Capítulo 10

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Nath

Hacia unas horas que toda la sorpresa entró en escena, aún no puedo creer que vaya a tener otro hermano o hermana, aún no sabes el sexo pero estoy muy entusiasmado por aquello. Ahora mismo estaba con Marc tumbados en mi cama viendo la televisión, observábamos una película de amor gay entre dos chicos de un pueblo estadounidense donde su relación era secreta ante la sociedad y a medida que avanzaba el filme superaban los prejuicios, afortunadamente nosotros no pasamos por eso. Esta noche fue muy agradable puesto que Austin se llevó bien con Marc, lo mismo con Elodie. Mis pensamiento se disiparon al ver la reacción de Marc quien miraba con atención a la pantalla, al principio no comprendí que es lo que pasaba hasta que vi la escena entre los dos protagonistas teniendo la típica escena de sexo, no es que fuera incomoda verla junto a Marc es solo que nunca hemos hecho nada de ese estilo a excepción de las veces que fueron en su casa, El me miro con un aire extraño, no sabía que quería decirme, más tarde que temprano pasó algo muy radical entre nosotros. Marc se puso sobre mi sentándose sobre mi parte íntima, la única barrera entre nuestra piel era la pijama, a pesar de tenerla puesta el con una mirada coqueta de media sobre mi entrepierna con ligeros moviéndoselo de caderas que iban de adelante hacia atrás, aunque tuviera la ropa puesta no pude evitar sentir un ligero cosquilleo, conforme pasaba el tiempo, todo se volvía un juego que ambos estábamos disfrutando, nuestra intimidad se ponían duras dando un pequeño relieve en la parte baja de nuestros cuerpos, el momento se complementó no besos y caricias a su cuello junto con su sedoso cabello. Las prendas caían fuera de nuestro alcance dejándonos totalmente desnudos, sin embargo la gargantilla permanecía en el cuello de Marc, el intento quitársela a lo que intervine inmediatamente, me excitaba aún más él si la tenía puesta. El sexo oral se manifestó primero en mi, sin duda no podía negar que él hacía una maravilla con la lengua, cada vez que lo hacía es como si comiera un caramelo, las riadas no faltaban en este pequeño juego que hacíamos por primera vez. Obviamente no me quedé atrás, en cuestión de segundos cambiamos de papeles siendo yo quien le tocaba complacer a mi Marc. Hice mi mayor esfuerzo para darle lo mejor pero sin hacer que nuestros jadeos levantaran sospechas de la familia. Finalmente llegamos al plato principal de este festín. Tomé a Marc de los brazos y con mi peso logré ponerlo contra la cama levantando su trasero dejándolo en la mejor posición. Tomé mi miembro, lentamente me introduje dentro de su ser. Ambos sentimos un ligero dolor por el estrechamiento de sus paredes, tanto así que Marc tuvo que cubrir su cara en la cama para no gritar tan fuerte. Esto se volvía cada vez más caliente, cada movimiento que hacía nos provocaba el pedir más de los dos. Adelante y atrás se repetía cual compás perfecto en el que nos dábamos uno de los mayores placeres de la vida. Unas ganas de querer subir de nivel se apoderaron de mi cuerpo, evitando que Marc pudiera escapar. La química entre ambos me hizo ser un poco rudo con su cuerpo. Los dos hacíamos nuestro mayor esfuerzo, simplemte este acto culminó cuando abrazados sentimos el correr de un líquido cálido, sali de él y me dejé caer en la cama, acto seguido el se acurrucó en mi pecho. La película había terminado y podría decir que estuvimos un buen rato haciéndolo. Sinceramente no sabía si hicimos el suficiente ruido para despertar a mis padres o a mi hermano, bueno eso no era importante por ahora. El calor de nuestros  cuerpos con unas cuantas gotas de sudor era una de las cuentas evidencias de este acto amoroso, abrazaba tiernamente a Marc a la par que jugaba con su cabello, el por su parte acariciaba mi pecho con el dedo índice.

———¿Sabes que es lo más lindo que escucho en estos momentos?——-preguntó mirándome.

——-¿Que podría ser, ojitos de gato?———dije mirándolo de la misma manera.

——-El latir de tu corazón, es como un pequeño tambor——-dijo besando mis labios.

Correspondí el beso que cerró con broche de oro la noche, no sabía si ya era de madrugada, lo único que sentía era mi pesar de sueño, y así los dos nos dejamos llevar por el sueño, sintiendo nada más que la frialdad de las sábanas y el calor del cuerpo de Marc.

I do it for you! [Nathaniel x Marc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora