Capítulo 22| Mensaje

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C A L Í O P E🗡🌙🗡

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C A L Í O P E
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La dirección que nos dio Colín nos trajo a una casa que es una pocilga, según nos dijo mi novio esta chica gana mucho dinero cazando semidioses y no entiendo en que se los gasta su casa da pena. Una vieja casa en medio de una localidad que no parece ser muy amigable ni siquiera segura, Oliver mantiene apretado mi brazo con su mano a medida que avanzamos. La ventana de la casa muestra una luz encendida, en completo silencio nos ocultamos en la oscuridad de la noche gracias a los poderes de mi hermano. Utilizando nuestros dones nos transportamos dentro de la casa, tuvimos que quedarnos muy quietos al ver un perro blanco mirándonos con odio y enseñando sus colmillos. Oliver fue más rápido que yo y en un movimiento rápido el perro estaba dormido.

– Hagamos esto rápido – soltando mi brazo comenzó a caminar con sigilo de que sus zapatos no hagan ruido al pisar el suelo de la vieja madera. Viendo las paredes grises puedo mirar un poco las decoraciones para nada elegantes y sin seguir ningún criterio concreto de decoración. Salpicaduras marrones manchaban algunas paredes y cuchillos y distintas armas estaban tiradas por el suelo.

Por Cronos este sitio es una pocilga – hablo en mis pensamientos enviándole el mensaje a mi hermano de este modo no alertaríamos a Avril.

No sabe administrar su dinero, ahora espera mi señal la luz de esta habitación está encendida – me responde Oliver señalándome que pase delante suyo y me pare a un lado de la puerta. Viendo como él se paró del otro lado, pegando nuestras orejas para escuchar algún ruido vi a mi hermano señalar que entremos.

Con una patada abre la puerta e ingresamos con una neblina negra a nuestras espaldas, vemos a una chica de cabello castaño con las puntas de color rojo, tirada sobre un sillón con varias botellas de alcohol a su alrededor. Unas cuantas pastillas azules están tiradas sobre una mesa y puedo notar que no son precisamente medicina. La chica no se levanta, ni siquiera mueve un dedo parece que esta desmayada, me acerco a ella colocando dos dedos sobre su cuello buscando su vena para comprobar que su corazón estaba latiendo.

Sus pulsaciones eran suaves, sabiendo que estaba con vida me paro delante suyo dándole una fuerte bofetada a la castaña. Mi mano quedo marcada sobre su mejilla derecha, pero ella no despertó, vuelvo a darle otra bofetada con mucha fuerza y esta vez sí puedo verla batir sus pestañas.

– Vamos bella durmiente despierta – alejándome de ella me posiciono a un lado de mi hermano que mira con desdén a la chica que apenas si puede abrir los ojos. Soltando un quejido se incorpora mejor en su sillón acercando su mano a sus costillas dejando escapar otro gruñido.

– ¿Qué quieren? – habla mirándonos a ambos como si no fuéramos la gran cosa y de entre sus cojines saca un cigarrillo y del bolsillo de su campera saca un encendedor. Con mucha calma enciende el cigarrillo dándole una calada larga escupiendo el humo, su actitud era como si fuera normal que personas entre en su casa para golpearla.

¿Diosa o Adolescente? [2.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora