Tres.

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Desperté a las 5:30 de la mañana, salí a ducharme y lavar mis dientes, luego de eso baje a desayunar. Mientras cocinaba un chica pasó por mi cabeza. Tal vez podría pasar más tiempo con ella apartir de hoy, es viernes y puedo salir con ella el fin de semana.
Decidí cocinar para ella también, hice un poco de arroz blanco, pescado y calenté un algo de miso que quedó de la noche anterior.
Puse todo en una bandeja y fui hasta su habitación. Al tocar la puerta me abrió con el pelo muy desordenado y muy adormilada.
-Kaminari?-dijo Jirou aun sin creer que esté parado en la puerta.

Si... Quieres desayunar? -dije mostrando la bandeja en mis manos, ella solo se hizo a un lado para que pase y cerró la puerta tras de mi.

-ahora vengo- dijo llendo al baño mientras yo solo acomodaba las cosas sobre una mesa de té en el suelo y me sentaba en la cama a esperarla. El estar ahí me trajo un aroma algo dulce y cálido... El olor de Jirou.

Mientras el olor invadía mis pulmones noté unas manos en mi cabeza.

-oye- Jirou me movía un poco por la cabeza. - desayunamos?-

-claro, espero que te guste. No sabía que preferirias asique hice algo simple-

-es más elaborado y cacero de lo que vengo comiendo hace meses... Gracias por cierto-

Nos sentamos en el piso y comenzamos a comer algo tranquilos, se notaba que Kyouka tenía hambre ya que comió y repitió lo que pudo, yo nunca fui de comer mucho por lo que le dejé mi plato.

-nose como lo haces pero esto es delicioso- Ella aun tenía un poco de comida en los labios, yo intuitivamente los limpie con mi dedo cuidadosamente mientras tenia una pequeña sonrisa.
Ella solo me miro sorprendida y se sonrojo un poco, luego de eso su expresión cambió a una que no pude descifrar pero se parecía a ¿lujuria?... No no lo creo, ella es alguien demasiado seria... No?
Cuando abandone mis pensamiento ella estaba comiendo tranquila, de pronto sentí algo tocando mi entrepierna. Al mirar hacia abajo vi el pie descalzo de Jirou rozando la tela de mi pantalón justo en mi entre pierna.

-Oye que est- no pude terminar ya que ella me hizo callar con una señal mientras seguía comiendo.

Mi miembro empezó a reaccionar con los rozes de la chica y comenzó a exitarme más y más. Ella terminó de desayunar y me sonrió pícaramente.

-Espero que no solo sepas tocar bien a los instrumentos y la cocina- me sonrió con una ceja levantada.

-A LA MIERDA!- Me pare de golpe y la tomé por los hombros mientras la besaba muy frenéticamente.

-D~Dios- ella me miraba completamente sonrojada- solo quería ver hasta donde llegabas y parece que muy lej- no la deje continuar y la bese otra vez, un poco más suave mientras recorría su cuerpo con mis manos. Lentamente fui sacando su camisa mientras recorría su espalda con mis manos.

-Yo no dejo las cosas a medio terminar- susurre en su oreja para luego morder el lóbulo de esta.

-Maldición- ella comenzó a gemir mientras comenzaba a besarme, no lo hacia muy bien pero su sabor era demasiado delicioso, demostraba su inexperiencia en eso, me atrevía a decir que tal vez fuera su primer beso y en el mejor de  los casos su primera vez.

Ella... Su cuerpo estaba demasiado caliente, sentía como si me quemará, me quemaba de placer y quería seguir así.

-quiero tenerte en este maldito momento- gemí ronco tras decir eso, ya no lo aguantaba más.

-callate y hazlo de una vez- pude ver lo sonrojada y avergonzada que estaba en ese momento.
Poco a poco fui sacando  su sostén mientras seguía besandola, no me cansaba de su cuerpo. Cuando termine de sacarle esa estorboza prenda comence a chupar y morder uno de sus pechos, para mi sorpresa eran más grandes de lo parecían.
Mi mano apretaba y jugaba vagamente con el otro, por mientras Jirou trataba de callar sus notorios gemidos...

Un Regalo De VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora