#O3

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—Ven aquí un segundo.

Sin esperar una respuesta, el rubio lo tomó de la muñeca y jaló al pelirrojo alejándolo del pasillo central. Ambos volvieron a entrar a su salón de clases aunque este ya se encontraba vacío. Después Bakugou se encargó de cerrar la puerta, dándoles un poco de privacidad. Kirishima imaginó que le diría la razón detrás de su molestia, pues así era él, Bakugou era del tipo de persona tan masculina que era incapaz de aguantarse de decir lo que pensaba.

—¿Entonces? ¿Qué sucede? —Presionó, necesitando la respuesta más de lo que imaginó.

—Cierra la maldita boca, idiota, sólo quédate quieto.

Bakugou empezó a quitarse la chaqueta con tranquilidad, a lo que Kirishima sólo ladeó la cabeza de manera curiosa, observando al rubio luego acercarse a él lentamente. Su amigo acortó la distancia entre ambos hasta que estuvieron lo suficientemente cerca para que sus brazos fueran capaces de rodear el cuerpo del pelirrojo, quien, por obvias razones se encontraba totalmente nervioso con la repentina cercanía.

El rubio, por su lado, no parecía mostrar incomodidad alguna, él rodeó a Kirishima con su chaqueta y se la amarró por la cintura, acomodándola cuidadosamente para evitar que se cayera. Kirishima jadeó una vez que el torso de Bakugou tocó, inevitablemente debido a la distancia, sus pechos, obligándolo a poner una mano sobre el rubio, manteniendo la distancia entre ambos. Sólo entonces Bakugou lo miró a los ojos, provocándole un notorio sonrojo en sus mejillas.

—Lo-Lo siento... Es que... Te van a chocar y... —Kirishima imaginó que Bakugou se enojaría por el trecho que impuso entre ambos, pero el rubio sólo lo miraba, sin decir o hacer absolutamente nada—. Lo siento, Bakugou.

—Deja de disculparte, idiota —respondió el mencionado después de otro corto silencio.

—¿Qué haces?

—Con esto en la cintura no importará cuanto te muevas, la falda no joderá más de lo usual, eso hasta que consigas la porquería esa que necesitas para cubrirte.

—Oh...

Cuando los brazos de Bakugou dejaron de rodearlo, Kirishima se movió suavemente para los lados y confirmó lo que el rubio había dicho. Debido a que la chaqueta hacia presión en su parte trasera, la falda ya no se alzaba con libertad, así que de esa forma podía cubrirse mejor. Él no se había puesto una chaqueta prestada por Yaoyorozu para no abusar de lo mucho que la chica le estaba ayudando, pero sirvió, pues usar esa y la de Bakugou sería muy pesado, ahora sólo traía la blusa y la chaqueta cubriendo su retaguardia.

—Wow... Es cierto, ¡gracias, Bakugou!

Le sonrió con calidez y tranquilidad, no estaba seguro aún de la razón por la que su amigo se enojó tanto esa mañana, pero agradecía que tuviera que ver con algo como eso, quizás Bakugou sólo pensó que era muy idiota al no haber considerado esa posibilidad, pero por la razón que sea, el rubio se veía mucho más conforme después de haberlo hecho.

—Kirishima.

—¿Hmn?

El mencionado observó directamente a Bakugou al oírlo, ya no era tan raro que el rubio lo llamara por su nombre, pero sabía que cuando lo hacía era por una causa real, mayormente algo que debería tomar muy en serio. Observó directamente la intensidad de esos ojos rojizos y no pudo evitar que su corazón se acelerara cuando confirmó que aún se encontraban demasiado juntos, olvidándose de los espacios personales desde que Bakugou había rodeado su cintura.

Sus senos volvieron a tocar el pecho ajeno y sintió unas raras pero agradables corrientes recorrer todo su cuerpo hasta sus piernas, las cuales temblaron ligeramente. Iba a decir algo pero... ¿Qué se dice exactamente en un momento así? O, mejor dicho, ¿qué podía hacer o decir para que Bakugou no se ofenda por algún tipo de rechazo? No quería que el rubio creyera que no lo deseaba cerca, de hecho, su cuerpo parecía anhelar el calor corporal de Bakugou más de lo que él recordaba con anterioridad.

Posesivo. | Bakugou Katsuki x Kirishima EijiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora