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Me detuve luego de unas cuantas horas de marchar sin rumbo frente al departamento de Chaz. Tenia suerte de que se hubiera mudado a la cuidad o quizas deberia decir que tendria suerte de si me recibia en su casa. Mire hacia el imponente edificio de cuarenta pisos y con desicion camine hacia la concerjeria. Un señor de unos sesenta años, canoso y de bigote me sonrio amable. Le indique que queria hablar con Chaz Somers. Con toda tranquilidad marco el numero en el negro telefono a su derecha y espero a ser respondido.

- Si, señor Somers. Aqui pregunta por usted un joven– miro hacia mi tapando con su palma un lado del telefono– disculpe ¿cual es su nombre? 

Pense en decirle quien era, pero al pensarlo mejor si le decia que yo era quien lo buscaba, con toda seguridad no querria recibirme. Asi que opte por una pequeña mentira. 

- Digale que es Chris– fue el primer nombre que se me vino a la cabeza. El hombre canoso saco su mano y dijo el nombre. Sonrio y colgo. 

- El señor Somers, dice que pase por favor.

- Gracias. 

Tome ambas maletas y camine hacia los ascensores, presione el boton de su piso y pronto comenze a ascender. Me pare frente a su puerta dudando de si tocar el timbre. Estaba a punto de hacerlo cuando la puerta se abrio de improviso. 

- Tu ¿que estas haciendo aqui?– dijo notablemente sorprendido de verme, bueno no esperaba menos. Era a Chris a quien pretendia ver– ¿donde esta Chris? 

- Nunca estuvo aqui, fui yo dando su nombre para que me dejaras subir. Sabia que si te decia que era yo no me dejarias pasar. 

- Y no te equivocabas ¿Que quieres? 

- ¿Me dejaras entrar?– Chaz bajo su mirada hasta mis maletas y sonrio por lo bajo. 

- Veo que ______(tn) si que se deshizo de ti ¿no? Me parece justo, ella no se merece a alguien como tu.

- No necesito que me digas algo que ya sé y mucho menos que estes repitiendolo todo el tiempo ¿me dejaras entrar o no? 

- No lo sé ¿lo mereces?

- Chaz ya basta por favor, he caminado toda la maldita mañana pensando en lo que hice. Ya no siento mis pies– Chaz enarco una ceja cruzandose de brazos observandome de arriba a bajo. Se hizo a un lado dejandome el paso libre. No lo dude un segundo y me deje caer sobre el sofa blanco de su sala. 

- ¿Esto es lo que querias no? ¿o pensabas que ______(tn) haria como que no paso nada?

- Claro que no queria esto, jamas quise herirla. 

- Estas conciente de que la perdiste ¿no? _______(tn) ha cambiado mucho desde que se caso contigo y no lo digo para mal. Se convirtio en toda una mujer, ahora no esta pensando solo en ella, sino en Juli y Jospeh tambien. 

- No la he perdido Chaz– suspire molesto y con algo de incredulidad, ni yo era capaz de creer que esta vez me perdonaria– la recuperare. A ella, mis niños... mi familia. 

- Si Bieber, lo que tu digas– rio sarcastico– ¿quieres algo? ¿Una gaseosa tal vez? porque te ves terrible.

- De echo, preferiria una cerveza. 

- De acuerdo, ire por un par. 

Oi el ruido de la nevera abrirse, junto con el ruido caracteristico de las latas. Pronto Chaz aparecio con las cervezas y dos vasos. Se sento frente a mi y birtio su contenido en el vaso. Iba a hacer lo mismo con la mia, pero le arrebate la lata. Elevenadola lo mas posible con mi brazo al acercarmela a la boca. Lo amargo del liquido correr mi garganta logro relajarme. 

Jugando con tu inocencia (Segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora