¡¡¡RRRRRIIIIIIIINNNNNNGGGG!!!
Fin de las clases, por hoy.
-Suerte que hoy ya se han acabado las clases. En serio, un minuto más dentro de ese maldito edificio y muero de aburrimiento- me quejo como siempre a mi amiga Aura al salir del instituto-. Pff, pero tenemos un montón de deberes que nos van a mantener toda la tarde cerradas en el cuarto.
-Ya, hoye y como si fuera poco, ésta semana la tenemos llena de exámenes- responde ella igual de indignada-. Es que estos profes de hoy en día no tienen nada de consideración. ¡Como si no hubiera mas cosas para hacer!
Es verdad. Y por ella sobretodo. No es que sea que estudiar no sea importante, pero es que ella es la mayor de cinco hermanos y debe de actuar como tal puesto que su madre trabaja hasta tarde. A veces me gustaría disponer de más tiempo, pero es lo que hay.
Seguimos hablando de nuestras cosas hasta que llega mi madre en coche. Me despido de Aura dedicandole un "intenta no cansarte mucho" y subo al automóbil en el asiento delantero.
-¿Que tal el día hija?- la típica pregunta diaria de mamá suena algo cansada hoy.
- Bueno... ¿qué tal el tuyo, mamá?- Y mi típica respuesta diaria suena, como siempre, con un deje de despreocupación en el tono de voz. Lo último que quiero es poner más pegas en la vida de mi madre.
- Pues no muy bien, cariño. Pero gracias por preguntar- Dice mostrandome una triste sonrisa-. Hoye, ¿Dónde se ha metido tu hermano?
- Pues... no lo sé. No lo he visto salir del insti.
- Bueno, esperemos.
Es algo raro. Louis acostumbra a salir antes que yo. Esto solo puede significar más problemas. "Genial" me digo para mis adentros.
Al cabo de un rato, cuándo ya no queda nadie en la puerta del edificio, aparece él. Parece nervioso porque camina con paso ligero y algo tenso con la mirada fija en un sobre blanco que tiene en la mano derecha. Miro a mi madre. Ella se lo mira con el ceño fruncido mientras se acerca al coche.
- Lou, cielo, ¿que llevas en la mano?- pregunta mi madre cuando, al fin, mi hermano entra al coche.
Louis sólo le entrega el sobre con un suspiro. Es una carta adrezada a él, pero... que raro. Nunca había visto una carta escrita en tinta verde. Aunque al parecer, para mi madre tiene sentido, pues deja escapar una exclamación de... horror?
- ¿La has leído?- pregunta levantando un poco la voz- Dímelo Louis, ¿La has leído o no?- Grita algo desesperada al notar que su hijo no le responde.
- Sí- se apresura a contestar él-sí, la he leído mamá-dice como si estubiera confesando un pecado-.Pero no comprendo....
- Luego lo hablamos cuándo esté tu padre ¿vale?-lo corta mi madre con un tono de voz algo preocupada.
- ¿Con papá?- dice incrédulo Louis a lo que ella solo se limita a asentir mientras arranca el coche.
A mi también me impresiona. Ésto es raro. Muy raro. Nuestros padres estan divorciados des de ya hace mucho. Yo tenía 4 años cuándo ocurrió. No lo entendí, y, al parecer, Louis- que tenía 6- tampoco. Solo que un día mamá echó a papá de casa y él ya no volvió por aquí. Ahora aún sigo sin entenderlo. Mi madre parece que huye de él. Cómo si le tubiera miedo. Pero mi padre aún la quiere y siempre la ha querido. Nos lo dijo el verano pasado cuando fuimos a su casa en la montaña. Si mi madre no lo quiere ver, ¿por qué lo de hablarlo con papá? ¿Acaso se han reconciliado y yo no me he enterado? Raro, definitivamente muy raro.
Al llegar a casa pero, me apuro en poner la mesa mientras Louis y mamá preparan la comida. Tengo un hambre de lobo, como siempre, y mi hermano no me deja ayudarles. Según él me lo comería todo antes de tiempo dejándolos a ellos sin comida.
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Un sueño hecho realidad
FanfictionDana es una chica que cree que es normal y corriente cómo cualquier otra. Va al instituto como cualquiera, tiene una familia como cualquiera, queda con las amigas como cualquiera y tiene amores secretos como cualquiera. Hasta que empieza a notar un...