Capítulo 3

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A la mañana siguiente me desperté temprano y me vestí a toda velocidad. Al salir de mi habitación me choqué con alguien, pero unos brazos fuertes me sujetaron.

-¡Aquí estás! Había venido por ti - Dijo Bankotsu un poco serio

Los brazos musculosos de Bankotsu me rodeaban.

-¿Va todo bien? - Pregunté

El corazón me iba a 1000 por hora.

Su cuerpo es tan firme...

-Ahora sí. El señor Sesshomaru quiere que le sirvas el desayuno - Dijo Bankotsu muy serio y me soltó

-¿¡¿Qué le sirva el desayuno?!?

¡¡¡No soy su criada personal!!!

Aún así... Le prometí a la señora que me esforzaría. Nos dirigimos al comedor.

-¡Rin! ¿Podrías traerme vino?

¡¿Vino... para desayunar?! ¿Así es como viven los famosos?

Vi una botella de vino abierta en la encimera de la cocina y la agarré con rapidez.

-¡Aah!

Con las prisas hice un movimiento brusco y derrame algo de vino en los pantalones de Sesshomaru.

-¡Oh, no!

Busqué rápidamente una toalla para limpiar el desastre.

-¡Lo siento muchísimo! - Dije muy preocupada por la reacción que tendría

¡¡Que vergüenza!!

Me puse de rodillas para limpiarle los pantalones.

-Mmmm

Sesshomaru gimió levemente cuando froté la mancha.

¿¿Alguien más le ha escuchado??

De repente, alguien me agarró de la muñeca.

-Basta. Puede limpiarse el solo - Dijo Inuyasha muy molesto

Inuyasha me apartó la mano de Sesshomaru y me quitó la toalla.

¡¿Por qué está tan enfadado?! Será que... no. No es posible que esté celoso... ¿Verdad?

Suena el timbre. Un hombre que jamás había visto cruza la habitación y se dirige a la puerta principal. Yo me dediqué a limpiar los platos para mantener mi promesa con la Señora.

-¿Quién era, Mioga? - Preguntó Inuyasha muy serio

-El señor Naraku, señor - Dijo un poco serio

-¡Tú! - Dije sorprendida

-¡Hola otra vez! - Dijo con una sonrisa

El hombre pelinegro de aquella noche me sonreía con dulzura.

-¿Se conocen? - Preguntaron Inuyasha y Sesshomaru muy sorprendidos

-Sí, era mi acompañante en la fiesta de la otra noche - Dijo Naraku con una sonrisa

-¡Mierda! - Dijo Sesshomaru aún sorprendido

El teléfono de Sesshomaru comenzó a sonar.

-¿Si? Creo que voy a llegar tarde al rodaje de hoy... No, no. Me duele un poco la garganta. Quizá debería quedarme en casa - Sesshomaru me guiña el ojo y finge toser

Inuyasha le quita el teléfono y le habla a la persona al otro lado de la línea.

-Soy Inuyasha. Sesshomaru está bien. Ahora mismo lo envió allí - Dijo Inuyasha muy serio y luego cuelga

-¡Jo! ¿Por qué has hecho eso? ¡Quería quedarme en casa con Rin!

-El trabajo es siempre lo primero. La plebeya seguirá aquí cuando vuelvas. ¿No es así, plebeya? - Dijo y preguntó Inuyasha con un tono frío

-S..Sí

-¡Yay! - Dijo Sesshomaru con una sonrisa

-¿Qué querías, primo? - Le preguntó Inuyasha muy serio

-Me preguntaba si podía ir al estudio de su padre. Tiene un par libros que me gustaría leer - Dijo Naraku con mucha tranquilidad -No los encuentro por ninguna otra parte. ¿Podría echar allí un vistazo?

Inuyasha lo pensó durante un momento. Tenía el ceño fruncido.

-Esta bien. Hojo, ¿puedes ayudarle? - Preguntó Inuyasha muy serio -Apunta todo lo que se lleve para que padre lo sepa. Bankotsu puede llevarnos a Sesshomaru y a mí al trabajo

-¡Y no le dejes a solas con Rin! - Dijo Sesshomaru con un poco de tranquilidad -Como no estaré aquí, es tu deber proteger su honor

Se fue refunfuñando junto con Inuyasha y Bankotsu. ¿¿Proteger mi honor??

¿¿Qué cree Sesshomaru que va a pasar??

-¿Qué tal te va? La tía me ha dicho que tenía una nueva criada - Dijo Naraku con una sonrisa -Se me ocurrió venir a verte

-¿Y los libros que buscabas? - Pregunté

-Shh, esa es mi tapadera - Dijo Naraku un poco serio -Tu eres más importante que unos libros

Se me aceleró el pulso.

-¿Q..Quieres tomar algo?

Necesito algo... cualquier cosa para distraerme

-No, estoy bien. ¿Tú? ¿Los gemelos se portan bien contigo? - Preguntó Naraku un poco preocupado

-Oh, no son tan malos. Enserio

Aunque acababa de empezar a trabajar allí, sentía una extraña lealtad por la Señora y por los gemelos.

-Espero que no me estés mintiendo - Dijo con una sonrisa -Ven. ¿Por qué no me dejas que cuide de ti? ¿Quieres un masaje?

-Suena bien, la verdad - Dije con una sonrisa

-Entonces permíteme

Se puso detrás de mí y colocó las manos sobre mis hombros y cuello. Sus manos eran sorprendentemente fuertes.

-Se te da muy bien

Le sonreí y cerré los ojos mientras disfrutaba de la presión de sus manos.

-Mi madre solía estar muy tensa. He aprendido practicando con ella - Dijo Naraku con mucha tranquilidad

-¡Ejem!

Me aparté de Naraku.

-Señor, ¿por qué no vamos por esos libros que buscaba? - Preguntó Hojo un poco serio -Estoy seguro de que la señorita Rin tiene mucho trabajo que hacer

-¡S..Sí! Lo siento - Dije un poco nerviosa

Naraku me hizo una pequeña reverencia mientras Hojo le acompañaba al estudio del Señor. Se gira hacia mí una última vez.

-Recuerda cuidarte a ti misma también, además de al resto

Se me aceleró el pulso ante su amabilidad.

-Lo recordaré

Pasé el resto del día limpiando tanto como pude. Para cuando me fui a dormir ya habían pasado las doce. Estaba exhausta, pero parte de mí aún quería relajarse antes de dormirme.

-Seguro que mañana agradeceré el haberme ido a dormir en vez de pasar más tiempo despierta para relajarme. Así que dormiré ahora y mañana estaré fresca como una rosa

Doble la ropa y me tumbé. Mi sueño fue inquieto. Parte de mí temía que Sesshomaru volviese a intentar colarse.

-Quizá me haya sobre esforzado hoy - Me dije a mi misma un poco seria

¡¡Quería dar buena impresión!!

En cuanto apoyé la cabeza en la almohada me quedé dormida.

My Twin Romance (Sesshrin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora