My Twin Romance (Sesshrin)

Capítulo 2

Estuve dando vueltas alrededor de la manzana durante casi media hora.

¡¡No puedo llegar tarde el primer día!!

-¿¿Será que la señora Irasue escribió mal la dirección?? - Me pregunté a mi misma un poco pensativa -He pasado por esa casa enorme al menos tres veces. No puede ser... ¿verdad?... Esta casa es al menos diez veces más grande que la de mis padres...

Me mordí el labio y llamé al timbre. Justo cuando estaba a punto de perder los nervios y marcharme, un hombre pelicastaño me abrió la puerta.

-¿Si? ¡Oh, hola! Tú debes ser la señorita Rin. Te esperábamos - Dijo el hombre pelicastaño con una sonrisa -Soy Hojo. Pasa, por favor

Abrió un poco más la puerta y me hizo una reverencia.

-¿Cómo es que sabes mi nombre? - Pregunté un poco nerviosa

-Como ya te he dicho, te estábamos esperando

¿¿En plural??

-¡Rin, ya estás aquí! - Dijo la señora Irasue con una sonrisa -He esperado tu llegada desde el día de la fiesta

La señora Irasue era incluso más hermosa de lo que recordaba. Su aura era inspiradora.

Sus hijos me han distraído y casi se me olvida lo guapa que era.

-No están aquí - Dijo de repente la señora Irasue sacándome de mis pensamientos

-¿Perdona? - Pregunté nerviosa porque no había puesto atención

-Esperabas ver a los gemelos, ¿verdad? - Preguntó la señora Irasue con una sonrisa -Había pensado que lo mejor sería que te instalaras mientras ellos no están

Me miró de arriba abajo con el ceño fruncido.

-¿Y tus cosas? - Preguntó la señora Irasue un poco preocupada

-¿Qué cosas? - Pregunté confundida

-¡Madre mía! ¿No te lo había dicho? Vivirás aquí mientras trabajes para mí

-¿Viviré aquí? - Pregunté un poco sorprendida

Dio una palmada mientras reía.

-Tenemos espacio de sobra y así podrás trabajar mejor - Dijo la señora Irasue con una gran sonrisa -Así no tendrás que ir y venir todos los días. ¡Venga, ven a instalarte! - La señora Irasue ve a Hojo -¡Oh! Hojo, ¿puedes ir a comprar y traerle a Rin lo indispensable? Después de todo es culpa mía por no haberle dicho nada

-Si, señora - Dijo Hojo con una sonrisa

Hizo una reverencia y se dio la vuelta.

-¿Enserio es necesario? - Pregunté un poco nerviosa

-Bueno, no podemos dejar que vayas todos los días con la misma ropa, ¿no?

-Supongo que no... - Dije un poco seria

-Supongo que podría ir por ahí desnuda - Dijo la señora Irasue un poco seria -Seguro que a los gemelos les encanta, pero no creo que a ti te haga mucha gracia

-¡NO! Comprenme lo que quieran

-¡Fabuloso! - Dijo la señora Irasue con una sonrisa -Sígueme, por favor

La señora Irasue me llevó al cuarto de estar, donde esperaba otro hombre.

¡¡Qué alto y musculoso!!

Me quedé embobada mirándole hasta que me di cuenta.

-¡Bankotsu, esta es la jovencita de la que te he hablado!