MI GUARDAESPALDAS/CLEXA

SU EX

"Lexa".

La mandíbula de Lexa se aflojó. Los años habían cambiado a Cassie. Atrás quedó la mirada brillante y ardiente que Lexa había admirado hace diez años. En su lugar, habían fríos, molesto y viejos ojos experimentados, con un humor cínico que emanaba a su alrededor.

"¿Tu . . . eres su líder?" Lexa preguntó, horrorizada por el giro de los hechos. No podía asegurar, que tanto había cambiado Cassie.

¿Había aprendido un poco más de compasión? ¿O había perdió el último hilo de humanidad en los últimos diez años? De una cosa si estaba segura, Cassie era jodidamente buena en combate y no sería fácil pelear contra ella. Sería mejor hablar a su manera para salir de esto, pero por otro lado, Cassie probablemente no le daría a Clarke sin pelear.

"¿Qué haces aquí?."

"Tus hombres me secuestraron".

"¡Mierda!." Cassie miró a los hombres tendidos e indefenso en el suelo. "¡Idiotas inútiles!. ¡Ni siquiera puede atrapar a una chica sin darme problemas.!" Sus ojos se dirigieron a Lexa de nuevo. "No tenías por qué haber estado allí desde un principio."

"Soy la Guardaespaldas de Clarke."

Cassie bufo. "¿Trabajas para los ricos ahora? Nunca pensé que caerías tan bajo ".

"Es una vida honesta."

"Mierda. Eres la esclava de un hombre rico ".

Lexa se mordió la lengua. Molestar a Cassie no era una buena idea.

"¿No tengo nada que decir?"

Lexa se llenó de coraje y miró los ojos de Cassie. Podía sostenerse en su propio terreno ahora. "¿Cómo has estado?"

Cassie se encogió de hombros como si no estuviera esperando una pregunta como esa. Abrió la boca para responder, pero un grito estridente atravesó la burbuja alrededor de ellas. Lexa se puso rígido. Es Clarke.

"Estúpida perra," Cassie escupió en dirección al coche y agitó su arma hacia Lexa. "Tú. Tu lesionaste a mis hombres. Así que harás que la perra se calle. Ahora. "Pateó la tierra encimada de los hombre y les grito. "Levántense y cúrense ustedes mismo. Dejen de quejarse como unos maricas ".

Lexa se trasladó hasta la fuente de los gritos. Venía de una maleta en el asiento trasero. "Clarke, soy yo, Lexa," dijo en voz alta. La gritos cesaron. "Está bien, Clarke. Voy a sacarte ".

"Ayúdame, Lexa. Date prisa."

"Te secare ahora", dijo Lexa mientras corría la cremallera para abrir la maleta. Acomodo la maleta hacia abajo y Clarke se incorporó, echando los brazos alrededor del cuello de Lexa.

"Lexa. . ."Sollozó. "Pensé que nunca te vería de nuevo."