My Twin Romance (Sesshrin)

Capítulo 4

Había pasado un día más. Estaba agotada, pero llena de determinación. Los rayos se colocaban por mi ventana y me llenaban de energía. Escuché algo fuera

-Cuando la luna ilumina las olas, siempre pienso en ti...

¡Oh, reconozco esa voz!

Decidí no ir a ver qué pasaba.

-Sea lo que sea, no será más importante que el trabajo - Me dije a mi misma

Me vestí rápidamente y bajé las escaleras.

-¡Rin! Me alegra verte - Dijo la señora Irasue con una sonrisa

-¡Buenos días! ¿Puedo ayudarle en algo?

-Me he dejado la agenda en el estudio y llegó tarde. ¿Puedes ir por ella? - Preguntó la señora Irasue con una sonrisa amable

-¡Por supuesto!

Subí las escaleras.

-¡Mierda! ¿Dónde estaba el estudio de la señora? - Me pregunté a mi misma un poco preocupada

¡Hay un montón de habitaciones!

-Tiene que ser una de estas, ¿verdad?

Abrí la puerta de la habitación de la derecha.

-Ups... Creo que me he confundido

En el escritorio había un cartelito en el que ponía "Señor Taisho".

-¡Este es el estudio del padre de los gemelos!

Cuando me giré para marcharme, una foto sobre el escritorio me llamó la atención.

-Esa mujer parece la señora. Uno de los hombres debe ser su marido

¿Quién es la otra pareja?

-La señora Irasue me gritó desde abajo. ¿Quién es la otra pareja? - Me pregunté a mi misma -Mierda, ¿qué estoy haciendo? ¡Tengo que encontrar la agenda de la Señora!

Crucé el pasillo hasta la habitación de la izquierda. La señora Irasue me gritó desde abajo.

-Rin, ¡¿La has encontrado?!

Encontré su agenda sobre el escritorio.

-¡Si, Señora! - Grité desde arriba

Me hice con la agenda y corrí escaleras abajo.

-¡Maravilloso! Me salvas la vida, muchas gracias - Dijo la señora Irasue con una gran sonrisa

-¡De nada, Señora!

Le sonreí e hice una reverencia a la vez que le daba la agenda. Tengo mucha curiosidad saber sobre lo de la foto, pero es algo privado...

No quiero que piense que he estado cotilleando. Mejor mantengo la boca cerrada

-¡Qué tarde es! Siempre me pasa lo mismo - Dijo la señora Irasue muy preocupada

Comprobó el reloj, apurada.

-Rin, siento tener que marcharme así. ¿Puedes hacer una última cosa por mi? - Preguntó la señora Irasue un poco preocupada

-Sí, Señora

-Asegúrate de que los gemelos no se levanten tarde, siempre se les pegan las sábanas - Hace una pausa -¿Me prometes que los despertaras? - Preguntó la señora con una sonrisa

¡¿Despertarlos?!

-L..Lo prometo - Dije un poco nerviosa

-¡Eres una muñequita! ¡Gracias de nuevo! - Dijo la señora Irasue con una sonrisa alegre