Ruptura

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En el muelle Carmesí a las afueras de Ciprés, aquel atardecer se fundía en las tonalidades más hermosas que nunca antes había visto,  los colores bailaban en armonía con recelo, el momento en el que el sol desaparece y la noche cae se convertía en un momento mágico, mi corazón agitado por primera vez lo podía sentir, como los latidos se hacían más y más fuertes, llameantes, llenos de emoción.

Aun cuando lo que mis ojos presenciaban era único el atardecer no era la causa de mi mayor exalto.

Una chica en la costa capto toda mi atención, la conocía de toda la vida pero muy pocas veces habíamos hablado y a lo mucho solo fueron saludos, era la primera vez que la veía sola, se veía triste, vulnerable, sus ojos estaban llorosos, y sus mejillas rojas, llevaba un vestido blanco a una sola pieza, su cabello negro se ondeaba con el viento.

Quería abrazarla y preguntarle que le había pasado, no quería verla triste, dentro de mí se sentía doloroso, pero no podía hacerlo, solo nos conocíamos de vista, ella era un año menor y vivía cerca pero nadamás, solo pude quedarme en silencio observándola de lejos.

Ella volteo su mirada hacia mí, su  silueta se rodeó por la luz  que venía detrás de ella.

Nuestras miradas se conectaron por solo un momento y regreso su mirada al cielo, con una voz tambaleante dijo:

"mi novio ha roto conmigo."

Al momento de pronunciar estas palabras sus ojos se inundaron en lágrimas de nuevo, cubrió su cara con sus manos y la volvió hacia el océano.

En ese momento no pude decir una sola palabra, solo me quede aun lado de ella observando el océano también, dentro de mí hubiera querido decir algo para que se calmara un poco, pero no sabía cómo hacerlo, las palabras no pudieron salir de mi boca.

No era muy asertivo, se me dificultaba hablar con los demás, y más si se trataba de sentimientos.

Aun cuando no dije una sola palabra, nuestros corazones de alguna manera se habían conectado aunque fuera solo por un momento.

Cuando la noche al fin cayo, ella limpio sus ojos llorosos y se puso de pie.

"Adiós Raúl, gracias por quedarte a mi lado"

Las luces de las calles se encendieron, y ella camino hacia su casa, con cada paso que daba su cuerpo cedía ante el dolor, pero ella continuaba su trayecto.

Pasaron solo unos segundos para que desapareciera de mi vista.
Mi corazón se sentía adolorido, tenía la oportunidad de que ella se figara en alguien como yo y no había dicho ni una sola palabra, ella aun lo quería a él y no aceptaba que todo se hubiera terminado, aun así, una pequeña luz de esperanza se había encendido frente de mí.

Mi mente solo podía pensar en ella, me había enamorado de ella desde hace tiempo, pero ella tenía novio, así que me había dado por vencido, solo quería que ella fuera feliz, aun si lo fuera con alguien más.

Ahora la imagen de su sonrisa llegaba a mi mente y se funcionaba con su tristeza, no quería volver a verla triste, pensé que si ella estuviera conmigo nunca más iba a llorar así que quería que ella lo supiera, mi corazón se sentía emocionado y a la vez con miedo, tenía que decírselo, tenía que confesarle mis sentimientos.

Cuando lo pensaba más mi impaciencia crecía a cada momento, no quería esperar ni un minuto más para que ella supiera lo que sentia, algo dentro de mí se encendía con fuerza, no quería esperar un segundo más.

Cuando recobre la conciencia, la vi frente a mí, sin pensarlo había corrido hacia ella, estábamos frente a su casa, su mirada se veía desconcertada, había perdido el aliento, pero estaba ahora frente a ella.

"¿Raúl?, ¿Qué pasa?, ¿Qué haces aquí?"
–preguntó confundida.

Nuestras miradas se cruzaron de nuevo, sus ojos estaban muy rojos, se veían cansados, el azul claro se veía profundo, como si el océano brillara con su mirada, se veía triste, pero era hermoso, su cabello largo estaba despeinado apenas notorio por la poca iluminación de los faros de la calle principal que nos iluminaban.

Estaba frente a ella, pero no sabía qué hacer, solamente quería verla, mi corazón sentía que explotaría en cualquier segundo.

"Yo, te quiero Julieta, no quiero que llores más, mi corazón se parte de verte así, nos conocemos desde que éramos niños, y no lo sabía, pero, siempre eh tenido estos sentimientos por ti. Quiero que sigas adelante, ese tipo no te merced, yo, yo, jamás te hare llorar, quiero que siempre sonrías, siempre estaré para ti, no te pido que me des una respuesta en este momento, solo dame la oportunidad de demostrarte que puedo protegerte."

Después de pronunciar esas palabras, la abrase con fuerza, mi corazón estaba lleno de miedo de la respuesta, así que solo la abrase con fuerza.

"¡Sí!, podemos intentarlo, ¡sabes!, yo también te quería mucho cuando éramos niños, pero, no pensé que tú me quisieras también, así que solo trate de olvidar ese sentimiento."

En ese momento sus  ojos se dilataron, nuestros corazones se habían conectado con una emoción que estaba oculta desde que éramos niños, un sentimiento que se había olvidado, guardado en lo más profundo con llave, el sentimiento había resurgido con fuerza.

Pasaron unos días para que todo se normalizara y nos convirtiéramos en novios formales, pero en ese tiempo, pasamos más momentos juntos, su mirada era hermosa irradiaba felicidad, era perfecta.

No podía creer que fuera novio de una chica tan linda, por primera vez me había enamorado y era lo más hermoso que jamás había sentido.

El solo pensar en ella, me hacía sentir el chico más feliz del mundo.

Ahora todo es muy diferente.
Solo quedan recuerdos de aquellos momentos falsos, imágenes fantasiosas que me han hecho perderme en la oscuridad que me atormenta todo el tiempo, todo era una mentira, desde los cimientos fui destrozado con la gracia de creer que el amor existe.

Ahora me encuentro aquí parado en silencio, eh despertado, mi corazón se ha cerrado a las emociones, ya nada puede lastimarme, solo veo a través de lo que ocurre en su mundo fantasioso, mentiras que creen que están ocultas, pobres de ustedes, yo lo sé todo, pero ella aun no lo sabe, no es justo, hoy vamos a abrirle los ojos.

-Ya casi es la hora.

Estoy de nuevo en la costa donde todo comenzó, será el destino que nos hizo cruzarnos en este lugar maldito o quizás solo el azar que es caprichoso, es tu turno, tienes que conocer la verdad.

Al igual que yo tienes que dejar de vivir en la mentira, la falsedad de tu amor caprichoso.

¿Cómo lo tomaras?

Aun no sabes por qué estás aquí, pero lo  sabrás muy pronto, conocerás la traición de la realidad que solo una sonrisa carismática puede darte, lo que esconde frente a ti cada vez que te jura amor eterno.








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