1

420 7 1
                                    

Me levante como de costumbre de las primeras y me dirigi rumbo a la cocina, saque la leche del refrigerador y me apronte a preparar dos tazones con tapa para mis dos pequeños. Aun me sentia extraña cada vez que me llamaban Mami, ahora no era solo yo y Justin. Ahora teniamos a dos pequeñitos que dependian de nosotros para hacer todo. 

- ¿Vamos a ver que esta haciendo mami?– escuche decir a Justin a lo lejos, pronto lo vi asomarse en el umbral de la puerta de la cocina, cargando a Julianna entre sus brazos. 

- ¡Mami!

- Si mi amor ¿Que pasa?– Julianna estiro sus brazos para que yo la sostuviera, con cuidado la cargue, mientras Justin terminaba lo que yo habia empezado. 

- Con Papi vinimos a ver donde estabas, te extrañabamos. 

- Vine a prepararles la leche a ti y a tu hermano– Justin termino de poner la leche en los tazones y luego de calentar ambos en el microondas le entrego uno a Julianna. 

- Hoy amaneciste mas hermosa de lo habitual– susurro abrazandome por la cintura, de inmediato mis mejillas ardieron. 

- ¡Mami tus mejillas estan rosadas!– exclamo Julianna delatandome, la deje sobre su silla safandome del agarre de Justin y me cubri la cara con las manos. 

- Haber hija ¿lo que dices es cierto?– Justin tomo mis manos y me obligo a quitarlas de mi rostro.

- Justin, no. 

- Dejame verte– Julianna solo reia, pronto quito mis manos y ahi lo tenia con sus hermosos ojos miel sobre los mios– ahi estabas, Julianna decia la verdad. Amo que aun sigas haciendo eso. 

- Muy chistoso Justin– él solo rio y me abrazo contra su pecho, depositando un fugaz beso sobre mis labios. Ahora la que cubria su rostro era Julianna.

- Para ti, siempre hermosa. 

- Mejor dime ¿y Joseph, aun duerme? 

- Bueno... 

No termino de hablar cuando nuestro pequeño comenzo a llorar. 

- Creo que eso responde tu pregunta– ambos reimos.

- Dejame, yo ire por él. Debe tener hambre. 

- Creo que seria mejor si le das leche materna– dijo arqueando una de sus cejas en forma pervertida.

- Justin, eres un depravado. Ademas el doctor dijo que ya es tiempo de que deje la leche materna, ya tiene dos años– rei. 

- No lo soy, es solo que me gusta ver como le das de comer a Joseph, es todo. 

- No lo sé, dejame traerlo y vere que es mejor– sonrei y me fui. 

Subi las escaleras y me pare junto a la puerta de Joseph. Abri lentamente y lo vi con las manos sobre la baranda de su cuna al verme inmediatamente extendio sus brazos para que lo cargara. Me acerque y seque sus lagrimas. Di un sonoro beso en su mejilla derecha y cargandolo lo lleve conmigo abajo. 

- Ahi esta mi campeon– dijo Justin haciendole cosquillas en su estomago– Mami te dara de comer en un segundo. 

Guiño su ojo picaro y se dirigio a Julianna para bajarla de su silla y llevarsela a la sala para asi juntos ver television. 

- ¿Y hijo? tomaras leche de tu tasita– pregunte cariñosamente, me miro haciendo puchero al darse cuenta de que estaba preparando la leche para verterla en la tasa– Es mejor, ya lo veras. 

Joseph escondio su cabecita en mi hombro y supe de inmediato que no seria facil, pero de igual forma lo haria, ya estaba grande y debia aprender a tomar de un tazon, era lo mejor para él y sin duda para mi tambien. El que le hayan salido los dientes tenia mis senos bastante sensibles debido a sus dolorosas mordidas al no obtener lo suficiente. Con la leche ya tibia fui a ver a los chicos, miraban entretenidos dibujos animados.

Jugando con tu inocencia (Segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora