso cuando se trataba de dormir. En ese lapso de tiempo yo aproveche para darme una ducha y despertarme por completo. Cuando salí envuelta en una toalla y con el cabello goteando el color rojo, me dirigí al armario para ver que iba a ponerme. 

-Zi, sécate el pelo por favor- dijo mama en el medio de un bostezo- no vaya a ser que te enfermes en el segundo día.

-No te preocupes mama- la tranquilice. Tome otra toalla y me la envolví en la cabeza para que se absorba el agua. 

Mientras que mama se duchaba yo aun seguía enfrente del maldito armario intentando decidir que ropa llevar. Estaba indecisa, y eso me frustraba mucho. En vez de decidir de una maldita vez fui a buscar el secador de viaje que estaba en mi maleta y lo conecte cerca del espejo gigante. Me seque con cuidado, siguiendo el recorrido con un peine para que no me quedara tan inflado; cuando termine me puse un poco de maquillaje para ocultar mis ojeras, algo de corrector y luego polvo sellador. Tome la mascara y me la pase por las pestañas varias veces. Cuando las mismas estuvieron bien arqueadas me coloque algo de brillo en los labios y ya había terminado con el maquillaje. 

Nunca fui de maquillarme de manera extravagante, con un poco era mas que suficiente. Finalmente me decidí y  proseguí a ponerme la ropa interior mas cómoda que tenia, porque sabia que íbamos a caminar mucho; y encima de eso me puse un suéter gris bastante abrigado y para terminar me puse una pollera negra con algo de vuelo. 

-Hmm, mejor me pongo unas medias- dije al mirar mis piernas descubiertas. 

Tome unas medias negras casi traslucidas y me las puse. Busque las botas militares con las que había viajado y me las calce, ese calzado era el mas abrigado que había traído. Por ultimo tome una campera inflada color blanco y me la coloque dejando libre mi cabello; debido a que aun lo tenia un poco húmedo, me puse un gorro de lana negro para cubrir la coronilla de mi cabeza. 

Ya estaba lista para la aventura, tenia mi celular cargado, mi mochila de mano colocada sobre mis hombros y mi entusiasmo por las nubes. a diferencia de mi madre que aun estaba soñolienta y murmuraba insultos acerca de lo cansada que estaba.

-¡Menos insultos y mas ropa!- exclame tirandole todo tipo de prendas por la cabeza. 

-Podrías dejar de lanzarme cosas a la cabeza Zi?- mama me fulmino con la mirada y rechino los dientes- Tienes 21 años por el amor de dios.

-En mi corazón aun tengo 15- le saque la lengua y ella me devolvió el gesto.

Cuando mi madre estuvo cambiada y lista salimos al exterior. No desayunamos en el hotel porque convencí a mama de ir a algún café  ¡Era uno de mis mas grandes sueños! pedir la orden como hacían en los k-dramas. Arrastre a la mujer soñolienta por varias cuadras hasta que encontramos un lugar muy lindo. Estaba lleno de plantas por todos lados y algunas flores, mama era muy fanática de la jardinería así que ella estaba complacida. 

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