7:30 horas. Abrí la ventana, era un día soleado como otro cualquiera. Ya se veía cómo la gente iba al trabajo, y yo, Paula, a mis veinticinco años, aquí, sin nada que hacer.
Tomé una ducha relajante y me puse mis habituales shorts vaqueros, la camiseta que me regaló mi hermano pequeño por mi cumpleaños y esas Vans que tanta ilusión me hacía tener.
Bajé a la cocina y allí me puse a preparar el desayuno, cuando mi padre llegó con el periódico. No me importaba el equipo que había ganado la liga ni qué opinaba no se quién; tan solo quería encontrar trabajo.
Cajera en el supermercado, camarera en el Burguer... y ¡ahí estaba! Directora de una de las revistas más importantes de Londres. Por fin un trabajo que merecía la pena y acorde con mis estudios de periodismo.
No podía esperar a terminarme el café. Me dirigí al salón donde dejé el bolso la noche pasada, busqué mi móvil y, con impaciencia, marqué el número indicado en el anuncio.
Me respondió un hombre muy amable diciéndome que esa misma mañana podía ir a hacer la entrevista. Sin pensarlo fui a la puerta y salí sin decir nada.
El lugar dónde tenía que ir estaba bastante cerca de mi casa, a unos diez minutos. Incluso se podía divisar desde la ventana de mi habitación.
Caminaba nerviosa y apresuradamente, pues no quería que nadie me quitara el puesto.
Me puse delante del edificio, miré hacia arriba, donde estaba situada la oficina, tomé aire y me decidí a entrar.
* * *
¡Lo conseguí! ¡Era mío! Sin poder creerlo corrí hacia mi casa, para contárselo a mi familia. Por fin podría romper con la rutina de no hacer nada.
Mi madre no estaba muy conforme de que me tuviera que ir a Londres a trabajar, aunque comprendió que era la oportunidad de mi vida. Mi padre opinaba lo mismo.
Estaba ansiosa por contárselo a mi hermano cuando llegara del instituto.
Me marchaba dentro de tres días. Cogí el portátil y compré un billete de avión. Justamente depués comencé a hacer las maletas.
Dos horas más tarde llegó mi hermano. Estaba impaciente e indecisa, no sabía cómo contárselo.
-¡He encontrado trabajo Hugo!- dije nerviosa.
-¡Enhorabuena hermanita!- me respondió con amabilidad y una gran sonrisa.
Pero su cara cambió al decirle que me tenía que mudar a Londres. No obstante, él también era consciente de la gran oportunidad que eso suponía para mi carrera.
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Desde que te vi
RomancePaula decide mudarse a Londres tras encontrar una oferta de trabajo irresistible. Allí conocerá a Ryan, un chico egocéntrico al que detestará desde el primer momento.