Capítulo único

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Mark iba de camino a su hogar.

Se encontraba en el transporte público después de un largo día, simplemente se sentía agotado.

El pelinegro se encontraba pensando que lo único que quería era llegar a su habitación y dormir por años, no le importaba si la cama estaba hecha o no. Estaba muy cansado para eso.

Cuando se dio cuenta, el autobús había pasado su parada. Justo lo que faltaba.

Al bajar, caminó solo por la acera. Finalmente llegó a casa.

Al abrir la puerta, se deshizo de sus zapatos, tirándolos por algún lado en el recibidor, soltando un suspiro de alivio. Finalmente estaba en casa.

Al escuchar la puerta abrirse, un alegre castaño salió en pijamas a recibir a su pareja. Lo extrañó demasiado.

Al ver a Donghyuck, Mark sonrió con ternura y envuelve sus brazos alrededor de él. Todo el cansancio que sentía iba desapareciendo para irse a algún lugar lejano.

Donghyuck correspondió el abrazo, murmurando un suave -bienvenido a casa, Mark-.

Donghyuck notó la cansada sonrisa que Mark le dedicó. De alguna manera hizo sentir a su corazón pesado.

Mientras su mano daba tenues caricias en su espalda, preguntó con una voz calmada -¿tuviste un largo día?-.

Mark dejó salir un cansado suspiro al sentir el suave toque de su pareja. Respondiendo casi con un susurro -sí-.

El castaño deshizo el abrazo, escuchando un gruñido en protesta saliendo de los labios de su pareja. Quería sentir su tacto un poco más.

Donghyuck quería amenar el largo día de Mark, así que decidió llenarlo de pequeños detalles que pudieran hacerlo sentir mejor.

Donghyuck tomó la mano de Mark y lo dirigió a la sala de estar, para sentarlo en el pequeño sofá y dejar un casto, dulce y corto beso en sus labios. Un beso que transmitía calidez.

Un gato blanco se posicionó en el regazo de Mark, ronroneando, mientras el pelinegro pasaba una mano por su suave pelaje. Mark sonrió ante la acción de aquel felino.

El castaño sonrió enternecido ante aquella escena. Para después dirigirse al cuarto de baño y llenar la tina con agua caliente, encender velas aromáticas con olor a vainilla y agregar algunas sales de baño. Quería tomar cuidado de su pareja, hacer que todo su cansancio desapareciera.

Cuando Donghyuck estaba hundido en sus pensamientos, Mark entró y lo abrazó por la espalda, haciendo que se sobresaltara un poco por la repentina acción. Haciendo reír a su pareja por aquella reacción que le pareció tan tierna.

Mark dejó un perezoso beso en la mejilla del castaño, apretando su agarre, mientras susurraba en su oído con una sonrisa un suave -te amo-.

En respuesta, Donghyuck tomó la mano de Mark, dejando un delicado beso en esta, y susurrando un pequeño -yo también te amo-.

Con un sonrisa en su rostro, el pelinegro preguntó -¿hiciste esto para mí?-.

Los ojos de Donghyuck se iluminaron mientras respondía un -sí-.

La forma en la que sus ojos se iluminaron hizo que Mark sintiera mariposas revoloteando en su estómago. Simplemente lo amaba demasiado.

-Mark, ¿podrías entrar a la tina?, p-por favor-. Habló el castaño con un toque de nerviosismo, haciéndolo lucir como un niño pequeño. Cosa que derritió el corazón de Mark.

-Claro-. Dijo el castaño dispuesto a desabotonar su camisa, pero las manos de su pareja lo detuvieron.

Mark, con cierto rastro de confusión en su rostro, dirigió su mirada hacia Donghyuck, quien habló con un poco de nerviosismo.

❝exhausted❞ ☾ MarkHyuck☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora