—Bien, alumnos, en esta clase especial, daremos historia oriental. Abran sus libros en la página 142 del manual de texto— Explicó la profesora de historia con una leve expresión de emoción en su rostro —Se encontrarán con un título peculiar que dice... “El hilo rojo del destino”— Habló mostrando énfasis a cada palabra que salía de su boca.
Introducción de texto.
"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper"
La leyenda japonesa del hilo rojo del destino. De acuerdo a este mito, toda persona está atada por el meñique de un hilo rojo invisible que lo conducirá hacia otra persona con la que hará historia.
La forma en la que dicha maestra de dicha materia narraba su clase, era una muy especial, era atrayente, interesante e impresionante, de alguna manera, hacía querer saber mas sobre el asunto aunque el material sea el más completo de todo y no exista mas información.
La clase pasó de manera lenta y disfrutable, fué la mejor primera hora de la protagonista y sus dos amigas, historia, era la mejor área didáctica de todas, cada relato, cada detalle que ocurrió en el pasado resulta atractivo, tanto así, que se vuelve satisfactorio aprender el porque de los hechos anteriores.
—¿Se imaginan ser el destino de su bias?— Habló Aracelli observando un punto muerto desde su asiento, mientras que los demás alumnos iban saliendo del aula hacía el patio para disfrutar de su corta hora de receso.
—Aww... Sería tan lindo, pero lo veo poco probable sinceramente— Respondió algo negativa, Gabriela limpiando sus anteojos que se encontraban un poco empañados y con unas no muy notorias manchas de tinta azul.
____ solo asintió, soltando un suspiro de resignación al tener solo un 00.01% de probabilidades de ser la futura destinada de su bias.
—Oh, vamos, no sean tan inseguras, ¡Tengamos esperanzas! Oigan, si una de nosotras logra algún día un flechazo con su bias, tendrá que hacer que las pobres desafortunadas conozca al suyo algún día— Habló Ara soltando unas pequeñas risitas emocionada
Aracelli, es una persona, bastante imperativa algunas veces, siempre siendo directa y bastante positiva. Es alguien con una forma de pensar tan positivo y alegre, esa risa tan contagiosa que te hace sentir mejor en esos momentos tan melancólicos del día a día.
—Suena a que es algo muy estúpido, pero está bien. Lo acepto— Respondió Gabriela acomodando sus lentes.
Gabriela era un poco más pensativa, toda su mente trataba en cálculos de posibilidades, y cuando algo estaba fuera de su alcance solo se resignaba y aceptaba que eso nunca fué para ella. Detrás de esos vidrios con aumento, se oculta una chica con un coeficiente intelectual muy elevado. Solo que nunca lo usa en momentos necesarios...
____ asintió sin mostrar expresión alguna, ella en cambio, siempre se sintió como una más del montón. Sin nada en particular, sin ninguna característica que ella lo vea como especial. Una belleza simple con un cuerpo no tan agraciado. Opinión personal modesta sobre sí misma, ella puede adorar cualquier cuerpo, cualquier talento, pero nunca supo apreciar sus talentos propios ni su cuerpo.
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POV ____
Me encontraba caminando hacia mi casa, pensando muchas cosas, y en uno de esos pensamientos entró el hecho de como sería mi futuro. Algo que al momento de tomarlo en serio me pareció completamente estúpido. Una colegiala de tan solo 15 años, pensando en como sería su vida dentro de unos 20 a 30 años. Es muy triste, y pensar como sería la vida de Park Jimin en estos momentos y en los que se vendrá muy pronto. Imaginarlo como un padre de familia, con un par de hermosos hijos y amando a una coreana que muy probable sea mucho mas hermosa que yo... Una linda y hermosa ama de casa, que cuida de sus hijos y ayuda a su familia trabajando muy duro para poder tener una vida felíz junto a él.
Mientras tanto, yo aquí, caminando por un sendero hacía mi hogar, y este mismo sendero es un largo camino por recorrer para llegar a mi destino final.
No tengo esperanza alguna en que viviré una vida felíz en mi camino, no serviría ni como novia o esposa de alguien. Odio hacer los deberes del colegio, y mucho menos los quehaceres del hogar. No serviría para nada. Aunque pensándolo bien, mejor si vivo sola, tal vez mi estilo de vida sea desagradable para alguien.Estaba tan sumergida en mis pensamientos, que no me dí cuenta que ya había pasado una cuadra de mi casa, por lo que respiré hondo antes de gritar.
—¡Puta madre!— Grité alargando la última palabra y no terminar hasta llegar a mi casa.
Entré hecha una furia por mi gran despiste y tuve que correr para llegar lo más posible, estaba cansada, exhausta y decidí irme a dormir para recuperar las fuerzas que había echado a perder anteriormente.
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Después de saludar a mi madre, me encerré en mi habitación y me cambie el uniforme de mala gana por una ropa sencilla para echarme una pequeña siesta.
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Estaba en un lugar oscuro que parecía estar vacío, no sentía parte alguna de mi cuerpo, solo estaba en un trance de relajación. Hasta que todos mis sentidos vuelven a mí. Me ardía la mano, baje a ver que me estaba pasando, y un hilo blanco estaba atado de tal manera que ya estaba cortando el inicio de mí meñique.
"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper"
—¿Profesora?— Mi vista se hizo oscura, y de un momento a otro, el escenario ya había cambiado a un paisaje hermoso... Un bosque de árboles de cerezos que estaba en plena floración. Soltando pétalos y esparciendo su dulce aroma por todo el lugar. El dolor que alguna vez sentí, ya se había disipado, pero mi sangre, actuaba como la tinta que tenía dicho hilo volviendolo tal cuál el de la leyenda japonesa.
Este se estaba estirando, sin causarme ningún dolor, y podía verlo bien, era un hilo extenso y sentía la curiosidad por ver hasta donde llegaba. Caminé confundida, siguiendo el camino que me marcaba el hilo que de a poco se iba tornando rojo.
En eso choque con alguien, y dejé mi rostro unos segundos un poco avergonzada. Un nuevo aroma llegó a mis fosas nasales, un aroma a perfume masculino.Decidí tomarlo de los hombros y darle media vuelta para quedar cara a cara, solo que... No podía distinguir correctamente su rostro, tenía un vendaje en los ojos, pero sus labios... Esos labios tan familiares...
El contrario abrió levemente sus regordetes labios, y comenzó a tocer hacía un costado como si el aire hubiera vuelto a pasar por sus pulmones. En eso, tomé su mano, y él entrelazó nuestros dedos...
—¿Quién eres? ¿Estás bien?— Pregunté mostrando preocupación, acercando un poco mi rostro hacía él
—너 누구 니? neo nugu ni *¿quien eres?*—
Esa voz... Ese idioma... Esos labios... Estaba en shock, ¡¿Quién eres?!
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(editado 28/02/2019 13:54)
«Re-editado 28/07/2020 03:03»
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Única entre un millón [p.j]
Fanfiction°Historia principalmente narrada desde tu punto de vista° Todo comienza, cuando estuviste en 1ro de secundaria, con 12 años recién cumplidos. Gracias a tus dos maravillosas amigas, lograste conocer a la boyband BTS, con su primer MV "No more dream"...