Capitulo 1 - cafeina para dos

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Iván

Los cálidos rayos del sol se asomaron por el gran ventanal de la habitación de hotel en la que me encontraba.

Estire mis músculos, restregué mis ojos y puede ver con más claridad. La chica de anoche, aún seguí dormida, suspire al ver la hora, eran las 10:30am, tenía que estar en la empresa a las 7:00 am.

Rápidamente salí de aquellas sábanas de hotel, tome mis bóxers, los cuales se encontraban tirados en el suelo de la habitación, junto a mi pantalón y mi camisa, por último mi celular y las llaves del auto.

Estacione rápidamente, cerca de la gran fuente de mi mansión, pase la alarma y entré. Subí a mi habitación,tome una ducha y escogí un traje de color gris, con una camisa blanca abierta en el pecho, junto a mis zapatos de vestir, deje mi cabello alborotado y baje a la planta baja.

- mi amor, ¿dónde estabas?- interrumpió la voz de April, justo cuando iba a salir.

- anoche tuve una conferencia con unos nuevos clientes y me quede a dormir en casa de Brayan, lamento por no haberte avisado - me acerque y bese sus labios

- no te preocupes mi amor, tu siempre tan ocupado - dijo mientras arreglaba mi corbata y depositaba un rápido beso en la comisura de mis labios.

Sin decir más, emprendí el camino a la empresa, pero antes, tenía que pasar por mi café, tenía que tomarme un café o si no mataría a todos. Podría prepararlo April, pero el café de esta cafetería, hacia que mi paladar deleitara el café como un joya en oro, además de ser mi fuente de insomnio, siempre que no lograba dormir. Soy adicto al café, lo entiendo, pero no puedo evitarlo.

Azote la puerta de mi Lamborghini, me coloque mis lentes de sol,acomode un poco mi chaqueta y me adentre al interior de la cafetería, hice mi pedido y espere pacientemente a que la cola avanzara, pero esto era inútil, hoy era el maldito día en el que todos querían café.

Luego de tanto esperar, me dieron mi pedido, victoriosamente salí de aquel revoltijo de personas, justo en la entrada, alguien o algo tropezó conmigo, derramando así, todo el café en el suelo del local y en mi camisa.

- ¿que carajos te pasa?, más te vale que me compres otro maldito café, hizo la puta espera para que tu...- levanté mi vista, para observar a quien carajo le estaba gritando, en lo que me percate, era una chica, con un golden dorado a su mano.

Vaya, que chica, la examine atontado por un rato, traía puesto unos pantalones ajustados, color vino, junto a un blusón beige, ceñido al cuerpo. Su cabello, era marrón avellana, con pequeñas ondas en el, su piel era blanca y a simple vista se veía lo tersa y suave que debería de ser.

Mis ojos bagaron desde la parte baja de su cuerpo, hasta llegar a sus ojos, eran como dos perlas azules, cristalizada, hasta podía verme reflejado en ellos, el color de sus ojos era una rara combinación entre azul cielo, verde agua y gris.

Suspire

"Era guapa, no de esas que tienes cerca y supieras, guapa de aquellas otras que tienes lejos y te falta el aire"

- lo siento - artículo en una sonrisa avergonzada

¿Cómo no derretirme ante esa bella sonrisa?. Justo ahí, se me olvido lo sucedido con el café, no me importaba ni la ropa, ni la hora de retraso, ni el hecho de no haberme tomado el café.

Sólo me importaba, seguir viendo aquello ojos cristalinos, en los que me encontraba reflejados.

- no hay problema, me disculpo por haber dicho aquellas palabras...- hice una pausa- no fue mi intensión.

Sonreí

Como idiota

- lo lamento - dijo nuevamente - me tengo que ir.

Sonrió por último y camino hacia mi, pero luego tropezó contra mi cuerpo.

Eso me hizo pensar algo

- lo siento, soy muy torpe - dijo Ori último

Siguió su camino, con aquel perro, mientras tropezaba con alguna personas.

No me cabía duda, de que era ciega.

¿Pero porque?, ¿qué le había pasado?

Al llegar a la empresa, todos me vieron con cara de asombro. Llame directamente al elevador, sin hacer contacto visual con ninguno de mis empleados.

Llegue a mi piso, entré en mi oficina y me encontré con mi amigo Brayan, recostado en uno de mis sillones.

- ¿me imagino que te gustó lo de anoche?- alzo un ceja y embozo una sonrisa

Sonreí, anoche si fue la mejor prostituta que pague.

- estuvo excelente, ¿y la tuya?- pregunte mientras me reclinaba más en el sillón.

- maravillosa, es toda una diosa en la cama

Reí, sabía que Flavia era buena, ya había tenido varias sesiones con ella. De vez en cuando, es bueno prestar a mis putas.

- ¿ que te dijo April?, ¿ se creyó todo el cuento de los clientes? - pregunto

- siempre lo hace - emboce una sonrisa - ¿ y Alicia?

- bueno... dudo por un instante, pero al decirle que era un nuevo contrato festejó de alegría.

- que bueno - sonreí

- oye y ¿que le paso a tu camisa?, ¿Es café? - pregunto tocando la parte mojada de café.

Ahí fue, donde la recordé, como un espejismo, aprecio en mi mente, revolviendo en mi todo, sus ojos, su cabello, su cara, su cuerpo... toda su belleza.

Sonreí al recordar sus bellos dientes incitando una sonrisa amigable.

- ¿Iván?- pregunto Brayan chasqueando los dedos frente a mi rostro, sacándome de mis pensamientos.

- dime - dije desorientado

- ¿que paso?, cuéntame

- nada, sólo un pequeño resbalón, sólo eso - sacudí mi cabeza

El no muy convencido, siguió hablándome de la conferencia que daríamos en una hora, explicaba cada detalle y palabra del contrato, pero yo sólo podía pensar en ella.

No se su nombre, pero por ahora será "Ella", quien bague por mi mente cuando quiere.

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⏰ Última actualización: Sep 16, 2014 ⏰

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