MI GUARDAESPALDAS/CLEXA

BORRACHA

Clarke salió del baño treinta minutos más tarde. Envuelta en la suave y esponjoso albornos y el cabello húmedo, la niña rica paso a un lado de Lexa hasta el sofá sin mirarla ni siquiera de reojo. Lexa no hizo ningún comentario. No es asunto suyo si Clarke está actuando como una niña de mal humor. Como su guardaespaldas, Lexa es responsable de su seguridad y sólo su seguridad.

"Si terminaste, tomare una ducha rápida," dijo Lexa. Clarke no respondió, así que entro al baño. Fue una ducha rápida, apenas cinco minutos, y Lexa estaba de nuevo en la sala, secándose el cabello. La niña rica hablaba por teléfono y poco tiempo después, se cambió a un vestido de noche color blanco y negro. Le informó de manera cortante sobre sus planes para cenar con sus amigas cuando Lexa preguntó. Y esas fueron todas las palabras que intercambiaron hasta que abandonaron la sala para reunirse con las amigas de Clarke.

En el vestíbulo la esperaba Octavia, Raven y Luna. Las tres chicas aún estaban preocupadas por Clarke, cosa que levanto el ánimo de chica. Lexa camino detrás de ellas, manteniendo una distancia respetable mientras se dirigían al lugar de la cena. No se unió a ellas en la mesa, a pesar de haber sido invitada por Luna. Una mirada a los ojos de Clarke fue suficiente para saber que no era bienvenida y no tenía deseo, de incurrir en una rabieta innecesaria de la señorita Clarke Griffin.

Lexa tenía la intención de mantener el estatus profesional por el resto de la noche, quedarse lejos de ellas, pero siempre lo suficientemente cerca para interceder si algo ocurría. Eso no le molestaba, a diferencia de las amigas de Clarke quienes parecían incomodas. Ese era su trabajo. Para eso le pagan. Sin embargo, las amigas de Clarke insistían en introducir a Lexa; sus miradas caían sobre ella demasiadas veces, hasta que Luna se acercó a Lexa y la acerco a su mesa.

"Ven, siéntate", dijo Luna, sin soltar el brazo de Lexa y finalmente tomo asiento en la mesa junto a ellas. "Queremos que te unas a nosotras."

"Se supone que debo vigilar a Clarke."

"Puedes protegerla mejor ahora que estás más cerca, ¿cierto?", Respondió Luna.

Lexa sonrió. "De hecho, prefiero mantener una pequeña distancia y ver los alrededores."

"Pero queremos oírte hablar de tu heroico rescate", agregó Octavia.

"Tenemos que ser sensibles," Lexa dijo, mirando a Clarke. "Puede ser que ella no quiera oír sobre el incidente en este momento."

"Oh, eso es cierto." Octavia miró a Clarke con una disculpa cuando Raven le golpeó el brazo levemente en reproche. "Lo siento."

"No, estoy perfectamente bien ahora." Los ojos de Clarke se reunieron con los de Lexa. "Cuéntales. Diles lo quieren saber ".

Con un encogimiento de hombros, Lexa miró a los ojos ansiosos de las amigas de Clarke. "Muy bien, si así lo deseas."

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Pronto, las chicas estaban borrachas y alegres, incluyendo Clarke. Pero Lexa se mantuvo sobria, más alerta y al acecho. A diferencia de las chicas despistadas que creían que los hombres eran simples ladrones que buscan dinero en efectivo y objetos de valor para robar, Lexa pensaba de otra forma y aunque no creía que hicieran otro intento en Melbourne, la última cosa que quería, era bajar su guardia y permitir que sucediera algo.