16

480 80 51
                                    



Ese día Josh no se sentía con la misma emoción al salir de clases, Ryan había regresado ya a casa y ahora no tenía a nadie quién lo esperara, iba caminando hacia su hogar, miraba cada cinco minutos hacia atrás y caminaba más rápido, ahora que iba solo quería llegar pronto.

Un suspiró de alivio salió de entré su labios cuando estuvo frente a la puerta de su hogar, tomó la perilla y justo cuando la giro, sintió que lo tomaron del hombro, su cuerpo se tensó de golpe y miró sobre su hombro, viendo la sonrisa maliciosa e intimidante de Dylan.

—¿Por qué te ves tan nervioso?—preguntó en un susurro.

—¿Q-Qué haces aquí?—preguntó bajando la mirada.

—Es sólo que noté que no apareció el otro chico castaño con cara de niña—comentó uno de sus dedos por la columna de Josh— ¿Dónde esta?.

—E-En mi habitación—mintió, pero demasiado rápido.

—¿En serio?—preguntó con voz curiosa—Mmm, que bien, me gustaría saludarlo, podríamos llevarnos bien.

—No es que...Ryan...

—Así que ese es su nombre...—Dylan soltó un especie de gruñido y empujo el cuerpo de Josh contra la puerta—Entonces, ¿te gusta hacerme enojar, no?.

—R-Ryan es mi amigo—tartamudeó Josh y cerró los ojos con fuerza.

—¿Cómo ese tal Tyler?—masculló y soltó una risita—Vaya, resultaste ser una puta, te metes con dos idiotas al mismo tiempo, bueno...

Josh sintió que jalaron su cabello hacia atrás y después los labios de Dylan se pegaron a su oído, murmurando con voz pesada.

—Yo también he podido descubrir lo zorra que eres—gruño sobre su oído y sonrió—Pero como eres un maldito maricon, te encanta, ¿no es así?.

Josh negó rápidamente con la cabeza y justo cuando sintió como las manos de Dylan está vez iban hacia un lugar en específico de su cuerpo, la puerta se abrió repentinamente, haciendo que el otro se apartara rápidamente. Laura sonrió al ver a Josh.

—¿Qué hacen aquí afuera?—preguntó la mujer.

—Es que Josh iba a ayudarme con algunas tareas, ¿podría pasar?—se adelantó Dylan.

—¿Eso es verdad, Josh?—preguntó Laura mirando a su hijo.

El pelinegro abrió la boca pero se quedo paralizado, sus ojos se abrieron grande cuando sintió algo presionarse contra su espalda baja, respiró profundo y trató de lucir calmado, estaba seguro de que era la navaja que Dylan siempre llevaba con él.

Y si Josh en ese momento hubiera tenido el valor de hablar, de gritar, de llorar frente a su madre, una de las personas que más lo amaban y protegían, las cosas hubieran sido tan diferentes después de eso.



Su cuerpo entero estaba temblando, su pecho subía y bajaba con rapidez, estaba arrinconado en la orilla de la cama con la espalda pegada a la pared, mirando como Dylan lo observaba con ojos feroces.

—¿Y dónde está tu amigo?—preguntó—Tenía tantas ganas de conocerlo.

Josh no respondió, y su garganta de cerro de golpe cuando Dylan comenzó a caminar hacia él.

—N-No...—Josh balbuceó—Ya no lo h-hagas, p-por favor.

—¿Qué cosa?—Dylan tomó el pie de Josh y lo jaló con fuerza haciendo que quedara recostado sobre la cama.

scary love    {joshler}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora